martes, 17 de marzo de 2015

Críticas 122: Slant 6, 411, The Cramps



Hoy vamos con un puñadito de reediciones. Todas ellas de los 90. Y es algo que, de entrada, sin pararme a mirar el calendario, me sorprende. Y es que, a veces, parece que los 90 fueron ayer, que el último concierto de Nirvana suena aún en nuestros oídos, o que las cicatrices del festival Sub Pop que azotó Revolver son bastante más recientes de lo que parecen. Pero han pasado ya más de 20 años de todo aquello. Y claro, por mucho que se siga reeditando a cascoporro material de los 70 y los 80, y que lo veamos como algo natural (son discos “viejos”), siempre me llama la atención que se reedite un álbum de los 90. Un disco que has visto salir al mercado con tus propios ojos… No aquellos discos de la movida o del 77 que cuando los descubriste eran “cosa del pasado”. Discos que sigo considerando “recientes” pero que para nada lo son. De hecho era más reciente el Buen Servicio de Desechables cuando me lo pillé en Discoplay que cualquiera de los discos del 92 a día de hoy. Y tras esta reflexión de abuelo cebolleta, vamos con las críticas.





411: “The side you cannot see. The complete discography (1990-1992)” (LP, Workshed Records)

Grupo “seminal” del Hard Core noventero y clave para entender todo lo que vino después, formado por los superhéroes del género Dan O'Mahony, Kevin Murphy, Josh Stanton y Mario Rubalcaba. Para mi gusto bastante más importantes (que no populares) que No for An Answer, por ejemplo, ya que aportan bastante más al género y no se limitan a repetir clichés. Pese a que luego este mismo estilo se convertiría en otro cliché. El LP incluye el single del 90 y el supermítico LP This isn’t me, además de todos los temas incluidos en recopilatorios y un track en directo.

Es escucharlo y querer coger el skate para recorrer a toda pastilla la ciudad. Aunque reconozco que a día de hoy jamás me acercaría aun grupo de riffs tan “pesado” y con esas distorsiones tan heavies, pero el exquisito timbre de las voces aún me sigue poniendo palote. Y por supuesto, el dulce sabor de la nostalgia que invade todo el paladar y no me deja pensar en otra cosa. Es escuchar la intro de “Show me” y  se me pone la carne de gallina hasta el último golpe de batería. Dios, tengo grabado ese dibujillo de guitarra de la estrofa a fuego en mi cerebro.

Muy grandes. De la talla, e influencia que Mega City Four, Samiam o los primeros NOFX, por citar a algunos de su quinta que han llegado a ser más famosos que ellos.

Mgrtn.







The Cramps: “Blues Fix” (10”, Big Beat)

Sin Lux en este barrio y sin posibilidad de lanzar nuevo material, supongo que lo que le toca a Poison Ivy es reeditar referencias viejunas en su propio sello. Habrá quién diga que para seguir exprimiendo a la gallina de los huevos de oro, y habrá quién diga que porque lo reclaman los fans. No voy a entrar a ahí, la cuestión es que este disco salió en el 92 solo en formato CD single, así que supongo que tenerlo en formato vinilo es algo que la legión de seguidores de los calambres debemos agradecer. Aunque, eso sí, se trata de un artículo para fetichistas y/o completistas. 4 versiones, ningún tema propio, en clave de Blues de la etapa más coñazo de la banda. Justo antes de fraguar el Flamejob, puede que mi disco menos favorito de ellos. Lo que supuso todo un anacronismo en pleno 1992, con el Nevermind de Nirvana reventando las listas y el Blood Sugar de Red Hot Chili Peppers coleando en todas partes, esa vuelta al Blues primitivo más purista, a día de hoy no llega ni siquiera a eso, a “anacronismo curioso”. A mí no me dice mucho, la verdad. Ni un solo eco del sonido siniestroso y cavernícola, seña de identidad de la banda, ni siquiera ecos de la jungla psicodélica, ni de indómito rockabilly. Blues, solo eso. Para algunos lo será todo, para mí, no. Eso sí, se saborea la calidad y tiene el sello de garantía de una de las mejores bandas que ha pisado la faz de la tierra.

Solo para los que sientan la necesidad de tener el cromo para el álbum. Si no tienes ni el álbum, ni lo intentes.

Mgrtn.





Slant 6: “Soda Pop Rip Off” (LP, Dischord)

Reedición de este clásico del Riot Grrrl que se publicó en pleno 1994, en plena efervescencia (y declive) de todo. Año en el que la última gran revolución de la música Rock llegó a la cima para empezar a resquebrajarse y morir tan rápidamente como surgió.

Soda Pop Rip Off es sin duda un producto de las modas del momento, que mamaba tanto del Grunge de Hole o Babes in Toyland, como de la explosión con base en Olympia,  liderada por Bikini Kill y aglutinada entorno a Kill Rockstars. Producto que aunque sea de temporada, y algo tardío, no por ello deja de ser una puta joya que brilla entre toda la montaña de discos que salieron durante los 90 abordando estas mismas propuestas musicales. Quizás el toque Post Punk es lo que las hizo un poco más especiales que a otros muchos que se quedaron en el camino, y si bien no alcanzaron la popularidad de las Red Aunts, que apostaban por una mezcla de estilos bastante similar y llegaron a fichar por Epitaph, entraron de cabeza en la escudería Dischord, que no es moco de pavo, y que, con la perspectiva que otorga el tiempo, al final resulta bastante más rentable. Así podrán decir que nunca fueron “comerciales”, pese a meterse de lleno en los géneros “alternativos” de moda.

En cualquier caso, 20 años contemplan ya aquella primera edición y el disco no ha perdido un ápice de frescura y calidad. Obra maestra de la época para mí, sin la cual no hubiesen existido grupos tan vitoreados hoy día como por ejemplo The Coathangers.

Mgrtn.

No hay comentarios:

Publicar un comentario