miércoles, 13 de septiembre de 2023

Críticas 280: Gauze, The Pianica, Souk.


Vamos hoy con algunos discos japoneses. Llevaba un tiempo detrás de ellos y me he tenido que ir al puto Tokio a comprarlos. Ya iré poniendo alguno más en futuras entradas.

Gauze: 言いたかねえけど目(LP, XXX Records)

Sexto y último LP de esta banda japonesa icónica formada en 1981 y que, tras 40 años, cerraba su carrera en 2021 con este disco. Sobran todas las presentaciones, ¿no? No creo que haga falta decir cosas como “buque insignia del HC Punk”, “irrepetibles”, “únicos”, “brillantes”, “leyenda”, “jefazos absolutos...”, pero bueno ahí queda por si acaso.

Pues eso, que por fin me he hecho con el disco que me faltaba.
La verdad es que un disco nuevo de una banda de los 80 a estas alturas da mucho miedo, sobre todo cuando el grueso de su trabajo, y sus discos más emblemáticos por ende, se firmaron en aquella época. Suelen ser discos de compromiso y “maduros” que no hay por donde cogerlos.
Y si tenemos en cuenta que la banda ya apareció en 1997 para firmar un cuarto LP y 10 años después para sacar el quinto, y en esta ocasión hemos tenido que esperar 14 añitos, la cosa no pintaba del todo bien. Pero lo cierto es que Gauze no son ni una banda cualquiera ni unos oportunistas y nunca han decepcionado en sus entregas. Y, en efecto, con esta última entrega (el grupo ha dado por finiquitada su carrera en 2022, un año después), por tardía que sea, no sólo se mantienen en la puta cresta de la ola si no que se salen por todos los lados.

Y es que no tienen absolutamente nada que envidiar a las bandas de jóvenes actuales que se dejan la vida, los dedos, los músculos y las gargantas en sus discos de debut.
De hecho creo que están muy por encima de la media, si no en el puto puesto número 1, y que tienen mucho que enseñar, como maestros que son, a todos los grupos del momento.

Sonido totalmente acojonante, compacto y potente a más no poder y es que la experiencia es un grado y se nota, además de que no son iguales los medios de los que disponían entonces y que los actuales.
Si que es verdad que el primer disco, por ejemplo, tiene un sonido más apagado y que ahora saben perfectamente a donde van y cómo llegar allí y sacarle más partido a todo.

Aunque también es cierto que por mucho que mejore el sonido del grupo, la inocencia y el amateurismo de los primeras grabaciones tienen una magia que no se puede reproducir ni igualar. Eso pasa con todos los grupos, vamos.

La voz de Fugu en perfecta forma, tan flipante como siempre, y el disco tiene una caña abrasadora de las que te peinan para atrás en cuanto la aguja toca el plato.
Fieles a su clásico estilo personal de estallidos entrecortados (aunque bastante depurado y afinado a lo largo del tiempo y con otro batería, claro), cada canción parece una serie de puñetazos continuos en la cara del oyente, con sólo un leve respiro para un pequeño cambio o una pausa mínima (magistrales como siempre) para dejarte con el culo torcido y volver a machacarte a hostias.

Hay canciones incluso en las que cogen incluso más velocidad y desatan más violencia que en las de sus primeros discos (o eso me parece). Lo importante siempre ha sido la velocidad, ¿no?

Vamos que no sólo no tienen que envidiar a ninguna banda actual en cuanto a mala leche y dar caña a saco, si no que no tienen nada que envidiar a la mayoría de sus discos.
Lo único que los dos primeros (junto a las grabaciones previas para el recopilatorio City Rockers) son obras de arte mitiquísimas, plagadas de clásicos, que pese a sus defectos o precisamente por ellos, han perdurado y perduraran siempre en la historia del HC y este

sexto LP pasará un poco desapercibido. Pero sólo porque este es de 2021 y los otros del 85 y 86 respectivamente. Es lo que tiene llegar primero y sentar las bases, ¿no?

Discazo de los que ya no se ven y como sólo ellos saben hacer. 

Mgrtn.




The Pianica: S/T (7”, Mangrove)

Este grupo tokiota sobrevive a base de CD-Rs autoeditados, lo que es una costumbre nipona que me encanta porque a la moda esa de los casetes le sigo sin ver sentido alguno. Desde 2019, año en el que se formaron, hasta ahora han sacados tres demos en ese formato y, entre medias, en 2021, este 7” que el sello Mangrove, con base en Koenji, ha tenido el acierto de lanzar.

Con miembros de los desaparecidos Jhonetu-X y de Souk (comento más abajo su debut) y alternando el japonés con el inglés, la banda se despacha 6 temas de Punk y HC Punk en un suspiro.
En líneas generales se muestran muy deudores de los primeros 80, sobre todo en las partes más veloces y agresivas (al borde del caos en ocasiones). Pero saben darle un toque personal en la mitad de los temas, recurriendo a dibujos de guitarra un tanto “surferas” pero apartándose del clasicismo y cabalgando olas más psicóticas a lo Dead Kennedys aunque con cierta originalidad y aroma a Weird Punk semidesafinado.

Me flipa sobre todo la voz cuando se torna menos gruesa, más aguda y vacilona y molesta mucho más en el oído. No sé si cuidadosamente descuidada o simplemente descuida sin más, pero muy chula.

Muy buen disco. 

Mgrtn.




Souk: “3 Songs” (7”, Hikan Label)

Gente de Tokio también que toca en otras bandas como los arriba comentados The Pianica, Her Vomit is Modern, Klonns... y que cuenta en sus filas, nada más y nada menos que, con Tanji, bajista de mis adorados M.A.Z.E. y con Hisane Kobari, la cantante y guitarrista de los flipantes No No No (de los que me pillé, por cierto, el brillante recopilatorio de Break The Records en el que participan, pero que ya no comento aquí por ser un disco pre pandemia y, por tanto, poco actual, pero que os recomiendo efusivamente).

Tras una demo en 2021, este mismo año Souk dan a luz este 7” de tres canciones gracias al sello que suele editar los trabajos de No No No entre otros.

La voz de Hisane es sencillamente alucinante y se basta ella solita para sostener toda la carga del disco. Atrás queda la agresividad HC de la que hacía gala en su anterior banda y, sorpresa, nos ofrece todo un abanico de matices y texturas bastante rico e increíblemente hipnótico del que es imposible no enamorarse. Pero es que la parte instrumental no se queda atrás...

Firman un disco de Post Punk bastante tranquilito en donde es inevitable descubrir bastantes puntos en común con bandas japonesas de la New Wave del estilo de los P-Model o los Plastics, pero actualizando todo aquello (sin atender a las modas actuales, eso sí) y llevándoselo a su terreno.

Es inevitable pensar en las composiciones más minimalistas y “bonitas” de M.A.Z.E., por supuesto.

Si bien, la segunda canción, la más corta de las tres, sí que rompe la relativa tranquilidad del 7” para estallar en un estribillo de Punk cabreado y deliciosamente delicioso (válgame la redundancia) a la vez.

Muy escuchable, incluso por todo tipo de público, y muy adictivo. Genial. 

Mgrtn.