miércoles, 27 de noviembre de 2024

Críticas 293: Billiam, Chain Cult, Colegio


Billiam: “Animation Cell” (LP, Erse Theke Tonträger)

Tuvimos hace poco en Madrid el placer de disfrutar del directo de este jovencito, pero ya

mítico, Punk australiano que se ha abierto un hueco en la escena actual consiguiendo

destacar entre tanto grupo nuevo, tanto con sus proyectos en solitario como con sus bandas

Verminator y nuestros queridos Disco Junk (que ya comenté en el blog en 2020).


Tras un concierto bastante bueno y salvaje, acompañado de una banda más que solvente,

pude adquirir esta copia de su segundo LP. La versión de ETT para Europa. En Australia lo

saca Legless.


Además de dos LPs, tiene en su haber más de 15 casetes y algún que otro 7”, casi nada…

El disco suena mucho a lo que es, a proyecto en solitario de “personaje” australiano. Eso sí,

un poquito más homogéneo que los trabajos de Alien Nos Job, jeje.

Es verdad que son discos que se cuecen en casa, donde se pasa mucho tiempo con uno

mismo, y esto da bastante lugar a experimentar más y a meter multitud de arreglos aquí y

allá. Por lo que al final, son proyectos que pecan un poco de sobreproducidos y/o

recargados.

Aunque si miramos el vaso medio lleno, podemos hablar de un disco plagado de matices y

de mucho colorido, je.


Se trata de un buen LP,, hecho con muchas ganas, que rezuma juventud por todos los lados,

y en el que todas las canciones suman algo. Canciones que ya venían apuntadas en

anteriores trabajos y que siguen la evolución lógica del proyecto.


Se nota, por lo tanto, que existe un sedimento que se va pegando en todos los temas del

disco, creando un estilo propio y reconocible, un estilo más calmado y amable, en definitiva,

una zona de confort a la que volver una y otra vez.

Pero, pese a ello, aún hay bastantes momentos de regresión a la locura y al salvajismo

iniciales. Vamos, que no ha abandonado para nada su vena más Punk y agresiva.

Así, hay temas más irritantes y locatis y otros más serenos, poperos y “estándar”. Se acelera,

se ralentiza, se pone rabioso o se vuelve “formalito”, pero siempre con muy buen ojo y

muchas tablas.


En definitiva un disco de Punk actual que oscila como una brújula entre el Weird Punk, el

Synth Punk y el Punk Pop, que suena muchas veces, sí, a Ausmuteans, pero que, cada vez

más, suena a Billiam.


Mola.


Mgrtn.




Chain Cult: “Harm reduction” (LP, La Vida Es un Mus)


Segundo LP de la banda, o tercero si contamos la demo del 2018 que se editó en 12”.

Lo cierto es que sus anteriores trabajos ya habían dejado el listón bastante alto, aún así esta

nueva entrega se sitúa a la altura de sus predecesoras.


No es un disco que nos descubra nada nuevo, pues los de Atenas ya habían puesto encima

de la mesa sus cartas desde el comienzo. Se trata más bien de un disco de consolidación,

que nos muestra nuevamente al trío, perfectamente engrasado, como una de las bandas

más solventes del Post Punk actual, tanto en directo como en estudio.


Siguen pues practicando un Post Punk oscuro y vigoroso de primera calidad.

En donde destacan esas exquisitas guitarras, muy de género, sí, y también deudoras de

finales de los 70, pero que ejecutan unas líneas conductoras tan limpias, tan impecables y de

tanta belleza que te tienes que callar.

Y esas brillantes y certeras melodías vocales, tan rudas, de las de cantar brazo en alto, tan

llenas de melancolía y angustia…


En definitiva, 8 himnos entre los que es imposible elegir un single, pero si tenemos que

decidirnos por uno, supongo que Concrete Wind, que cierra el disco y también es la más hoolingan, podría ser hit.


Otro gran disco de los de escuchar en bucle una y otra vez.


Mgrtn.




Colegio: S/T (LP, Delia Records / Zaragoza Desorden / Little Jan’s Hammer / Roclin’

Bracket Rekkids / Chinavi Records)


La verdad es que escuché un ratito el bandcamp de esta banda hace algunos meses y no

me dijo demasiado en ese momento o se me olvido hacer el pantallazo correspondiente para

luego revisarlo. Total que ya los tenía “descartados”, hasta que estuve el otro día en Delia y

lo vi en las estanterías, ademas a un precio muy bueno de los que ya parecen imposibles (es

un robo lo que cuestan ya los LPs nuevos) y me lo pillé. El mozo que atendía me los

recomendó muy efusivamente y debo reconocer que salí de la tienda a escuchar de nuevo el

bandcamp y me convencieron bastante.


Lo cierto es que estamos ante un debut bastante potente, que suena fresco, suena actual y

sueno mucho a banda de Valencia (aunque son de Zaragoza, jeje). De hecho el

planteamiento, los elementos con los que juegan y el resultado final, sin ser igual, me ha

recordado bastante a Hogar (ya comenté en este blog su LP de debut hace un par de años).

Lo digo por aquello de cantar en castellano, hacer Punk, en apariencia, simple, con poca

distorsión, bastante melodía y sonando a “grupo de ahora”.


Practican un Punk directo y sin lavado de cara que va desde la sencillez de unas melodías

pop “bonitas” hasta cierta angulosidad abstracta propia del Post Punk inglés en sus inicios.

Pero sin ser para nada un grupo de revival.


Ya digo que suenan bastante a Punk moderno de ahora, sin adentrarse (por fortuna) en el

infierno repetitivo en el que se ha convertido la escena Egg actual.


Alternan pues canciones más cálidas y convencionales con otras más frías y retorcidas y, en

ocasiones, algo oscuras. Tanto es así que me atrevería a decir que hay dos compositores en

la banda (o uno con doble personalidad).

Me gustan más estas últimas canciones, pero tampoco desmerecen las más “normales”, ni

desentonan en el conjunto final.


Colegio nos ofrecen pues un producto limpio, pulido y ligero, al que quizás le falte un poco de

mala leche para mi gusto, pero que, sin duda, entra muy bien y deja muy buen sabor de

boca. 

Tanto es así que cuando acaba el disco lo quieres poner otra vez.


Mgrtn.


martes, 8 de octubre de 2024

Críticas 292: Sihir, Frustration, Klonns



Sihir: “Ular akan payuk” (LP, La Vida Es Un Mus)

El debut de Sihir me ha gustado mucho y lo considero uno de los pocos discos (de un grupo nuevo) que han salido este año que me parecen realmente buenos.
Y no es que descubran la pólvora ni que vayan a revolucionar el panorama, pero al menos no me suena a “repetido” como me sucede con gran parte del material que sale últimamente. Y, desde luego, consigue estimular determinadas zonas de mi cerebro que estaban un poco dormidas desde principios de año.

Se trata de un cuarteto de Berlín con miembros de países tan dispares como Colombia, Indonesia, España y Suecia. Y este, como ya he apuntado, es su primer disco.

Practican un Hard Core bastante salvaje que, al estar cantado en malayo y con voz femenina, recuerda inevitablemente a los excelentes Sial. Pero no son un clon de los de Singapur, sin más; aportan bastantes cositas chulas de cosecha propia.

Abren el disco con un instrumental que combina elementos folklóricos disonantes con ritmos tribales que, en seguida, cabalgan sobre una especia de marcha militar Post Punk para desembocar en un rollo semi industrial bastante guapo.
La penúltima canción también es instrumental pero es más atmosférica. Vuelven los ritmos tribales y nos introducen de lleno en la jungla. Una jungla oscura y venenosa, plagada de estallidos extraños y sobrecogedores. Muy guay.

El resto de los temas, ya cantados todos, son menos originales, pero molan bastante y tienen mucha miga. Se centran en el Hard Core visceral, destacando los cambios de ritmo arriesgados y la cacofonía que logran en muchas ocasiones.

Los gritos de rabia, los acoples, las disonancias y el caos más despiadado se adueñan por momentos de las canciones y resulta delicioso al oído del que busca lo molesto, lo desagradable, el Punk en definitiva.

En resumen, 9 temas que pasan en apenas 15 minutos que te harán sentir que estas corriendo al borde del abismo por un acantilado en llamas y que, en cualquier momento, puedes perder pie y caer al vacío.

Muy muy bueno. 

Mgrtn.




Frustration: “Our decisions” (LP, Born Bad)
Sexto LP ya (o séptimo 12” si lo prefieres) para la veterana banda de París. 22 añitos

dándole al Post Punk y ahí continúan en perfecta forma y súper engrasados.

El problema con los grupos tan longevos es que acaban perdiendo la frescura, cambiando de estilo hasta resultar irreconocibles o convirtiéndose en una mala caricatura de sí mismos. Pero a Frustration no les pasa ninguna de estas cosas. Han vuelto a firmar un disco perfecto de principio a fin y demuestran una buena salud envidiable.

También es cierto que se han tomado cinco años desde el último LP. Pero si el resultado es esto, como si se toman 10 años para el próximo.

¿Cuánto más podrán seguir estirando el chicle? Pues no lo sé, pero estoy convencido de que antes de entregar un disco malo, llegado su momento, se separarán.

Por supuesto, el disco sigue sonando a Frustration por los cuatro costados. Es inevitable con la voz de Fabrice al frente y con la solidez que demuestran todos como instrumentistas. Pero no es un disco que se limita a ser una entrega más, es un disco que crece y nos ofrece novedades y, sobre todo, canciones perfectas y rotundas, sin ninguna fisura.

Es lo que se siempre han hecho, ir creciendo en cada entrega. Pasaron del Post Punk más clásico a lo Joy Division, mostrándose marciales y combativos a lo Crisis (no en vano escogieron el nombre de la banda del título de una canción de estos) a un Post Punk más anguloso, incluso al Art Punk en ocasiones, para comenzar a alternar ambos estilos. Y esto es lo que nos ofrecen en este LP.

Una rica muestra de sus habilidades en todas las ramas del Post Punk sin perder de vista ni la oscuridad que siempre les acompaña, ni esa frialdad mecánica envuelta en una más que rotunda calidez, marca de la casa.

Alteran temas más enérgicos con medios tiempos también muy potentes, todos sonando, como ya he dicho, a Frustration por los cuatro costados. Esa tensión que desemboca en estallidos de ira que tan bien se les da... Brutales.
Pero hay dos temas que llaman la atención por encima de todos, quizás por salirse un poco de su estilo.

Uno de ellos es Vorbei, un delicioso tema atmosférico y robótico a la vez, bastante calmado, en el que cuentan con la voz de Anne (de Hammershoi) que canta a dúo con un Fabrice que usa un registro más grave de lo habitual y con un toque, se podría decir que, hasta romántico.

Ya contaron en la anterior entrega (So Cold Streams, 2019) con la colaboración en plan dueto de Jason Williamson (Sleaford Mods) y parece que les ha gustado el experimento.

Y el otro tema es un total y absoluto bombazo que promete ser de los más demandados en sus próximos conciertos. Se trata de Riptide, la canción que abre la cara B.
Sin dejar de ser ellos mismos, echan un vistazo a la escena Synth Pop más oscura de los 80 y se cascan un tema con un estribillo con ecos a lo Depeche Mode o incluso, ejem, al Shout de Tears For Fears. Pero despojando todo aquello de su cobertura ultra comercial, atacando con una base rítmica más industrial y áspera sin perder, eso sí, una melodía pop que se clava en cualquier cerebro. Una pasada.

Pues eso, no sólo no defraudan, si no que han grabado uno de los discos del año. 

Mgrtn.




Klonns: “Heaven” (LP, Iron Lung Records / Black Hole)

Tras unas cuantas casetes, un puñadito de 7”s y un 12” compartido, ya tenemos aquí el debut en larga duración de esta banda japonesa, editado este mismo año.

Lo cierto es que tenía bastantes ganas de echarles el guante y cuando vi el disco en una tienda de Osaka no me lo pensé.
No obstante, no es del todo lo que esperaba. Lo que había escuchado, grabaciones anteriores a este LP, me parece mucho más ruidoso y desquiciado. Como saben hacer muy bien los japoneses, llevando al límite cualquier estilo.

Así que, esperaba más un amasijo de Hard Core Noise que lo que se nos ofrecen en esta entrega. Aunque también hay que tener en cuenta que la banda se formó en 2016 y es lógica cierta evolución.
A ver, está bastante chulo, sólo que esperaba más ruido. Sí, más todavía, je.

Este es un disco de Hard Core pesado, muy pesado, y contundente, con voces muy duras que en ocasiones rozan lo gutural y con cambios de ritmo, digamos de HC moderno (entendiendo por moderno los años 90). De hecho, a veces suena bastante a lo que se llamó Crossover en aquella época. Un poco (o un mucho) metálico, un poco rapeado...

Además, hay momentos (al principio y al final del disco, básicamente) en los que no tienen miedo de experimentar con la electrónica, ofreciéndonos una visión bastante disruptiva y arriesgada del género que coquetea también con lo industrial. Lo cierto es que son pasajes cortos, pero interesantes. Suenan como si una máquina extraña echase chispas mientras se queman sus circuitos.

“The new wave of japanese hard Core”, así se presentan ellos. Poco más tengo que añadir. 

Mgrtn.

domingo, 29 de septiembre de 2024

Críticas 291: Campamento Rumano, Beta Máximo, Hakan



Campamento Rumano: “Amenaza de paz” (12”, Discos Banana, JGC Producciones, Bowery Records)

Tras los dos 7”s anteriores, aquí tenemos la nueva referencia de la banda de Bilbao/Madrid. Tocaba ya un 12”, ¿no?
Lo primero debo quitarme el sombrero ante el título, “Amenaza de paz” me parece sencillamente magistral.

Lo cierto es que me preguntaba qué tal funcionaría la propuesta en formato larga duración. Y es que practican un Mongo Punk excesivamente sencillo y la voz tira siempre del mismo registro. Pensé que igual podría resultar un poco monótono, pero la verdad es que han sabido salir más que airosos.

Primero porque hacen un poco de “trampa”: al final sólo vienen 7 temas (2 más que en los EPs) y la diferencia de duración no es tanta. De hecho, el disco pasa en un suspiro. ¿Qué cabrían todas las canciones en un 7”? Pues yo creo que sí...
Y, segundo, utilizan un montón de arreglos distintos que ayudan a crear un producto más rico y diverso del que se esperaba.

Y es que, en efecto, aunque la base sigue siendo la misma: un Punk mongoloide simple y bien cuadrado (como han hecho siempre The Spits, aunque sin parecer a ellos, eso sí); al final son los arreglos los que marcan la diferencia. La culpa la tienen unos teclados bastantes acertados y otras movidas bastante de puta madre de las que hablaré más adelante.

Cuando escuché el principio de la primera canción (en internet, desde el móvil y sin prestar la suficiente atención) pensé que se habían pasado un poco al Egg Punk y es que me pareció que tenía un toque Egg. Eso o que, como no dejan de salir grupos idénticos de ese rollo, ya todo me suena a la “ovofotocopia” que nos invade.

Luego, ya con más calma, comprobé que había más del Synth Punk de Sistema de Entretenimiento (por ejemplo) que de Egg.
Y al escuchar ya el segundo tema, que es un poco Los Reactors, la cosa volvió a su sitio, dejando claro que sus influencias están en los grupos de la costa oeste de finales de los 70 y primeros 80.

Por si quedaba alguna duda, los arreglos de saxo e incluso de xilófono (o de sinte con ese sonido), se encargan de confirmarlo. Y, concretamente, el tufillo que desprenden gran parte de los temas nos trae ecos del siempre genial Geza X. De ese exquisito Weird Punk engañosamente infantil del que sin duda beben muchos grupos actuales sabiéndolo o sin saberlo. Vamos que los Campamentos beben claramente de la fuente, del manantial primigenio.

En definitiva, un disco redondo que se hace corto, al que no le sobra ningún tema. Muy disfrutable si te gusta todo aquello y/o el Punk sencillo y divertido.
Si buscas algo más sesudo o poético, este no es tu grupo. Aunque supongo que por el nombre de la banda ya lo habías adivinado.

Mgrtn.





Beta Máximo: “Ataque Frontal” (7”, JGC Producciones / Discos Banana) / Sencillos 22- 24 (7”, Jarama 45RPM Records)

No contento con uno, el marciano responsable de esta peculiar one man band nos ataca frontalmente con un par de 7”s: sus debuts en vinilo, tras un montoncito de casetes y lanzamientos digitales previos. Además, cada disco contiene seis temas. Así que aquí tienes 12 canciones para que tu plato conozca por fin a este fulano.

Los temas de Ataque Frontal son nuevos y grabados expresamente para el 7” de JGC y Banana, mientras que los chicos de Jarama recopilan canciones previamente grabadas y que ya aparecieron, o bien en cinta o bien en el bandcamp, durante los dos años de vida que lleva el proyecto.
A destacar la excelente portada de Skip’o’Neal del primer 7”. Eso sí, no te pienses que vas a encontrar a un grupo de Dungeon Metal, je.

Y aunque, como ya he dicho, son sólo dos años de vida (bastante prolíficos, eso sí) los que tiene el proyecto, lo cierto es que se puede apreciar una evolución considerable. Empezaré, por ello, comentando primero el disco que recopila los temas “antiguos”, pese a que, cronológicamente, salió un poco antes el otro.

En Sencillos 22-24 nos encontramos con un Beta Máximo mucho más popero. De hecho, el que lo saque Jarama no es baladí.
Son temas de Synth Punk Pop veloz con melodías muy pegajosas. Temas que van acercándose, según va avanzado el disco (sobre todo en la cara B), en cuanto a sonoridad y urgencia, al actual Egg Punk, pero sin la vena Weird necesaria para entrar de lleno en el género.

Vamos que son canciones de Pop sencillo y divertido bastante chiclosas y aceleradas con letras un tanto mongólicas y un sinte retro futurista muy protagonista sobrevolando por encima de todo.

Destaca, por ser el tema más diferente, “Te veo el diecisiete”, en donde BM muestra su vena más intimista y la melodía de voz roza el Indie o, directamente, se mete de cabeza en él. Pese a no ser mi rollo y que de primeras me quedo con las 5 canciones restantes, he de reconocer que es bastante melancólica y pegadiza y que, al final, igual es la que te apetece ponerte otra vez.

En Ataque Frontal cambian las tornas. BM, como la portada ya avanza, se endurece bastante, abandonando el Pop. Pero tranquilos, como ya he dicho antes, no se vuelve Heavy. Ni siquiera en “Duros como el Metal”, aunque dura, lo que se dice dura, es un rato.

El disco es bastante más homogéneo y cañero que el de Jarama. Aunque la esencia sigue siendo la misma: Synth Punk melódico, acelerado y saltarín.
Pero las bases se tornan más mecánicas y machaconas y la voz, definitivamente más áspera y más dura. También las letras cambian de tercio y abandonan el mongolismo y los enamoramientos, para ofrecernos un estilo más adusto y
... ¿existencialista?

canciones definitivamente más agresivas que sus temas previos, pero sin abandonar las melodías y la parte divertida, y en definitiva la esencia.

Tú eliges: ¿Te gusta más popero o más duro?
Aunque tampoco tienes que elegir y te puedes pillar los dos, que seria lo suyo.

Mgrtn.


Hakan: “EP#2” (7”, Jarama 45RPM Records)

Otro pildorita de Punk Pop cortesía de los chicos de Jarama, que ahí siguen en la brecha y fieles a sus principios. Incluso en estos tiempos en los que las plataformas y esas mierdas hacen que cada día sea más difícil vender un puto 7”...

Hakan son un trío de Bérgamo que empezó su andadura en 2015 y que tienen a sus espaldas 4 LPs y dos 7”s, contando este que comento aquí que es su último trabajo hasta la fecha.

Y pese a que son de este siglo y este EP es de este mismo año, lo cierto es que si metes el disco en una carpeta fechada a mediados de los 90, nadie lo pondría en duda.
Así que ya sabes por donde van los tiros. Punk Pop noventero rollo Lookout, Honest Don’s, Dr. Strange Records
...

Los italianos nos ofrecen 6 canciones de factura impecable y melodías exquisitas, la mayoría bastante cortas, alternando entre medios tiempos más melancólicos y temitas más rápidos y revoltosos.

Más de una canción me ha recordado, en los dos primeros segundos, a los Queers, pero he desechado la idea enseguida y mi mente ha volado hacia grupos más melancólicos del Canadá de aquellos años, para, inmediatamente después volver a los EEUU, a las playas de California.

Como los temas son cortos, enseguida viene otro con un aire retro muy Highschool 50’s. Muy de cómo se veían los 50 en los 90, vamos.
En ocasiones, muestran pequeños ramalazos de los Ramones más puros, despojándoles de toda la cobertura noventera con la que les revisitaban los grupos de aquel entonces, pero sólo para volver a zambullirse de lleno en los 90 o para entrar en la banda sonora de una serie de Hanna Barbera.

Muchas sensaciones, muchas influencias, pero no te creas que en plan batiburrillo. Todo está perfectamente colocado y el producto final resulta bastante homogéneo y creíble.

Lo dicho, canciones redondas para recordar una etapa que nos devuelve a tiempos mejores. 

Mgrtn.

jueves, 4 de julio de 2024

Críticas 290: Busted Head Racket, Snooper, Las Ratapunks, LBM



Busted Head Racket “Go! Go! Go!” (LP, Erste Theke Tonträger )

Nuestro sello alemán favorito vuelve a la carga con el primer LP de esta banda australiana. Tras tres casetes, una convertida en 7” y otra en 10”, ahora les tocaba estrenarse en formato 12”.

Cuando cada vez más gente piensa (pensamos) que el Egg Punk está ya superado y que hay demasiados grupos haciendo exactamente lo mismo, siempre se encuentra algo de esperanza con alguna banda que se desmarca un poco. Y eso es exactamente lo que se comentaba el otro día, en el Wurli, durante el concierto de estos chavales.

BHR consiguieron convencer a propios y extraños, pese a las reticencias de la gente, que, como digo, empiezan a mostrar cierto hartazgo con el subgénero de marras. El secreto supongo que está en que son Egg pero no se limitan sólo a eso. Saben entrar y salir con soltura del estilo sin perder su identidad.

Y, todo sea dicho, dieron un recital bastante decente. Al menos la primera parte que pude seguir con entusiasmo, hasta que una mala caída me obligó a escuchar el resto desde el pasillo del baño en cuclillas. (Lo cierto es que casi me mato, pero ya estoy bien).

En directo, como suele pasar, ofrecieron una cara más agresiva que en el disco, pero tampoco se distanciaron demasiado de las canciones plasmadas en este LP. Canciones que transpiran un aire naif, marcado por la voz infantiloide de la cantante y guitarrista, y por unos teclados saltarines y un tanto enrarecidos que crean una atmósfera festiva.

El resultado es un refrito del Egg Punk de estos últimos 10 años con bastantes referencias al pasado. Entrando y saliendo constantemente, como ya he apuntado, del estilo. Y es que se nota que, aunque sean muy jóvenes, han mamado también del Synth Punk del siglo pasado y no se limitan a fotocopiar a las bandas de ahora sin mirar atrás. Se molestan en buscar las raíces y eso siempre es enriquecedor.

Prueba irrefutable de ello es la clase que demuestran al aventurarse con una versión del Mind your own business de Delta 5. Y, aunque no me guste del todo el resultado, arriesgan y se la llevan a su terreno, claro que sí.

En ocasiones, cuando se muestran más clásicos y sencillos, me recuerdan a formaciones de principios de este siglo como Nazis From Mars, por esas melodías simplonas pero efectivas con ese toque naif. A veces, incluso, ciertos pasajes son muy pop de los primeros 60. Pero, sobre todo, abundan en el Post Punk 80’s, dulcificándolo y convirtiéndolo en Synth Punk Pop.

Vamos que su secreto, como ya he dicho, es que son una banda de Egg Punk que en el fondo no hacen Egg Punk.

Mgrtn.




Snooper: “Super Snooper” (LP, Third Man Records)

Otra banda que se descolgó por el Wurli hace poco. Menos mal, parece que vamos, poco a poco, normalizando la situación en Madrid y que cada vez nos visitan más grupos, porque llevamos una racha terrible.

Tuvimos suerte de verles en sala pequeña (petada, eso sí), ya que este grupo de Nashville tiene un montón de papeletas para convertirse en the next big thing a nivel mundial. A ver, no van a llegar a ser Otoboke Beaver, pero lo van a intentar. Joder, si hasta hay un texto de Henry Rollings en la pegatina promocional.

Así que, puede que dentro de poco sigan el odioso camino de los festivales, ese camino que se carga la magia DIY de este tipo de escenas. Igual me equivoco pero, de momento, me congratula haberles podido ver en el Wurli.

Y, es que no cabe duda, tiene un directo arrollador; aderezado con cien mil chorraditas y una puesta en escena muy teatral, pero sobre todo, arrollador. Eso no se lo quita nadie.
Snooper llevan en activo desde 2020 y tienen un puñadito de casetes en su haber, amén de un par de singles. Alguno he comentado en estas páginas. Creo recordar que los comparé con Poppets incluso, por lo inocente y popero de la apuesta. Una banda que no iba mucho allá de ser la típica copia de Coneheads con un toque más dulce y tierno.

Pero van evolucionado poco a poco y se van despegando de ese estilo tan inofensivo. Es cierto que, sobre todo en la voz de la cantante, se mantiene ese nivel de ternura e inocencia y que algunos temas siguen sonando mucho a temas anteriores. Pero también es cierto que empiezan a endurecerse (no digamos ya en directo en donde predomina el ruido a todo volumen y los gritos) y a ofrecer composiciones más arriesgadas y originales.
Por supuesto, ahora molan mucho más. Lo único que me molesta es una de las guitarras que a veces se muestra un poco heavy de más y encima la ponen altísima (por suerte no tan alta como en el directo que presencié).

Lo cierto es que el disco está bastante bien. Lo mejor que han grabado hasta la fecha. No es la típica colección de canciones que suenan todas iguales. No es el típico disco de Egg Punk en el que todas las putas canciones ya habían sido escritas por Mark Winter hace 10 años. Cada canción tiene su rollo. Abundan en el Egg, sí, pero comienzan a abarcar más terreno y se han ganado la etiqueta más genérica (y no tan sujeta a la moda) de Weird Punk.

En ocasiones el LP parece un sampler con trozitos de canciones mezclado a lo loco y en el que se cuelan cantidad de sonidos que nada tienen que ver. Y es que a veces es eso mismo, canciones mezcladas o interrumpidas con partes habladas, ruido de maquinaria en una obra, un fragmento robado de un disco country viejo (que me congratulo de no conocer)... Muy muy loco. O muy artístico dirían otros. O, lo que realmente es: una obra fruto de unos nerds de instituto mezclándolo todo en tubos de ensayo.

Me parece bastante rompedor y arriesgado sobre todo para ser su primer LP y en cierta medida su carta de presentación al gran público.

Como ya he comentado, hay canciones muy en la línea de sus grabaciones anteriores, pero hay otras que directamente se salen del mapa. Experimentos, juegos, diabluras, locuras... pero sin olvidar las melodías pop (a veces clásicas, a veces marcianas) y un hilo conductor que da conexión a todo el conjunto.

Y pensar que casi les había puesto la cruz por ser una banda más haciendo lo que hacen mil grupos actualmente.

Muy buen disco. Espero el siguiente y que no se les desinfle el globo. 

Mgrtn.




Las Ratapunks / LBM: S/T (7”, Tvmbalavalla, Entes Anomicos, tercermundistas, SP Discos, Rekor-Dando)

Nos visitaron también estas señoritas desde Perú hace unas semanas. Cuentan en su discografía con un par de casetes y un par de 7”. Este último, editado en España, recoge una grabación fechada en 2021 que salió ya en una de las cintas.

Las Ratapunks practican Punk, sin más etiquetas, ni aditivos, ni leches en vinagre. Se trata de un ejercicio de estilo sencillo y hecho desde el corazón (se nota). Melodías simples pero efectivas y gritos de rabia a partes iguales. 4 canciones de Punk acelerado, casi Hard Core en ocasiones, que destilan desparpajo por todas partes. 

En definitiva, con los primeros 80 como referencia, estas chicas se marcan 4 pepinazos de Punk politizado que aunque, a día de hoy, pueda resultar algo “caducado”, en el fondo no deja de ser tan eficiente como tierno. Y es que, ya sé que no es lo que pretenden, pero no puedes evitar sentir ternura por esta banda. No perdáis nunca esa inocencia tan ochentera, por favor.

Muy guays.

En la otra cara tenemos a LBM. Una banda de sudamericanos residentes en Madrid. Siguen haciendo Punk rabioso, pero no pueden sonar más antagónicos. Su sonido, HC Punk en exceso grueso y gutural es también veloz, pero no hay rastro de melodía y, desde luego, no inspiran ternura para nada ;)

Está bastante bien y son muy contundentes, pero no es mi rollo del todo. 

Mgrtn.