viernes, 3 de febrero de 2023

Críticas 272: Altar of Eden, Poison Ruin



Altar of Eden: “Chimeras” (LP, Drunken Sailor)

Segundo LP para esta banda de Texas con Albert Limones, miembro también de, nada menos que, Institute y Nosferatu entre otros grupos. Esta vez mostrándonos su faceta más Post Punk y alejándose (aunque no al 100%) del Hard Core Punk.

Ya destacaron en 2020 con su LP y ahora (bueno, el año pasado) vuelven a sobresalir por encima de la media con la edición en vinilo de su casete de 2021.

De acuerdo que Altar of Eden nos arrastran por terrenos de sobra conocidos, abusando de los modos y maneras que definieron el género en los primeros 80, pero lo hacen de un modo más enérgico de lo normal (al menos dentro del género) y con altas dosis de personalidad. En cierto sentido recuerdan un poco a los griegos Chain Cult, por compararles con un grupo de ahora que lleva un rollo bastante cañero dentro del Post Punk. Aunque supongo que a ambos grupos les joderá la comparación (o igual me equivoco, no sé).

Voz de ultratumba, guitarras afiladas y, en ocasiones, hipnóticas, todo ello con los pedales y efectos de rigor, se enfrentan a una base rítmica machacona y muy sólida. A destacar el curioso uso que hace la batería de los redobles, a veces pieza clave para sostener una canción entera.

Curiosa toda la imaginería desplegada en el aspecto gráfico. Impecable en portada y contraportada y un poco desmadejado en el insert en donde mezclan, sin piedad y con estilos muy diferentes, elementos medievales con otros victorianos, aztecas y hasta patafísicos. Lógicamente ilustrando las letras, pero no deja de chirriar un poco.

Eso sí, en el aspecto sonoro el disco es muy compacto y potente, sin fisuras. Te traslada a campos de batalla medievales y remotos tiempos pasados sin perder la modernidad y la urgencia en ningún momento.

En definitiva, solo 6 canciones en un disco muy muy bueno que se hace muy muy corto. Y no seré yo quien me queje de los discos cortos, pero joder, a los precios a los que están los vinilos últimamente... (En la crítica de Poison Ruïn me explayo más sobre el tema).

Me ha encantado. 

Mgrtn.



Poison Ruïn: S/T (LP, Drunken Sailor)

Sí, ya sé que llego algo tarde, pero yo comento los discos cuando los tengo en mi poder, en formato físico y cuando me da la gana, faltaría más.
Y es que realmente me ha costado hacerme con este LP. Y me ha costado en todos los sentidos. Por un lado, nunca encontraba un vendedor “barato” en discogs que tuviese además otros discos de mi wishlist (por aquello de ahorrar en gastos de envío). Y, por otro lado, al final la broma me ha costado la friolera de 26 euros. Vale que es una edición limitada 
con el vinilo mitad blanco, mitad negro (que, en el fondo, esas cosas me la pelan); pero es que los discos nuevos están llegando a unos precios ridículos. Antes con 100 euros te comprabas 8 discos, ahora da las gracias si puedes comprarte 4. Muy triste, sí. Pero los que estamos “enganchados” a esto ya no nos podemos bajar del carro.

Bueno, pues como algunos ya sabréis este LP es un recopilatorio de sus dos primeros “álbumes” que salieron en sendas casetes en 2020 y 2021, respectivamente.
En el 2021 lo editó Urge Records, reeditándolo un par de veces el mismo año, y ahora le toca el turno a Drunken Sailor, que en 2022 se hizo con el producto y ya va por la segunda edición.

Lo cierto es que la banda de Filadelfia despertó la atención del público de la “escena” ya con su primera cinta y causó un importante revuelo porque realmente su propuesta va más allá del Post Punk de libro que suelen practicar la mayoría de los grupos del género, copiando a destajo, sin pudor alguno, a los grupos de finales de los 70 y primeros 80.

Y es que tienen elementos siniestroides (esa oscuridad que lo inunda todo), pero sin necesidad de acercarse ni a Joy Division ni a Siouxsie.
Y tienen también elementos, digamos, más raritos y/o experimentales, pero nada que ver con GO4, Wire, Essential Logic o cualquier otro grupo de aquella época.

Poison Ruïn destacan por su sonido personal. Aunque, vale, sí, es una mezcla, un batiburrillo incluso, de multitud de estilos y poses del siglo pasado. Pero lo combinan de una manera bastante interesante y logran definir un estilo que, parafraseándoles a ellos mismos, encaja perfectamente en la etiqueta de Dungeon Synth. Desde luego, a muchos. les encajará más que lo de “Post Punk”.

Un sonido oscuro, áspero, turbio, mohoso, con olor a cerrado, a mazmorra, a potros de tortura, a Inquisición española, a medievo.
Podría emplear la bonita frase de “y lo hacen sin coger prisioneros”, pero es que sería mentira. Porque sí que cogen prisioneros. Los cogen, los torturan y los dejan siglos encerrados comiendo piedra y aguantado ratas y goteras.

Para mi gusto el tono es excesivamente “gordo” y “épico”, sin esconder que en el fondo son unos putos jevis camuflados (o no) haciendo Post Punk o Dungeon Punk o lo que sea. De hecho, hay fragmentos demasiado rockones. Pero entiendo que ahí radica el encanto del grupo. No puedes darle un tono medieval al asunto sin recurrir a ello.

La primera casete es un poco (solo un poco) menos “pesada” y tiene temas más Punk (a veces rozando el HC). La segunda, a cambio, tiene mejor sonido. Aunque son bastante uniformes y las filtraciones de los gases del volcán subterráneo bajo el calabozo donde se ha debido grabar esto siguen empañando ambas caras por igual.

Y es verdad que esa sensación de estar presenciando la película a través de un cristal grueso, poco pulido y, además, empañado; hace que quede todo un poco diluido y que tengas la sensación de no estar percibiendo el conjunto entero, de perderte muchos matices. Pero es precisamente esta sensación incómoda lo que hace que prestes más atención y que quieras escucharlo otra vez todo para descubrir en cada escucha nuevos detalles.

Gran trabajo.
Estoy deseando verles en directo en mayo. Que promete ser bastante intenso. 

Mgrtn.

No hay comentarios:

Publicar un comentario