Bueno, pues ya está en mis manos el esperadísimo nuevo disco de estos belgas. Esperadísimo al menos por mí, que además salió a la venta el día de mi cumpleaños, je.
Si eres seguidor de mi blog sabrás que actualmente Cocaine Piss son uno de mis grupos favoritos, ya no solo porque tienen el mejor directo que he presenciado en muchos años, gracias a la mejor frontwoman del mundo (loca de atar), si no porque sus discos son la polla en vinagre. Por cierto el próximo 6 de junio les tenemos en Madrid en el Wurli, no os lo perdáis por nada del mundo.
La propuesta de la banda parte de los 90 y consiguen un producto bastante personal, pese a todas las influencias que puedan tener: un punk ruidoso, puntiagudo y malintencionadamente epatante. Uno de los pocos grupos que a día de hoy tiene algo nuevo que decir y que aportar en esto del Punk. Uno de los pocos grupos que demuestra que se puede seguir haciendo Punk dándole una vuelta de tuerca al asunto sin necesidad de ser un puto grupo de revival 77 y copiar hasta la última coma, como hacen tantas bandas que huelen ya más que una rata muerta.
Sin lugar a dudas, es la voz desquiciada de la cantante, Aurélie Poppins, la punta de lanza, afilada y muy aguda, de su propuesta musical. Mientras, los instrumentos hacen una relectura inteligente y actualizada de las vanguardias Punk de los 90. Pequeños terremotos controlados que pasan del vértigo a la pesadilla en cuestión de segundos.No esperes estribillos pegadizos ni que se te vaya a quedar una canción en la cabeza así de primeras, porque melodías no hay, pero al acabar el disco lo tienes que poner otra vez.
En esta nueva entrega que, por supuesto, encargué sin ni siquiera darle una escucha, no hay sorpresas y la banda sigue sonando a lo mismo. Al ser bastante similar a los anteriores, lo malo es que ya no sorprenden tanto como al principio. Lo bueno es que siguen molando mucho porque su fórmula es la polla.
Pero uno se pregunta cuánto más podrán estirar la fórmula sin caer en la repetición. Aunque es verdad que aún no ha llegado el momento y usan unos cuantos recursos para añadir pequeños matices que muestran cierta evolución en algunas cosas y una pequeña involución en otras.
Así pues, en este, su tercer LP, siguen sonando a las bandas de Riot Grrrls más innovadoras de los 90 (a Raooul sobre todo). Siempre las menciono a ellas pero es que para mí son una referencia imprescindible, aún incluso cuando las bandas que me recuerdan a ellas ni siquiera conocen la existencia del grupo. Eran las putas jefas sin saber bien que lo eran ni lo que hacían. Ya sabes: gritos histéricos y cierto caos instrumental en pequeñas píldoras de un minuto. Aunque es cierto que Coicane Piss se quedan con lo de los gritos histéricos y llevan un mayor control del caos, milimétrico incluso, aparte de tener un sonido más denso.
En este sentido el disco recuerda al que han sacado el año pasado GirlSperm y que comenté hace poco. Quizás este no sea tan llamativo como aquel LP porque es más homogéneo, pero le anda cerca.
Vamos con las diferencias.
Puede que la más notable sean los textos. Las letras, aunque siguen sonando muy parecidas y cantadas de la misma forma, sin melodía ninguna y con la voz de una "loca del coño", son más largas. En lugar de tres o cuatro frases repetidas sin parar (cuando no era una sola frase) ahora hay mucho más texto, como ya se iba apuntando en el anterior LP (The Dancer, 2016).
Así pues hay mayor riqueza sonora (aunque siguen usando la aliteración como principal recurso muy a menudo) y, además, los textos adquieren mayor profundidad y madurez. Vamos que ya no construyen una canción a partir de "My Pupu is too shinny, my pupu is too bright" como hacían en el primer disco (The Pool, 2015).
Eso sí, esto quiere decir que las canciones se te quedan todavía menos. Sin melodía, con esa voz difícil e incómoda y con más frases, ya te puedes imaginar...
Como novedad, también hay un tema en francés.
Otro diferencia, aunque más sutil, es que se muestran un poco menos pesados y no tan grunges como en su anterior LP. Tampoco es que estuviesen supermetidos en el grunge (que no son Nu Sensae) pero las guitarras y sobre todo las distorsiones sí que toman como referencia la que fue la última revolución en el mundo de la música con guitarras.
Ahora, aunque también hay momentos de densidad (cuando se ralentizan un poco), esos sonidos algo más pesados del segundo LP se reducen un poco y la banda vuelve a recuperar un poco el espíritu de su primer LP en donde se mostraban algo más ligeros Puede que esta "regresión" tenga que ver con que vuelva a la formación la bajista de aquel disco.
Por último, las guitarras ocasionalmente se tornan un poco más exóticas, con aires un poco de "terror" a lo East Bay Ray y la batería no abusa de redobles apisonadores como en el disco anterior, lo que hace que se vuelva a ganar en ligereza, pero es cierto que el disco acaba sonando un poco menos agresivo. Aún así, hay agresividad para dar y tomar. De hecho cuando se ponen pasivo-agresivos, en los momentos más calmos, es cuando más miedo dan.
La portada no me gustaba demasiado y no les pega, pero al verlo en casa y comprobar que el "roto" es un roto de verdad en la carpeta y que dentro puedes deslizar un insert con la foto de las medias de rejilla ya me gusta mucho más.
Además de la edición normal hay una edición limitada a solo 100 copias con el vinilo morado y otra de 200 copias con el vinilo mitad blanco y mitad negro. Esta última es la mía porque todo lo morado me parece muy jipi, jeje.
Sobresaliente alto.
Mgrtn.
Johnny Notebook and the DC10S: "S/T" (7", Cuerdas Fuera)
Johnny Notebook no es otro que Daniel, guitarrista de Dean Dirg, Toyotas, Mano de Mono... que ya en el 2011 abandona en este proyecto el Punk convencional "de guitarras" para lanzarse de cabeza a hacer Synth Punk. En ese mismo año sacó un 10" bajo el título de Johnny Notebook and the Gigabytes. En el 2014 repitió jugada y formato con JN and the Dark Ages y en el 2016 se pasó al 12" (por una cara, eso sí) y publicó vinilo como JN and the Blue Screens. Es de suponer que cada cambio de nombre se refiere a la persona que le acompaña en cada disco. Y, como ya tocaba nueva referencia, ahora Cuerdas Fuera se encarga de sacar este 7" con the DC10S, que no es otra que Kika (Teclista de Von Grapa y Tetallica, casi nada).
El disco contiene cuatro canciones de purito Synth Punk ochentero que recuerdan inevitablemente a Devo o a unos Units más cachondos y coloridos, pero sin ser para nada una copia. En algunos ritmos frenéticos de las cajas de ritmo recuerdan también a Sigue Sigue Sputnik, pero sin toda la colección abusiva y disruptiva de samplers que metían aquellos. Digamos que su estilo es más lineal y previsible que el de SSS, lo que es fácil de comprobar ya que antes de que termine cada tema ya te sabes la canción. En ese sentido también la forma de cantar puede darse un aire a los Spits, pero no así los sintes y ruiditos, que aquí llevan un papel protagonista y un poco más complejo que el simple hilo básico que metían los americanos al principio de su carrera.
Lógicamente el sonido Synth emparenta este proyecto a bandas actuales como Coneheads, Ausmuteants o Digital Leather, pero es meramente una cuestión de sonido ya que el estilo es, como ya he dicho, más ochentero clásico y poco dado a las sorpresas o la experimentación. Y, definitivamente, no tiene nada que ver con la seriedad de Digital Leather. Como pudimos comprobar en directo el otro día, en donde tuvieron que hacer muchos bises porque el público no se cansaba, Johnny Notebook and the DC10S son tan divertidos o más que los Coneheads, pero pisan firme un suelo perfectamente cementado.
Cuatro temas que pasan en un suspiro y que te dejan con muchas ganas de más. Una inyección de energía y buen rollo tanto para levantarte por la mañana y afrontar el día con un sonrisa como para ponértelo por la noche antes de salir a quemar la ciudad. Nada nuevo bajo el sol pero está hecho con ganas y con mucha, muchísima puntería y eso se nota. Aciertan de pleno en la diana.
Discazo.
Mgrtn.
Dwarves / Surfbort (7", Riot Style, Greedy)
Me pillé este 7" en el concierto de Surfbort (aquí puedes leer mi crítica) que estaba a 10 eurazos. Dos putas canciones,10 euros. Aunque si tenemos en cuenta el mamoneo que hay con los 7"s de Dwarves que, según salen al mercado, ya hay algunos buitres hijos de la grandísima puta que los ponen a 30 o 40 euros en discogs, a lo mejor hasta estaba barato. Con estas mierdas uno llega a pensar si este tipo de ediciones no son más que una forma de hacer negocio, de sacarle un 1000% de beneficios a un producto que últimamente vale solo lo que el plástico y el cartón valga ya que la calidad de las canciones de los Dwarves han bajado tanto que podemos hablar casi, casi, de mierda pura. En cualquier caso al final me lo regalaron los Surfbort, que resultaron ser más majos que las pesetas (qué expresión más antigua, ¿no?). Pero vamos que me parece un robo.
Los Dwarves, como ya habréis ido leyendo los fieles a este blog, de ser uno de mis grupos favoritos en los 90, han pasado, tras sus múltiples reencarnaciones y resurrecciones, a convertirse en una parodia mala de sí mismos, que solo sacan discos por aquello de sacarse unas perrillas y no trabajar de verdad, je.
El tema que meten aquí no lo desmiente. Además, es uno de sus temas más heavies, con esa vena rocosa tan manida y absurda que usan a veces. Si al menos fuese uno de sus temas melódicos igual se podría salvar, que de vez en cuando les sale alguno bueno, pero no es el caso.
El tema lo canta, a medias con Blag Dahlia, Stacey Dee (Bad Cop/Bad Cop, Knives and Gasoline...), el último fichaje de los Dwarves. Lo cierto es que se come con patatas la interpretación de él, pero no deja de ser una de esas voces de roquera malota haciendo como que canta bien (oh yeah) tan trillada y tan repugnante.
Pero bueno, en ese estilo hay que reconocer que la chica se defiende, aunque con limitaciones. Puede que a los más rocones les mole.
Y supongo que la voz femenina era la excusa para compartir split con Surfbort. Ya sabes "voz de chica", esa género en sí mismo...
Fetus, el tema de Surbort, dedicado a Donald Trump, también tiene voz femenina, claro, pero mil veces mejor, con más estilo, con más gracia. Una prueba de que se puede sonar "desagradable" de otra manera, sin tener que irte al "oh yeah" roqueril.
Es un tema de los veloces, por suerte (los más calmados de Surfbort me gustan menos), aunque igual no llega a los niveles de excelencia de sus primeros trabajos, pero sí le meten mucha caña. Hay que tener en cuenta que la banda es prácticamente otra ya con tanto cambio de formación.
Como digo la canción es de las rapiditas, aunque hay varios cambios de ritmo y hasta algunas paradas. Todas las partes de la canción son Punk, o casi HC, clásico, pero la forma de conectar los trozos, que parecen canciones distintas, resulta cortante y curiosa. Vamos que cuando te has metido en la estrofa veloz y fluida te saltan con un estribillo inesperado que te obliga reorganizar el oído. Me gusta bastante.
Tú veras si te merece la pena desembolsar la pasta por un solo tema bueno. Si te sirve de ayuda el vinilo es rosa y en la contraportada sale la pierna peluda de Dani Miller (la cantante) aplastando el plátano.
Mgrtn.
Buen trabajo!!!
ResponderEliminargracias
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