viernes, 15 de julio de 2022

Críticas 261: Maze, The Mind, Silicon Prairie



M.A.Z.E.: “II” (LP, Lumpy Records)

Segundo 12” de estos favoritísimos japoneses y uno de los tres últimos LPs que sacó el,

también favoritísimo, sello el año pasado.

Lo cierto es que no hay noticias de Lumpy Records en lo que llevamos de 2022 y, si bien es cierto que tras la pandemia la etiqueta ha bajado mucho su ritmo de producción (de sacar una quincena de referencias anuales ha pasado a sacar solo 4 0 5). Resulta preocupante que en lo que llevamos de año aún no haya nada nuevo.

¿Estamos ante un descanso o ante el fin del sello? ¿O, es más “grave” y hablamos del fin de una época?
Y es que, aunque la escena actual de Weird Punk parece gozar de muy buena salud todavía (al menos en lo referente al volumen ingente de grupos nuevos cada que salen cada semana), es cierto que se acusan, desde hace tiempo, ciertas dosis de cansancio y falta de ideas, siendo la mayoría de los grupos fotocopias de los que “inventaron” el rollo hace ya casi una década.

Pero bueno, mientras esperamos el cambio (o no) de guardia, vamos con el disco de M.A.Z.E.
Ya comenté a finales del 2019 por aquí su primer 12” y un 7” previo compartido con Nicfit. Decíamos que si bien en el 7” se mostraban más gamberros, más en la línea habitual de Lumpy, en el 12” se tornan más melancólicos y sensibles, bajando la velocidad y amplificando su encanto naif.

Pues bien, en este nuevo LP retornan al gamberrismo saltarín, volviendo a acelerar los temas y ofreciéndonos una deliciosa muestra de Naif Weird Punk, con esas instrumentaciones infantiles y locatis y esa voz de niña revoltosa tan encantadora.

Vuelvo a repetir lo que dije hace tres años, me siguen recordando mucho a bandas femeninas actuales europeas como Decibelles, Maraudeur, Massicot o Staches.

En definitiva, un placer para los oídos, si no te incomoda el toque raruno, A mí me flipan. 

Mgrtn.




The Mind: “Open up the window and leave your body” (LP, Lumpy Records)

Segundo LP (el primer lo sacó Drunken Sailor en el 2019), también, de estos chicos de la América profunda que viven en ciudades distintas y, también, una de las últimas referencias de Lumpy del año pasado.
Con gente (sobre todo Steve Peffer que lleva dando mucha guerra desde finales de los 90) que ha estado/está en mil grupos del rollito de Folded Shirts, Homostupids, 9 Shock Terror, Mormons, The Cowboy, Slurred Oak, Uranium Orchad y un montón más.

La verdad es que antes de comprar un disco nunca lo escucho entero, me basta un par de segunditos para decidirme y, me imagino, que este lo escuché en su momento, antes de apuntarlo en mi wishlist, pero también creo que me fié demasiado de que era un disco de Lumpy y di muchas cosas por hechas, je. O puede que escuchase el bandcamp del primer LP (Druken Sailor), que por lo que veo tiene más pegada.

Vamos que si en vez de diez segundos hubiese escuchado 2 minutos, así saltando entre canciones, igual no me lo hubiese pillado. La portada desde luego no invitaba a ello. Gajes del oficio, supongo.

Y no es que no me guste el disco, que es bastante agradecido de escuchar, es que, más bien, no es lo que espero de un sello como este y que, dada la cantidad de discos que me quiero pillar, los de este estilo musical no están entre mis prioridades.

Es un disco que nada tiene que ver con el Punk.
Un disco muy ambiental, de desarrollos experimentales con cierto toque industrial en ocasiones, pero excesivamente calmado y amable. Ciertos elementos disruptivos (lo más interesante) quedan enterrados con almohadas de distorsiones suaves y la voz de ella (aunque canta de puta madre) no es mi rollo en absoluto: demasiado melodiosa y empalagosa.

Si te lees la hoja promocional así por encima y te paras en determinadas palabras como partículas en suspensión, Himalaya, inteligencia artificial, misterio... todo cobra bastante más sentido. Y si te pones el disco por la noche con la luz apagada antes de dormir, me imagino que gana muchos enteros.

De hecho con las sucesivas escuchas va entrando mejor. Preguntadme dentro de un tiempo...

Mgrtn.




Silicone Paririe: “My life in the silicone prairie” (LP, Feel It Records)

LP debut (tras un single digital en 2020) del proyecto en solitario de Ian Temple (Warm Bodies, Natural Man, Petroleum, The Fog y un buen puñadito más de bandas), editado por Feel It el año pasado.

El álbum recoge grabaciones del 2019 y del 2020 que oscilan entre el Synth Punk con toques Weird y el Pop excesivamente amable y/o sesentero, pasando por el Power Pop, algún ramalazo country, soniditos de Arcade japonés, ambientes en gravedad cero y mogollón de cosas más, casi siempre tamizado por cierto aire retrofuturista.

Por lo ecléctico de la propuesta, me recuerda al disco en solitario de Jake Ausmuteant (Alien Nosejob), que tiene temas muy chulos, que me flipan y otros demasiado jipiosos que me horrorizan. En este caso ni los mejores temas me flipan tantísimo, ni los peores me horrorizan de esa manera.

Como cabía esperar, los temas que más me gustan son los que apuestan por la velocidad, el Punk y movidas más rarunas.
Entiendo que el tío es un gran músico y que controla muchos estilos y tiene muchas influencias de muy diverso pelaje, pero la verdad es que mostrarlas todas en el mismo disco resulta un poco cargante.

¿Que puede que estemos ante otro caso de disco que tendría que haber escuchado un poquito más antes de pillármelo? Pues puede que sí. Lo cierto es que siempre doy por hecho que la primera canción de un disco (la segunda si es una intro la anterior) es una muestra fiel de todo lo que te vas a encontrar dentro. Y lo cierto es que suele ser así, pero a veces, pues ya veis...
Aunque, ni con estas voy a dejar de seguir haciendo lo mismo, que me conozco.

En cualquier caso, doy por buenas la canciones que me gustan y listo. ¿Que preferiría tenerlas juntas en una sola cara? Sí, pero yo no decido el orden de los discos de otros grupos.

Lo recomiendo, eso sí, solo a gente con gustos muy eclécticos, gente “muy abierta”, je. 

Mgrtn.