jueves, 30 de diciembre de 2021

Lo mejor de 2021

Bueno, pues toca hacer la lista de lo mejor del 2021. Cada vez más consciente, eso sí, de que mucho de “lo mejor” no llega a salir en vinilo y se queda en casetes o directamente en bandcamp o en youtube, sin tener un formato físico que los “coleccionistas” podamos manosear y almacenar.

Y, encima, con los precios de fabricación cada vez más caros y los interminables plazos de espera que te dan en las fábricas (colapsadas por las multinacionales que se han apuntado al “regreso del vinilo”) ya veremos si no acaba por desaparecer el formato físico definitivamente en unos pocos años. Desde luego, los vinilos ya son casi casi artículos de lujo...

También muy consciente de que por falta de tiempo, oportunidad, la puta pandemia, el puto brexit... este año he comprado menos novedades de las que me hubiese gustado y no he podido adquirir cantidad de discos con muy buena pinta y que, por tanto, no entran en mi lista.

Sea como sea, tengo la wishlit de Discogs petada de referencias de este año que quiero pillarme: The Mind, M.A.Z.E., Mononegatives, Headlice, Gee Tee, White Stains, Cherry Cheeks, Vitriol, Snooper, Illiterates, Home Front...
Espero poder pillarlo el año que viene, si no todo, al menos la mayoría. Aunque, claro, empezarán a salir los discos del 2022 y también me faltan bastante de los años anteriores, más todo lo que compro “antiguo”... O sea, un puto agobio, jajaja.

Así que, vamos ya con la lista de lo mejor que he adquirido y comentado en este blog durante 2021.
Con las ausencias que os he comentado, pero muy seguro de que todos lo que están en la lista son discos de putísima madre.

Quería meter solo los 5 mejores del 2021, pero meto uno más de propina: el segundo LP de Red Red Krovvy, que aunque sea del 2020 lo he comentado este año y la verdad es que es un disco flipante.


LO MEJOR DE 2021

Taqbir: “Victory belongs to those who fight for a right cause” (7”, La Vida Es Un Mus) 

Hambre: S/T (7”, Discos de Mierda / JGC Producciones)

Red Red Krovvy: “Managing” (LP, Helta Skelta, 2020)

Algara: “Absortos en el tedio eterno” (LP, La Vida Es Un Mus)

Ponys Auf Pump: “Wirt Schon Wieder” (LP, Phantom Records) 

Rubber Room: “Chemical Imbalance” (7”, Cuerdas Fuera) 


P.D.

Sí, no incluyo el LP de Amyl and the Sniffers ni otros hypes de mierdas que pueblan las listas de lo mejor del año del Mondo Sonoro y basura similiar. Pero, ojo, no lo hago por seguir a ciegas la máxima de que "lo que sale en Mondo Sonoro es una mierda muy gorda", ni por aquello de "si le gusta a todo el mundo, a mí ya no me gusta". Lo hago porque no incluyo falso Punk en mi lista. A mí no me engañan tan fácilmente. Envolver a un grupo de rock (o de indie pop o de lo que sea) en un bonito envoltorio y ponerle la etiqueta "punk" no les convierte en Punk. Y, por supuesto, que tampoco me he comprado esos discos, ni pienso hacerlo.

Feliz año nuevo.

Mgrtn.

jueves, 23 de diciembre de 2021

Críticas 252: Ratas de Sumatra, Ansiedad Cerebral, Gusano



Gusano: “Niña Santa / Sacrificio” (7”, JGC Producciones, Andalucia Uber Alles, Pifia Records)

Debut de este grupo asturiano con gente de Neura (para mí uno de los mejores grupos del Punk nacional reciente, que no todo va a estar en Valencia, ¿no?).

Se trata de dos canciones que por su raquitismo grueso, sus toques oscuros y sus riffs antiestéticos caminan entre en el Post Punk británico de finales de los 70 y la vanguardia underground de los 90.

Por la voz que recita con un timbre agudo y el aire desestructurado del conjunto pueden recordar vagamente a PIL aunque simplificándoles, despojándoles de su magnánima estridencia, de sus ritmos más bailables y añadiendo un manto negro, ralentizado y siniestroide por encima.

Dos temas bastante interesantes que, pese a su densidad, se hacen cortos y saben a poco. Eso es que son buenos.

Gran aperitivo, a lo que puede estar por venir. 

Mgrtn.




Ratas de Sumatra: “Mal Gusto” (K7, Autoedición)

Tras su demo de 2018 y el Split en 7” junto a Limassa que sacamos en el excelentísimo (ejem) sello Discos de Mierda, este trío malagueño de culo inquieto nos regala los oídos con esta casete autoeditada.
Se sacuden definitivamente el tufillo algo más “rock” que tenían algunas canciones de la demo inicial y se centran, como debe ser, en el Punk. Es más, dan un paso más adelante y se tornan más oscuros por momentos, atreviéndose con el After Punk como en los dos primeros temas que abren la cinta.

La historia ya os la conocéis, pues no descubren nada nuevo y, aunque ahora no sobrevivan demasiadas, siempre ha habido un puñadito de bandas en nuestro país que se han encargado de mantener vivo este legado: un ejercicio puro y duro de revival de Punk ibérico 80’s. Con ese toque mongolo que le dan las voces nasales, aniñadas y vacilonas y con mucho regustillo a KGB y a TNT (la tierra tira mucho), tanto en las partes más oscuras como en las más desenfadadas.

Fruto de sus inquietudes musicales, se atreven también a darle algunos toques Psycho y RNR (y hasta le meten un ritmillo Ska a alguna), lo que le da cierto colorido al artefacto y ayuda a romper con una linealidad que podría resultar un poco repetitiva a lo largo de las 12 canciones que tiene el casete.

Lo que más me gusta es que no son perfectos (aunque ya quisiera yo tocar la mitad de bien, je) y esas pequeñas carencias, junto a lo “cómico” de la voz principal, les da un toque entre desenfadado y caradura que hace que el artefacto en cuestión sea más Punk todavía.

Ojo con el tema Prehistórico Moderno, que ya grabaron en su demo anterior y que es un hit en potencia. Esa melodía de voz es la polla y la canción es todo un tiro. Recuerdo que ya estaba entre mis favoritas para el Split con Limassa, pero no recuerdo qué pasó al final...

Ya lo he dicho antes, ha habido bastantes grupos de este rollo, pero, ahora que parece que escasean, es necesario que alguien mantenga viva la llama. Y la verdad es que es un delicia escuchar estos temas del tirón.

Mil gracias, chicos. 

Mgrtn.




Ansiedad cerebral: “Terapia Cognitivo-Conductual” (K7, Autoedición)

Me he permito cambiar el orden alfabético en esta ocasión porque me era más cómodo comentar esta cinta después de la de Ratas de Sumatra. Y es que Ansiedad Cerebral está formado por 2/3 de Ratas de Sumatra y por otros 2/3 de los ya desaparecidos (y magníficos donde los haya) Limassa. Y, teniendo en cuenta que ya Limassa y Ratas compartían cantante y estilo musical, pues, al final, todo queda en casa y son prácticamente los mismos haciendo más de lo mismo.

Así que no hay muchas sorpresas, pero lo cierto es que tampoco se trata de exactamente lo mismo. El estilo, aunque sigue siendo Punk ibérico 80’s, es un poco más agresivo y la voz se esfuerza por parecer más ruda y menos aniñada y por ofrecernos un tono impostado más grave.

Vamos que tiran un poco más hacia el HC Punk (sin llegar a pisarlo del todo) tanto en velocidad como en agresividad.

Abundan los pasajes oscuros, con riffs menos alegres, más feístas y hasta en ocasiones disonantes. El tema que le dedican a Rosalía es la polla en este sentido. Me flipa.

También la duración de las canciones es mucho más corta y al final los 9 temas de la casete pasen en un suspiro.

Pude que no entren tan a la primera como Ratas de Sumatra (que tampoco entran a la primera si no tienes el oído hecho al Punk ibérico, je), pero en un par de escuchas ya estás enganchado.

En definitiva, temas bastante buenos, concisos como debe ser y muy sucios y ásperos. Incómodos por momentos (esto es lo mejor) y definitivamente “Punk as Fuck”.

Muy muy Punk. 

Mgrtn.

martes, 14 de diciembre de 2021

Críticas 251: Algara, Porvenir Oscuro, Waldo Faldo


 

Algara: “Absortos en el tedio eterno” (LP, La Vida Es Un Mus)

Pues ya tenemos aquí el LP de este dúo catalán convertido ya en cuarteto.
El 7” de presentación me gustó muchísimo, la verdad, y estaba esperando como agua de mayo este larga duración. Y, aunque no es al 100% lo que esperaba, me ha gustado MUCHO.

Y es que, realmente el grupo es otro. Aunque siguen con su estética enmascarada y su ideología de lucha obrera, musicalmente, ahora son casi otra banda.
Antes eran un dúo con las bases secuenciadas y un sonido muy Post Punk y, ahora, en casi la mitad de las canciones al menos, están más cerca de ser una formación de Punk clásico con batería, bajo y guitarra.

Todo el rollo frío, minimalista y artificial (en el mejor de los sentidos) de antes, sigue ahí, pero en determinadas canciones se ve relegado a un segundo plano, mientras ponen más énfasis en el calor de lo orgánico.
Digamos que la carne humana sustituye al metal de la máquina en lo que se podría verse como un viaje a la inversa en los medios de producción industriales.

No obstante, aún hay suficientes canciones en el disco (las más calmadas) que siguen manteniendo el espíritu Post Punk y gélido del principio. Temas geniales como Hedonistas o Máquina, cuerpo, soga, que bien podrían haber aparecido en el 7” previo sin ningún problema.

Lo cierto es que escuché un par de temas en el Bandcamp (las dos primeras, je) y me dio la impresión de que ya todo iba a ser más Punk y menos Post Punk. Y, cuando tocaron hace poco aquí en Madrid, mi impresión también fue esa. El concierto moló un montón eso sí, pero hasta los temas del 7” los tocaron de otra manera, transformándolos al nuevo estilo más agresivo y cálido.

Pero, ahora que ya me he escuchado el vinilo entero, observo, como ya he dicho, que aún hay un buen puñado de temas que son 100% los Algara del primer 7”. Temas que van apareciendo según avanza el disco y que había escuchado en internet.
Temas en los que usan incluso, no sé si baterías secuenciadas, pero sí que suenan a eso, tanto por sonido como por la simplicidad marcial y machacona. Bases que claramente se diferencian de las baterías de los temas más clásicos.

Y con todo esto no quiero decir lo típico de “antes molaban más” o “el primer disco es el mejor”. Porque ahora siguen molando mucho y este disco les sitúa entre lo mejor del panorama europeo del momento.
Tanto los temas más ocursos y pausados, como lo más Punk Rock son todos bastante buenos. Y estos últimos, aunque quizás menos originales, sí que aportan al LP una agresividad muy de agradecer y una variedad que les libra de lo que podría haber sido un disco demasiado igual y plano.

Temas que tampoco es que sean de Punk súper clásico como quizás he dado a entender, y que respiran casi todos atmósferas lo suficientemente Post Punk como clasificar al disco dentro de esta categoría.

Como única pega es cierto que no acabo de encontrar las “melodías” ultra pegadizas, casi hipnóticas del Enamorados del Control Total. También hay canciones bastante pegajosas, pero creo que resbalan un poco más y no acaban de fijarse a fuego en el cerebro del oyente. Al menos en las primeras escuchas. Es lo que tiene apostar más por la velocidad y la rabia... Aún así, ya os digo que en el apartado melódico el disco anda bastante fuerte, solo que no acaba de ser tan hipnótico. Y, es muy posible, que en unos días haya cambiado de opinión al respecto y tenga metidas las melodías de este disco entre ceja y ceja, jeje.

La voz, desde luego, sigue siendo la misma, y es uno de los puntos fuertes, con ese tono a medio camino entre el grito y el pasotismo, y con un timbre lo suficientemente agudo como para entrar en la categoría de “molona”.

Y la guitarra tiene momentos muy mágicos y geniales como en M-1937. Con mucha influencia de la época, sí, pero con muy buen gusto y originalidad.

Por cierto, además de un insert con las letras, el disco incluye un “Manual para una guerrilla sonora”, donde la banda, a modo de manual anarquista de fabricación de explosivos, nos ofrece unas ideas generales sobre el proceso de grabación. Muy buen detalle y muy currado.

En resumen, un disco muy de putísima madre que consagra a Algara como uno de los grandes grupos del momento.

Mgrtn.




Porvenir Oscuro: “Asquerosa Humanidad” (LP, La Vida Es Un Mus)

Tras un par de casetes en 2016 y un 7” en 2018, parecía que la trayectoria de esta banda neoyorquina se iba a quedar ahí, pero este mismo año, LVEUM se ha atrevido con todo un LP, situándoles, así, de golpe y porrazo en el epicentro de la escena Punk internacional.

Lo cierto es que la banda es un cliché con patas. Son tan de género y tan de libro que, una de dos, o te tienes que descojonar o te compras el disco impusivamente. Como veis yo opté por lo segundo.
Y digo que son de libro no solo por las pintas que lucen en la portada (todos de riguroso negro con sus chupas estudiadamente llenas de tachuelas y sus peinados de pinchitos, sin que falte el decolorado de turno en alguno de ellos), ni solo por el diseño de la carpeta (con la obligada calavera dibujada malamente a mano), ni tampoco por ser la clásica formación (de tres tíos a la guitarra, el bajo y la batería y una chica al frente a las voces), ni por las letras tipo “policía miserable”; lo digo también por el estilo musical que ejecutan (que al fin y al cabo, es lo que cuenta). Y es que practican un Hard Core Punk bastante sencillo y machacón, con ciertos toques oscuros. Y es que las canciones son muy parecidas entre sí, casi con el mismo ritmo de batería y velocidad y el mismo tono de voz.

Dicho esto la verdad es que dan ganas de echarse a tras, ¿no?. Pero lo cierto es que tienen algo especial y que les hace destacar por encima de la media.
No sé si es por la voz de ella, bastante descarada y un poco impostada, con querencia por los agudos pero manteniendo un constante equilibrio con los graves. De hecho, si te abstraes un poco en ocasiones puede parecer una voz sin género, que podría ser tanto masculina como femenina. 
Puede que sea también su acento latino al cantar en castellano, pero con cierto deje ibérico.

La verdad es que comparten con Exotica tanto el ser de NY como el tener una cantante que canta en nuestro idioma, como estar en la LVEUM, como el rollito de Punk guarro y acelerado, pero quitando esos puntos en común, lo cierto es que no se parecen demasiado.

O puede que sea la guitarra lo que crea esa magia. Que pese a que suele ir a piñón fijo también tiene sus recursitos y consigue además un sonido curioso y muy presente sin necesidad de estar súper aguda ni súper alta en la mezcla.

No sé exactamente lo que tienen, pero al disco se me antoja muy disfrutable y fácil de escuchar. Quizás sea la vuelta a lo básico y la descarada apuesta por el “Chain Punk” más clásico en un mundo saturado de grupos con distorsiones infernales y/o de bandas más en la línea Egg Punk. Al menos “el mundo” en el que suelo invertir yo mi dinero a la hora de comprar discos, je.

Sea como sea, me ha gustado bastante y me encantaría verles en directo, que promete ser una fiesta de pogo y escupitajos muy guapa.

Mgrtn.




Waldo Faldo: “Colega de Playa” (7”, Discos Banana, Bowery)
Súper grupo madrileño formado por gente de bandas tan insignes como Campamento

Rumano, Peluquería Canina, Hollywood Sinners y un buen puñado de nombres más.

Waldo Faldo, además de haber escogido un nombre tan molón (es un personaje mágico de Cosas de Cosa, para el que no lo sepa), se han marcado un debut macanudo.
4 canciones que pasan en un suspiro de Synth Punk veloz con mucha melodía y súper ochentero.

En cierto modo es inevitable pensar en Sistema de Entretenimiento, que andan en una vena muy parecida desde hace unos añitos ya, pero los Waldo Faldo, pese a la sensación de sencillez que trasmiten sus canciones, gastan unas melodías algo más complejas en la líneas de teclado. Digamos que son menos Arcade japonés y más horteras ochenteros (en el buen sentido).

Me recuerdan un poco, por los teclados en espiral a Azul y Negro, lo que pasa que en vez de hacer temas largos y comerciales, estos tiran más hacia el Punk gamberro e irreverente.

En definitiva: barrabasada, sí, pero trabajada y con calidad.
Muchas ganas de seguir escuchando más porque realmente el disco se acaba en un santiamén y te quedas con ganas de más.

Gracias, como siempre, chicos. 

Mgrtn.

lunes, 8 de noviembre de 2021

Críticas 250: Collate, Landowner, Warp



Collate: “Medice” (7”, Domestic Departure)

Solo era cuestión de tiempo: El que fuera novio de Paulina Rubio se ha juntado con un par de colegas y ha montado una banda de Post Punk.

Bueno, después de la broma fácil, vamos en serio.
Tras un par de cassettes, un 12” y un 7” compartido, todos ellos geniales; en este 2021, la banda de Portland nos regala este single de dos canciones.

Aunque es indiscutible que este trío hace Punk raruno y técnicamente podríamos hablar de Weird Punk, usar esta etiqueta hoy podría llevar a equívocos, ya que es una etiqueta que se viene usando casi como sinónimo de Egg Punk. Y, por desgracia, se ha convertido en un estilo cada vez más encorsetado en donde ya no basta con sonar raro: hay que sonar como tal o cual grupo. Vamos que la cantidad de fotocopias que están saliendo de los grupos “madre” está convirtiendo lo que era casi un cajón de sastre, en donde cabía de todo, en algo muy concreto y repetitivo.

En cualquier caso, puede que determinadas canciones de Collate, las que tienen un aire más gamberro, sí podrían entrar dentro de la etiqueta Weird Punk porque suenan actuales y se asemejan a algunas bandas del rollo. Pero también es cierto que la inmensa mayoría de sus temas (y en concreto los dos títulos de este single) no pueden circunscribirse a ese territorio y menos al círculo actual cada vez más definido (y por tanto , más pequeño).

Y es que, siendo “rarunas” todas sus canciones, sin excepción, por regla general no suenan actuales y huelen mucho a siglo XX: a Post Punk de finales de los 70 y a No Wave de los primeros 80, concretamente.

Sí, ya sé que en el fondo todo esto del Weird Punk de hoy viene de allí y que no es nada nuevo, pero es cierto que los grupos actuales lo recubren con un tinte “moderno”, con una textura traviesa y sinvergüenza que marca una pequeña diferencia y que hace que resulten muy reconocibles como producciones actuales.

Pues bien, esa textura es casi inapreciable en este 7” que, para entendernos, suena bastante más a Post Punk que a Weird Punk. Concretamente en este single hay ráfagas mucho más cercanas a Gang of Four o a Contortions que a cualquier grupo actual.

Y, por otro lado, también en este single, desaparece el toque a banda actual de Riot Grrrls (pese a que sea un tío el vocalista principal) que siempre han tenido. Ese aire a grupo de chicas haciendo Punk raruno que tan bien encaja en Thrilling Living, no se acaba de respirar en este disco.

Vamos que los toques “modernos” que tenían desaparecen casi por completo en este artefacto, en donde suenan más a grupo “antiguo” que nunca. Aunque es cierto que son solo dos canciones y no se puede hablar de evolución y, mucho menos, teniendo en cuenta que antes también sonaban así en la mayoría de los temas.

Lo que sí permanece intacto es ese aire entre minimalista y naif que siempre han tenido y que hace de sus canciones una delicia para el oído. Maestros en el arte de fusionar su sonido raruno y molesto de sus composiciones con ese tratamiento más delicado y de buen gusto.

Lo peor es que nos ofrecen solo dos canciones muy cortas que pasan en un suspiro y que, al menos para mí, no justifican el precio de un 7”.
No estoy en contra de las canciones cortas (al revés, me flipan), pero joder, mete más canciones en el disco. Bastante nos sablean ya con los precios de los vinilos hoy como para que luego la diversión se acabe en cero coma.

Precisamente, una de las cosas buenas de las canciones cortas es que caben más en un disco, ¿no?

Aún así, mi nota es bastante positiva y se lo recomiendo a todo el mundo. 

Mgrtn.



Landowner: “Consultant” (LP, Born Yestarday Records) Tercer LP de esta banda de Massachussetts.

12 canciones de Post Punk minimalista (al menos en apariencia) y raquítico (en el mejor de los sentidos), que tensionan y aflojan un alambre muy finito con ritmos rotos y tonalidades afónicas y agonizantes.
Si viésemos las canciones a través de esos monitores de los hospitales que muestran el gráfico de los signos vitales, descubriríamos a un paciente agonizante, con un débil hilo de vida pero que, a la vez, está sufriendo un ataque epiléptico.

Y es que resulta muy curioso el tratamiento de los instrumentos y la producción, con esa guitarra bastante limpia que entra de puntillas, esos bajos a su bola y esa batería mínima, casi de juguete.
Incluso en los temas más Punk, y hasta en alguno más Hard Core, la banda mantiene una inocencia casi infantil y cierta ingenuidad dulce, que te hace recordar a los grupos de K Records.

Sin copiar directamente a ninguno de ellos, la banda tiene un tufillo delicioso a la escena inglesa de finales de los 70 formada por grupos como Gang of Four, Pop Group o Essential Logic. O, al menos, gran parte de sus influencias (directas o indirectas) las podemos encontrar allí.

Y, lo que es indudable, es que tienen también un buen ramalazo de la sensibilidad depresiva e “inteligente” del Post Hard Core, pero sin caer en la repelencia y en la quejumbre. Despojándolo, eso sí, de su supuesta sofisticación y apostando por una (falsa) sencillez y una nitidez sónica casi absoluta.

Aunque es cierto que la voz, si te pones a pensarlo, a pesar de que es bastante buena, puede resultar un poco repelente en este sentido.

Vamos que me gustan más cuando se alejan del Post Hard Core, pero todos los temas tienen su rollo y creo que es un buen disco y muy disfrutable.

Mgrtn.


Warp: “Traffic Control” (LP, Thrilling Living Records)
Este disco es del 2019, pero me lo pillé hace unos meses y no quiero dejar de comentarlo 
porque mola mucho. Y de paso por ensalzar un poquito la labor del sello.

Y es, así, a lo tonto, Thrilling Living se está convirtiendo en uno de los sellos más alucinantes del panorama actual. Un sello que se ha especializado en grupos de chicas (o con chicas), con sonidos muy enraizados en el Riot Grrrl de los 90 y con toques rarunos, caóticos, desestructurados, arties o como quieras llamarlos.

No en vano es la casa de bandas como Neon, GrlSperm (dos de mis favoritos actuales), Judy and The Jerks, Warm Bodies, Scrap Brain, Lithics, BB and the Lips... Vamos, todo grupazos de los que quitan el hipo.

Lo que igual podríamos llamar Neo Riot Grrrl, aunque no sea algo realmente nuevo. Pues ya en los 90 había un puñado de bandas de chicas retomando. conscientemente o no, la

herencia de bandas como las Slits o las Kleenex y adaptándola al entorno de la Olympia de aquella época.
Lo de “neo” lo digo más bien porque desde hace una década o más hay un resurgir de ese sonido y, vale sí, porque tampoco son una fotocopia de lo que se hacía el siglo pasado y aportan cierta originalidad.

Pero vamos con el disco. Este LP es el debut en vinilo de esta banda de San Francisco, tras una cassette previa editada en 2017. Desconozco si la banda sigue o no activa, pero espero que sí y que nos den más trallazos como este disco. Aunque ya se sabe que un día los grupos duran dos telediarios y más cuando casi todos los miembros tocan simultáneamente en un puñadito de bandas paralelas.

Warp no podían haber aterrizado en otra discográfica, este es su lugar, si duda alguna. Suenan un poco a todas esas bandas que he citado arriba, moviéndose entre la deconstrucción artie, los gritos Riot y el Punk de toda la vida.

La voz de Tika, bastante flipante, pese a que cuando se rompe no consigue esa afonía feísta que tanto me gusta, dirige a todo el grupo hacia el abismo, brillando con luz propia y eclipsando casi por completo al resto.

Aún así, el resto de la banda es bastante competente y consiguen un sonido muy sólido que imagino que gustará al gran público. De hecho igual es demasiado sólido y se echa de menos cierto “desmadeje” que contribuiría enfatizar los momentos más raritos y artísticos, que al final pasan un poco desapercibidos.

Pero, pensándolo bien, es algo que les diferencia de las otras bandas de este rollo y en el fondo es un punto positivo. Vamos, que por mucho que molen Neon, es mejor no ser un clon de ellas y explorar otros terrenos, aunque estos sean más “clásicos” o “standard”.

De hecho, esa solidez creo que les podría hacer competir en la liga de los sobrevalorados Amyl and The Sniffers, llegar a oídos un poco más “mainstream” y demostrar a todo el mundo lo qué es un grupo Punk de verdad y no unos hard roqueros disfrazados de punks.

Aunque hablando un poco de eso, hay una guitarra aquí, que no solo está muy alta si no que a veces mete algún punteo bastante brasas, que creo que sobra totalmente. Deduzco que debe ser el guitarrista y que la guitarra buena, la que está en segundo plano por desgracia, es la de la chica. Y digo que lo deduzco porque suenan muy a “macho” ese tipo de punteos. Pero igual me equivoco de persona y no querría caer en una presunción sexista, pese a que lo acabo de escribir y no lo pienso borrar, je.

En cualquier caso,. Un disco muy muy bueno y muy muy intenso del que solo eliminaría los escasos segundos de esos punteos terribles.

Mgrtn.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Críticas 249: Oficiales podridos, Sial, Taqbir

 Vamos hoy con tres 7”s de este mismo año que están de puta madre.



Oficiales Podridos: S/T (7”, Beat Generation)

La maqueta que esta banda madrileña grabó durante los 80 es, sin duda, uno de los secretos mejor guardados del Punk Ibérico. Y, ahora, por fin, gracias a Beat Generation, ve la luz con este rescate arqueológico que incluye las cuatro canciones que registraron aquel día en un 4 pistas.

Todo ello en un artefacto muy cuidado con un libreto interior de 8 páginas en el que Her, la batería y única superviviente, cuenta la historia del grupo. Y es que la historia de Oficiales Podridos no puede ser más truculenta y ochentera, muy al estilo Desechables o Eskorbuto. Drogas, asesinatos, cárcel... Ya os podéis imaginar. Pero mejor os lo compráis y lo leéis.

Lo cierto es que el grupo podría haberse formado en los primeros 80, tanto por estilo musical como por estilo de vida, pero no lo hicieron hasta unos años más tarde. No queda muy clara la fecha. Si bien Her ya tenía alguna banda entorno a 1984 y poco después conoció a Frank y Zombie, que ya estaban formando Oficiales Podridos, no es hasta 1989 cuando sale a la luz el videoclip de Carretera de la muerte (que hizo sus pinitos en TVE), con una de las canciones registradas en la maqueta.

No queda muy claro cuándo se grabaron los temas pero, desde luego, todo apunta a que fue a finales de la segunda mitad de los 80. La mitad “menos buena”, la mitad olvidada de los 80, si hablamos de grupos de Madrid. Cosa que no pasa si hablamos de un grupo de RRV o de HC catalán. Pero eso es ya otra historia menos “ibérica” y, desde luego, no es el caso que nos ocupa.

Sea como sea, la fecha debería dar un poco igual porque el artefacto es una bizarrada que merece mucho la pena. Pero es cierto lo que acabo de sugerir: parece que si la grabación es del 82 es mucho más “mítica” y valiosa que si es del 88.
Igual es el momento de desmitificar los números, las fechas, y atender más al contenido. Vale que ser uno de “los pioneros” tiene más mérito, pero no olvidemos que esos “pioneros” copiaban lo que se hacía en Londres o en USA. Vamos que tampoco es que fuesen súper originales e inventasen la pólvora. Eso sí, llegaron primero y abrieron el camino, eso nadie lo discute.

Pero, quizás ha llegado el momento en que, esquilmada como está, hasta la saciedad, la casi totalidad de la escena Punk de los primeros 80, hay que mirar un poco hacía adelante y empezar a desenterrar joyitas posteriores. Que seguro que hay muchas y, desde luego, mucho menos conocidas que las que ya nos sabemos de memoria.
A lo mejor en vez de otra edición del primer 7” de Último Resorte o de la maqueta de Desechables, hace más falta desenterrar cosas como este maravilloso 7” de Oficiales Podridos.

Pero vamos con lo que importa. El disco suena a podrido que te cagas, como bien indica el nombre de la banda. Practican un Punk callejero bastante de libro (al que yo le quitaría algún punteillo), muy macarra, pero a la vez con ese toque especial, esa chispa que hace que no sean un grupo más del montón. Tienen esa magia, esa clase, que les hace destacar y un sonido muy ochentero que les aleja del punk kalimotxero y del pataterismo. Una mezcla entre Cocadictos y Qloaca Letal, sin parecerse del todo a ninguno de ellos, pero mezclando la agresividad/inocencia 80’s de los primeros y lo abrasivo y aberrante de los segundos.

Y, para mí, sin duda alguna, es la voz de perro afónico la auténtica protagonista de la grabación (con el permiso de la batería machacona). Sumada a la inocencia de las letras, propia de los jovencitos que tienen aún todo por descubrir, consigue esa magia que hace que el disco suene añejo y exquisito.

Puede que no hayas oído antes las canciones, pero si eres fan del Punk ibérico pata negra, en cuanto las escuchas te sientes como en casa, en territorio amigo. Es más de lo mismo, pero con el aliciente de que esto aún huele a tierra húmeda. Es como desenterrar un tesoro y contemplarlo por primera vez.

Joya. 

Mgrtn.



Sial: “Zaman Edan” (7”, La Vida Es Un Mus)

A estas alturas de la película Sial ya no son aquella pieza rara y exótica proveniente de Singapur que, cantando en malayo, irrumpieron en la escena HC Punk como un elefante en una cacharrería. Tras una demo, dos 12” y un 7” (todos brillantísimos), este segundo 7” de la banda no pilla a nadie por sorpresa.
La noticia de que sale un nuevo vinilo se recibe con ganas (porque son muy buenos) pero ya no con la misma ilusión. “Se avecina material muy bueno, de compra obligatoria, pero más de lo mismo” pensé. Bueno, pues sí y no. Y es que, con este disco, Sial, sin traicionar su estilo, siguen evolucionando y comienzan a explorar nuevos caminos, sorprendiéndonos nuevamente a todos.

Para empezar la primera sorpresa es la portada que ya no es un dibujo de esos chulos que solían usar, ahora es la foto de una cabra. Después, sorprende también el número de canciones: solo dos. Ya han hecho canciones más largas de lo habitual anteriormente, pero la mayoría seguían siendo temas de muy corta duración. Y, por último, y lo más importante, sorprenden las canciones.

Es cierto que, ya en el LP del año pasado, observamos ciertos cambios: esa tendencia hacia ritmos no tan veloces para crear una mayor tensión. Y también es cierto que se trata de una evolución ya anunciada pero, en esta nueva entrega, hay un gran salto en ese sentido.

Se trata de dos temas de 5 minutos y medio y 4 minutos y medio de duración respectivamente, titulados Nacidos para matar y Nacidos para morir. Dos temas que comparten la misma secuencia rítmica del inicio y que igual podrían entenderse como un tema largo de 10 minutos si los juntamos.
Sin duda, es la batería la marca más la evolución, tanto porque maneja a su antojo las velocidades como porque se nos muestra más mecánica y simplista en esos inicios de vértigo que comparten los dos cortes. Si no fuera porque conservan ciertos sonidos excesivamente analógicos que podríamos clasificar de tribales (que ya se observan en anteriores trabajos), podríamos hablar casi de caja de ritmos desnuda a piñón fijo.
Por supuesto, según avanzan las canciones, todo se va complicando. Tiempo, desde luego, tienen de sobra para esas progresiones, esas subidas y bajadas, esos tira y afloja y esa tensión que se contiene o estalla según el momento. Incluso hay espacio para cierto hipnotismo vertiginoso.

Eso sí, tampoco te vayas a crear que hay una desconexión brutal con respecto al primer disco. Los Sial de toda la vida siguen ahí dentro. Con ese HC abrasivo y esa voz flipante de Siti vomitando rabia.

Muy buen disco. 

Mgrtn.



Taqbir: “Victory belongs to those who fight for a right cause” (7”, La Vida Es Un Mus)

Ya tenemos aquí el debut de esta banda de Tánger, nada más y nada menos que en LVEUM.

He leído algún comentario en internet en los que se pone en duda si la banda realmente es marroquí o no. Rumores parecidos a los que generaron Yihad o Islam (algunos más fundados que otros) sobre lo mismo, su procedencia árabe o no.
Lo cierto es que quizás el arte (muy chulo), excesivamente exótico, canta mucho, reflejando más el deseo de la banda de hacerse pasar por un grupo de allí que la realidad de ser una banda de Tánger. Sea como sea, es algo que me la suda completamente porque creo que ambas opciones tienen su punto y lo que realmente me importa son las canciones. Además, la polémica, la duda, los rumores, siempre son buenos.

Ya he hablado en alguna ocasión de la cierta similitud que hay entre gran parte de las bandas de HC Punk con cantante femenina que saca LVEUM. Tanto si cantan en inglés, en griego, en malayo o en árabe (como el caso que nos ocupa). Y Taqbir creo que entran en esa categoría.
No son Sial, no son Runt, no son Exotica y tampoco son Efialtis, pero en la aguda y deliciosamente chillona voz de la cantante hay cierto parecido con todas las demás. Urgencia, agresividad, descaro y cierta tonalidad con un poso de afonía que hace que mole tanto como todas aquellas bandas, pese a tener un registro algo plano que la media. También, como reza la hoja promocional, hay cierto parecido con las japonesas The Comes, sobre todo cuando la voz se torna más aguda y limpia, menos ronca.

En lo referente a la parte instrumental, la cosa es más original y bastante chula. Tampoco inventan nada excesivamente nuevo pero logran un sonido machacón con cierto aroma primitivo (que se aprecia mejor cuando bajan un pelín la velocidad) a la par que “futurista” vía 80’s. Para ello mezclan las distorsiones gruesas del género con efectos tipo flanger, creando una bola de ruido hipersaturada que avanza a toda máquina arrasando con todo. Mola mogollón.

En resumen, 4 canciones de escasa duración y tan cojonudas que pueden competir perfectamente en la categoría de grupo revelación y mejor 7” del año.

Matrícula de honor. Si solo te vas a pillar un disco este mes, que sea este. Mgrtn.

viernes, 3 de septiembre de 2021

Críticas 248: Ponys Auf Pump, Smirk, Spread Joy

Volvemos de las vacaciones de verano con un lote de discos que me compré hace un par de meses y que aún no había escuchado. Así que toca quitarles el plástico, ponerlos en el plato y hacer las críticas. Vamos hoy con tres LPs de este mismo año.



Ponys Auf Pump: “Wirt Schon Wieder” (LP, Phantom Records)

Después de una casete en 2017, otra compartida en 2019 y un LP también compartido en el mismo año, el cuarteto berlinés pone ahora en circulación este disco vía Phantom Records (Pisse, Das Das, Harry Anslinger, Lassie, I.G., Ex White...).

Estas tres mozas y su acompañante masculino le dan al Synth Punk del bueno.
Por el amplio espectro de sonido que abarcan me recuerdan un poco a Sex Crime, aunque ni están influidos directamente por Screamers, ni suenan como aquellos. Lo suyo es más “frívolo” y definitivamente menos “experimental” y corrosivo.
Pero sí abarcan, como digo, muchos subestilos dentro del mismo rollo, manteniendo milagrosamente la coherencia a pesar, incluso, del cambio de voces de un tema a otro.

Hay retazos que suenan a The Normal, otros a los Eyes y otros hasta a Rubella Ballet. En un tema podrían estar cerca de Bob y en otro acercarse a Futurisk.
De hecho, sobre todo por cantar en alemán, cualquiera de sus canciones podría aparecer camuflada en un recopilatorio europeo de grupos Synth de los 80 y pasar desapercibida.

Hay cierto colorido en toda la obra pero existe también un toque bastante oscuro reforzado por la voz grave de la cantante principal. Combinan pues cierto tenebrismo con sonidos sintéticos más nuevaoleros (y en ocasiones minimal) que Post Punk, cambiando de un extremo al otro en un abrir y cerrar de ojos.

Sin duda es el cambio de voces (e imagino que también de compositor) lo que más ayuda a marcar la línea principal que seguirá cada canción. Y digo “línea principal” ya que en el mismo tema la cosa puede ir variando de un rollo a otro.
Cuando canta la que he llamado voz principal los temas son más afectados y siniestrosos, cuando canta otra voz más chillona la cosa tira más hacía colores flúor y cierto infantilismo, y cuando canta el que supongo que es el chico la cosa se torna bastante más Punk y agresiva. Pueden pasar de la marcialidad al dibujo animado sin despeinarse, de lo más serio a los momentos más humorísticos, incluso en un mismo estribillo.

Disco muy variado pues, pero que mantiene cierta homogeneidad y no te da la sensación en ningún momento de estar ante un recopilatorio.
Me ha gustado bastante.

Mgrtn.




Smirk: “LP” (LP, Feel it Records)

Feel It Records (US) empezó su carrera hace una década, pero es en este último tramo, desde 2017, cuando está empezando a hacerse un hueco apostando por bandas actuales de Egg Punk, Weird Core y demás ruidos actuales del HC y el Punk. Apuntando alto con grupos de primera fila (al menos para mí) como Vanilla Poppers, Rik and the Pigs, Bad Noids o los inmensos Kaleidoscope, por citar solo cuatro nombres de lo que es una lista bastante extensa y cuidada. Pero creo que es con este disco de Smirk cuando realmente ha despegado, dado la popularidad del mismo. Aunque, desde luego, el que haya sido editado

también por Drunken Sailor ha ayudado bastante, ya que aunque sea un sello europeo es más potente que Feel It.

Smirk es el proyecto en solitario de Nick Vicario (Public Eye, Crisis man...) que tras sacar un par de cintas, debuta en vinilo con este LP y en breve saldrá también un 12” para, nada menos que, Total Punk.

Realmente he tenido dudas sobre si pillarme o no el disco, pero lo vi barato (raro en estos tiempos) y, por completar el pedido, me animé. Y digo que he tenido dudas porque he visto en internet como lo elogiaba gente de muy diverso pelaje y eso me ha llamado la atención. Así que, como siempre, suelo ponerme una canción a ver qué me parece, y supongo que escogía canciones diferentes cada vez porque unas veces me molaba y otras no.

Al final, tras escuchar el disco, la sensación es la misma. Hay temas que me gustan y otros que me parecen un rollo. Me pasa lo mismo que con Alien Nosejob, el proyecto en solitario de Jake de Ausmuteans: que hay temas que me flipan y otros que me parecen un coñazo infumable. Aunque también es cierto que los que me molan de AN me molan mucho más que los de Smirk. Pero he de reconocer que Smirk tienen también buenos temas.

Las canciones que más me gustan son las más marcianas, cercanas al rollito Weird, aunque siempre con un pie en el suelo, sin desmadrarse demasiado. Para ello, Nick usa algún riff feista un poco acelerado y le da un deje gamberro, desenfadado, reduciendo la duración del tema a lo estrictamente necesario. Cuando lo alarga más de la cuenta el tema acaba desinflándose.

En ocasiones suenan vagamente a una versión actual de los Spits. Menciono a los Spits porque a veces mete un teclado y más por el espíritu desenfadado que por otra cosa. Supongo que esto es lo que ha llamado la atención de la gente que no está tan mentida en los submundos Weird Punk pero que aprecia cuando salen grupos como los Chats, por ejemplo, porque tienen ese toque más “comercial”, más digerible, más 90’s también, más Spits, vamos.

Y, por último, está el tipo de canción infumable. Temas muy pesados y aburridos, en ocasiones demasiado intimistas y otras veces más áridas que una muda de serpiente en el desierto de Arizona. A veces lo combina con algo más rarito y chispeante y tampoco es cuestión de tirar el tema entero a la basura. Pero cuando es solo ese rollo el que predomina se hace insoportable. Es verdad que son los menos, pero también los más largos.

Por supuesto, me quedo con los temas más veloces y locatis, que hay alguno muy aprovechable.

Mgrtn.





Spread Joy: S/T (LP, Feel It Records)

Lo de estos chavales de Chicago ha sido llegar y besar el santo. Esta es su primera referencia y sale directamente en 12”. Ni casetes previas, ni demos en el Bandcamp, Feel It Records lo ha visto claro y aquí nos presenta su brillante debut.
Esta vez el sello no espera a que sellos como Lumpy Records, Drunken Sailor o LVEUM descubran a la banda, adelanta por la derecha y toma la iniciativa. ¡Así se hace! No se hace historia viviendo de coediciones o de las migajas que te dejan los grandes. Hay que arriesgar y apostar por grupos nuevos. A mí por lo menos es lo que me gusta. Me parece más productivo y me llena más sacar la primera referencia a una banda que sacarles algo cuando ya son “alguien”.

Tampoco quiero decir que estos chavales sean completos desconocidos, dos de los chicos vienen de formaciones como Negative Scanner o Human Beat, por citar un par de sus bandas. Para ella, Briana, la cantante, sí que parece ser esta su primera experiencia en un grupo.

El disco empieza con una canción que nos suena mucho a Wire y, por ende, al estar cantada por una voz femenina, a Elastica (jeje). Un poco Yummy Fur también, pero lejos de su complejidad y bastante más “Pop”. Pero es el toque a lo Wire el que vuelve una y otra vez empapando el disco de banderas rosas.

Estructuras sofisticadas y raritas, aunque esquemáticamente simples, creadas con guitarras limpias e hirientes que se alzan sin miedo a caer sobre la tranquilidad que te da el colchón de un bajo sólido y una batería casi minimalista.
Arquitectos Post Punk al servicio de una voz brillante, quizás excesivamente complaciente (y absurdamente “sexy”) pero con aristas suficientes para sobresalir y con algún que otro recurso secreto que ayuda a deshomogeneizar el conjunto en determinadas canciones.

Tienen temas más fríos y estáticos, y otros más revoltosos y gamberros. Me quedo con estos últimos, que son los que más te hacen mover los pies y los que ayudan a que el 12” no sea excesivamente serio y a que el oyente caiga en el aburrimiento. Pero en general el disco entero está bastante bien.

Un brillante debut con canciones muy cortas que, al ser solo 10, hacen que el disco se pase volando y tengas que ponerlo una y otra vez.

Mola. 

Mgrtn. 

miércoles, 14 de julio de 2021

Críticas 247: Descendents, Rudimentary Peni, Oily Boys

 


Descendents: “Berkeley Square Broadcast” (LP, Suicidal Records)

A la espera de catar el tan cacareado “9th & Walnut”, que contiene una grabación del 2002 en la que la formación clásica del Milo Goes to College (Milo/Bill/Lombardo/Navetta) se cepilla temas compuestos entre el 77 y el 80, aquí tenemos este pirata que recoge un directo del 85 en el que participan Milo, Bill, Lombardo y Ray Cooper (la formación del I Don’t Wanna Grow Up). Aunque, por detrás, se cascan con todo el morro, una foto de Navetta, que dejó la banda en el parón que hicieron tras grabar el primer LP.

Se trata de un directo para la radio registrado en Berkeley el 11 de septiembre del 85, en la gira de presentación del Grow Up.
Vale, puede, que con Navetta la formación sea más idónea (no nos engañemos, aunque siempre han hecho canciones geniales, con el Goes to College tocaron techo, firmando un disco perfecto en el que todos los temas son magistrales), pero yo me pregunto: ¿qué es mejor una grabación del 85 con una formación de lujo o un disco del 2002 por mucho que la formación sea la más “auténtica”?

De primeras, sin escuchar los discos, yo me quedaría con lo que grabaron en 1985 aunque sea en directo, por mucho que los temas del 2002 sean “inéditos” y composiciones primerizas, que me suelen molar más. Cuando me pille el 9th ya os diré si me como mis palabras o no...

Además es que en este disco se cepillan más de 20 temas de su mejor etapa. Clasicazos que no tienen contestación repartidos entre sus dos primeros LPs. Y sí, vale, los discos en directo pueden ser un poco bluf, pero cuando hablamos de poder escuchar nuevas tomas de temas que llevas tan dentro y, además, de tomas de la época, pues no te queda otra que pagar lo que te pidan.

Que, por cierto, no es demasiado para los tiempos que corren (17 euros me ha costado en La Negra). Lo que se agradece y mucho. Que, la verdad es que últimamente está chungo pillar un LP por menos de 20 euros. De hecho, pillarlo por 20 ya es barato...

Bueno, pues entrando en materia, debo decir que el sonido, como era de esperar, no es muy brillante y en ocasiones es un poco errático. Aunque tampoco es una mierda absoluta, que se escucha cada pirata por ahí que...
Le falta un punch y, por supuesto, edición (por eso los discos no se graban en directo y se usa un estudio, je), pero la verdad es que todos los instrumentos y las voces están bastante equilibrados y se distinguen muy bien. Sobre todo el bajo, que es lo más importante, je. Como digo, se puede echar de menos una mezcla que compacte todo, pero realmente a mí me gusta cuando los instrumentos están tan despegados los unos de los otros.

Como también era de suponer, al ser un directo, el grupo suena más rudo y el resultado es más Hard Core. Quizás, eso sí, en detrimento de las melodías vocales, que sin duda es uno de los puntos fuertes del grupo. Pero vamos, para eso ya tenemos los LPs y nunca está de más poder escuchar este testimonio de cómo eran en vivo en plena mitad de los putos 80. Aunque tampoco quiero que te imagines que es una cosa súper bruta y que Milo canta como un perro. Para nada. Simplemente digo que, comparado con los discos de estudio, suenan menos melódicos, pero no pierden del todo las melodías. De hecho, hay temas como Silly Girl o Wendy, en los que los estribillos suenan muy poperos.

Según va avanzando el disco me va gustando más, ya que mis temas favoritos (del College, por supuesto) se van desgranando poco a poco y es hacia la mitad del set cuando se los ventilan en mayor medida y cuando se vuelven más Hard Core, aunque el sonido caiga un poco.

En definitiva, un producto para solo para fans que nos muestra a unos Descendents correctos, algo más enfadados y bastante más crudos que en disco y cuyo máximo atractivo reposa en el valor que tiene el documento en sí situándolo en el contexto histórico de la banda.

Y, ahora sí tengo más curiosidad por escuchar el “9th & Walnut” y ver si, efectivamente, me como mis palabras o no.

Mgrtn.




Oily Boys: “Cro Memory Grin” (LP, Static Shock Records)

Con la garantía de SSR nos llega el primer LP de esta banda de Sydney, que tiene también editados un par de 7”s (2014 y 2020) y otro par de cassettes (2012 y 2017).
En Australia, este mismo disco, ha sido editado por Cool Death Records.
Y, como viene siendo habitual, sus miembros están pluriemepleados en otras bandas: Low Life, Orion, Taipan, M.O.B., WRX
...

El disco es tan agresivo como un cuchillo sin apenas filo cortándote la abdomen y tan tóxico que puedes morir por envenenamiento antes de llegar al último corte.
Intercala momentos de HC Punk bastante veloces (los menos) con otros mucho más densos y espesos (los más) pero igualmente demoledores.

La tensión, que se mantiene durante todo el minutaje, es de esas que podrían cortarse con una navaja, pero la atmósfera está tan viciada y es tan sólida que posiblemente no puedas ni abrirla. Es como estar encerrado en un bloque de gelatina confeccionada a base de alquitrán y lava.

Sudor pegajoso, actitud malsana y guturalidad extrema se dan cita en este producto tan obsceno como pringoso.
Mola bastante en general, aunque en algún momento se me antojan algo jeviatas. Aún así, bastante recomendable si tienes ganas de experimentar cómo es un descenso a los infiernos en condiciones.

Mgrtn.




Rudimentary Peni: “Great War” (LP, Sealed Records))

En pleno 2021 surge esta pieza grabada “algunos años atrás, antes de una de sus misteriosas pausas”. Esa es toda la información con respecto a la grabación de Great War. Atendiendo a eso de las “pausas” y fantaseando un poco, podría pensarse que se trata de un LP perdido que se grabó a finales de los 80 o quizás a mediados de los 90, pero todo apunta a que se trata de una grabación bastante más cercana, de la primera década de este siglo.

La portada, y todo el arte, lo cierto es que es una puta maravilla como casi todo lo de Blinko. Y el contenido musical no está nada mal. En efecto, no es el Death Church y las baterías permanecen muy enterradas, pero el sonido es bastante potente, aún así.
Suena muy guarro pero es verdad que es un tipo de suciedad brillante, más digital, más prefabricada. Más “mecánica”, más “deshumanizada” si lo prefieres, como reza la hoja promocional.

Las guitarras se lo comen todo como termitas, arañando y levantando el óxido de la superficie. Es cierto que unas baterías más presentes podrían darle más empaque, pero a lo mejor rompían con la atmósfera de ejercito de termitas tecnológicas avanzando a mandíbula batiente.

La oscuridad, la muerte, los ritmos militares, la marcialidad arrogante, la grandilocuencia, la miseria del siglo XX, los esqueletos en las cámaras de gas abandonadas, el Punk trepidante y el Death Rock espeso... todo está aquí, reptando en este disco. Un LP que nos presenta unos Rudimentary Peni más modernizados, más robóticos, menos opacos, pero muy capaces de narrar el avance inexorable de las tropas en la Gran Guerra.

Siguen resultando incómodos, que es su seña de identidad, pero al perder ese calor humano, lo son de otra manera. Quizás sean más molestos que incómodos. No te dejan con la sensación de que existe un hueco que no llenan a propósito para joderte vivo. Ahora llenan el hueco con ruido.

En cualquier caso, a mí me gusta bastante.
Para lo demás, ahí sigue estando el Death Church.

Mgrtn.

viernes, 2 de julio de 2021

Críticas 246: Rubber Room, F.A.N.T.A, Neon Bone



F.A.N.T.A: “El paciente cero” (7”, Jarama 45RPM Recs.)

Nueva referencia de Jarama, lo que siempre es una buena noticia. Y, si además, es una nueva referencia de F.A.N.T.A, pues doble buena noticia.
Dos temitas nuevos de los catalanes que saben a poco en este 7” de la serie Farina Club, dedicada a los grupos nacionales y que incluye siempre un posado con algún modelo chulo de automóvil.

Ya el título, “Paciente Cero” (muy acertado para estas épocas pandémicas), me parece genial. Y la canción que da título al 7” no defrauda tampoco. Unos F.A.N.T.A más calmados, más adultos, demuestran que tras 20 años en la carretera ya no son los chiquillos alocados que flipaban con los Ramones pero que siguen (y seguirán) siendo eternos adolescentes que flipan con los Ramones y que, además, por el camino, han ido cogiendo otras referencias.

Paciente Cero no es tan acelerado como la inmensa mayoría de su repertorio, pero tiene mucha fuerza y el hecho de que sea una “canción bonita” no les resta el gamberrismo, marca de la casa.
Un tema bastante redondo, muy bien acabado, simple, sin aristas y muy pegadizo, como todo lo suyo. Y, yo no sé si es que a mí todo me suena a Airbag o es que los malagueños suenan a todo, pero las melodías me parece que encajarían perfectamente en algún disco intermedio de aquellos.

En la cara B se marcan una versión de los Queers (I never got the girl) con letra en castellano. Un medio tiempo también del rollo “bonito”. Yo nunca tuve a nadie como tú.

Pues lo dicho, un buen 7” con dos temas que saben a poco, sobre todo cuando son tan agradables de escuchar y tan pegadizos.

Mgrtn.




Neon Bone: “I wanted you to know” (7”, Jarama 45RPM Recs.)

Y otro referencia más de Jarama, que últimamente sacan los discos a pares.

Neon Bone es el nombre que utiliza este “joven” teutón para su “banda” que, por lo que se ve en la foto, a veces sí tiene otros miembros, aunque sea para los directos.
Lleva sacando discos desde el 2010 y, además de un par de cassettes, tiene, nada más y nada menos, que cuatro LPs y ocho 7”s, contando este último.

Como en la crítica de F.A.N.T.A de aquí arriba tengo que volver a mencionar a los Ramones y a los Queers. Y es que, aparte de ser marca de la etiqueta, es bastante difícil hacer algo de Pop Punk sin que contenga ecos o referencias a estos grupos.

Y sí, en este caso podría mencionar a más grupos de los 90 del rollito Lookout o similares, y puede que lo haga... Pero lo primero que me ha venido a la cabeza han sido los Queers. Al escuchar Put it on a rest. El dibujo de guitarra me ha recordado bastante al Yummy Yummy Punk Rock Girls. Aunque, en el fondo, es mucho más Mr. Experience, tanto el dibujillo como la canción entera.

Y parte de la melodía vocal de Why did you go away, concretamente cuando dice esa frase, me ha recordado también a los Ramones. Aunque luego el tema se despega bastante de esa pincelada más grave (afectada) y se torna más alegre y es bastante más 90’s.

El tema que abre y da título al disco es bastante certero. Sin duda es el hit, aunque los demás no se quedan atrás. Un tema veraniego, con cierto toque de melancolía y con todos los usos y abusos del género. Suena a Parasites, pero también a mil grupos más y a Neon Bone, por supuesto.

Y cierra el vinilo, demostrando que sus referencias no se quedan en los 90, con una versión de los Springfields (Island of dreams, 1962), que se lleva completamente a su estilo punk popero. Bastante acertado porque vete tú a competir con las tres voces de estos fulanos... Aún así, sale bien parado.

En resumen, otro disco delicioso más con la garantía Jarama, que trae siempre exquisiteces actuales para los nostálgicos de aquella época, pequeñas dosis de buen gusto, gominolas altamente azucaradas, piezas muchas veces recónditas en las que, lo reconozco, no habría reparado, si estos chicos no las sacan.

Muchas gracias. 

Mgrtn.




Rubber Room: “Chemical Imbalance” (7”, Cuerdas Fuera)

Y seguimos de enhorabuena en lo que a referencias de sellos españoles se refiere. En esta ocasión es Cuerdas Fuera quien vuelve a dar en la diana con este artefacto.

Ha costado que saliese esta mierda en vinilo, pero al final ha sido posible. Y es que Rubber Room es uno de esos proyectos que ves un día en internet y que piensas que tiene que salir en vinilo sí o sí. Un proyecto que, como decenas de ellos, se queda en el bandcamp y/o en youtube y fin de la historia.

Sí, ya sé que hoy en día la música se consume de otra manera, que no hace falta que se edite en un formato físico para que “exista”. Y que, de hecho, posiblemente las reproducciones en internet superen con creces a las del disco y, por tanto, es más importante que esté online a que esté en un trozo de plástico. Pero me pilla ya muy mayor esto y si no hay un vinilo de por medio no me convence.

También es un filtro que me pongo para no volverme loco, porque con la cantidad de grupos que salen a la semana no tengo tiempo material para escucharlos todos.

En cualquier caso, este EP sí consiguió salir en un formato físico antes de que lo rescatase Cuerdas Fuera, ya que ha sido editado, nada menos que, cuatro veces en cassette por distintos sellos entre el 2019 y el 2020. Aunque, como ya he dicho muchas veces, sacar las cosas en cinta a estas alturas de la película tampoco me convence, je. Y, no, no me creo un romántico empedernido, sé perfectamente que soy solo un cascarrabias.

Pues después de estas pajillas mentales, llegamos al momento en el que Yvette consigue que estas cuatro canciones salgan por fin en vinilo para mi satisfacción personal y la de un puñadito de personas más.

Rubber Room es el proyecto paralelo de Kel Manson (de los increíbles Gee Tee) y de Adam Ritchie (de los no menos increíbles Red Red Krovvy, cuyo LP comenté hace poco por aquí). Y claro, ¿qué se puede esperar de un proyecto en donde están involucrados estos dos? Pues eso...

Cuatro temas muy cortitos de Lo Fi Weird Sythn Punk rabioso, sucio y absolutamente mongoloide. Una putísima maravilla en donde el ruido compite con los sonidos retrofuturistas por tener el protagonismo. Con un Adam cantando como un perro con rabia sobre unas bases muy locas, a veces en equilibrio precario y, otras veces incluso, atreviéndose con algunas líneas más melódicas.

En uno de los temas recuerdan, precisamente por esas melodías del sinte, a los Ausmuteans, pero el conjunto del disco suena más a una mezcla entre los Monitors y los Reatards haciendo Egg Punk. O, mucho más fácil y cercano, a unos Gee Tee muy cabreados grabando primeras tomas en plena resaca, usando una consola de videojuegos ochenteros y un montón de basura rescatada de un vertedero.

Con todo lo que se está cociendo últimamente en Australia, un artefacto como este no podría haber salido de otra parte del mundo. Eso sí, parece un proyecto de entretenimiento que se quedará simplemente en esto. Y más viendo lo atareados que están con sus respetivos grupos, sobre todo Adam que está pluriempleado en un buen puñado de bandas a la vez. Pero al menos tenemos este vinilo para que quede testimonio físico de esta barrabasada de auténtico lujo.

Sobresaliente. 

Mgrtn.