miércoles, 17 de octubre de 2018

Críticas 195: Campamento Rumano, Neura, Tipex

Parece que la escena española de Punk (la de Punk de verdad, no mierdas roqueras) está volviéndose a recuperar en un territorio dominado casi únicamente por el HC y el PostPunk y en donde, además, casi todos los grupos Punk se han pasado al Pop. 

Vamos con tres lanzamientos recientes que son además tres debuts excelentes. Por cierto con tres portadazas, cada uno en su rollo, pero portadazas todas.





Campamento Rumano: "El Punk está lleno de sinvergüenzas!!!" (7", Discos Banana)

Bueno, bueno, bueno, pues aquí tenemos uno de los candidatos a 7" del año. 

Este dúo o trío (según las fotos) o quinteto (según los créditos) de Bilbao nos llega con 20 años de retraso, ya que perfectamente encajan en la escena Mongo Punk ibérica que tuvo su esplendor-desarrollo-declive a finales del siglo pasado y principios de este. 
Podrían perfectamente haber sido uno de aquellos grupos que compartían escenario con Webelos (ejem), Rizillos, La Stasi, Las Führers... Creedme, sé un poco de eso. 
De hecho los teclados y las letras tan sumamente mongólicas nos recuerdan inevitablemente a Rizillos. Aunque es cierto que suenan algo más compactos que los de Zaragoza y que esos mismos teclados a veces suenan también a grupos de Synth Punk extranjeros algo más serios, tipo Los Reactors (de hecho el teclado de Nestor es 100% Los Reactors). Pero realmente no se puede hablar de seriedad en absoluto porque, como puedes ver por el nombre y por la portada, la declaración de intenciones es muy clara.

Y, por si queda alguna duda de su subnormalidad, basta con echar un vistazo a las letras: Cocacola en Angola (no, no es una versión del Pogo en Togo), Divorciado y sin custodia, Ser tirano es lo mejor...

Junto a los teclados, el protagonismo se lo lleva también la voz. Voz aniñada mongoloide que tiene un toque personal (muy de agradecer), aunque concretamente en el tema Nestor recuerda un poco a Emilio de La Stasi. Acaban de redondear el producto una batería y un bajo más que competentes (simples, pero impecables) y una guitarra limpia que suena a gloria bendita. 

A decir verdad, ahora que lo pienso igual no encajan del todo en aquella escena Mongo Punk de hace 20 años ya que los cinco temas del disco suenan "impecables" tanto en calidad como en ejecución. Parece como que falta algún fallo garrafal o una sonoridad más Lo Fi para poder emparentarlos definitivamente con aquellas grabaciones que pecaban todas de excesivamente maqueteras. ¿Mongolos (que no humanos) "mejorados"?

Así que igual me he precipitado al hablar de que llegan con 20 años de retraso. Aunque es evidente que retrasados son un poco, pero a lo mejor llegan con 20 años de adelanto. Igual estamos ante la nueva avanzadilla del Mongo Punk. 
Un estilo musical que solo contaba en la actualidad con los resistentes Leonor SS, el único grupo de la segunda generación que aún resiste, y algún que otro estallido que surge de vez en cuando en algún punto de la península pero que desaparece tan pronto como empezó. Esperemos que estos no sean otro fugaz estallido y estén aquí para quedarse y que no tengamos que esperar otros 20 años, que sean la avanzadilla de la tercera generación de Mongo Punk ibérico y que vuelvan a nuestros escenarios los sinvergüenzas,  la cara dura, el gusto por lo simple y el más absoluto desprecio por las canciones interminables de rock duro.

Concierto en Madrid, ¡YA!

Compra obligatoria.
Mgrtn.






Neura: "Escapar" (7", Pifia Records / Discos Enfermos)

Otro debut excelente, sí señor. 

Ya nos dimos cuenta de que estos asturianos tenían mucho que decir cuando nos visitaron. Un directo energético y rabioso, nada impostado, con gente de verdad y no maniquíes cargados de tachuelas esclavos de la moda punk, que  hizo que todos los cazatalentos de la sala, buscando su siguiente referencia, comprásemos la k7 que traían, esperando encontrar el dorado. Y, aunque la maqueta no estaba nada mal, la grabación no los retrataba en absoluto. 

Así que hemos tenido que esperar a escuchar este 7" para encontrar un producto no ya satisfactorio, si no altamente satisfactorio y que supera todas las expectativas. Una pasada, en serio. Puedes poner una foto de este disco en el diccionario al lado de la definición de Punk. Lo tienen todo: sonido, actitud, una voz flipante sin necesidad de caer en la estridencia y, sobre todo, rabia, mucha rabia. Rabia que supura pus tanto cuando pisan el acelerador (en los tres temas de la cara A) como cuando se muestran desesperantemente contenidos (en el tema de la cara B).

De hecho, para mí, es el tema de la cara B, Se ríen de ti, el auténtico hit. Mientras en la cara A podrían emparentarse con un buen centenar de grupos Punk/HC, obteniendo una buena nota, eso sí; es en la cara B en donde realmente ponen los pelos de punta. Siguen en su línea de Punk clásico y sin aditivos de la que hacen gala en todo el disco, pero creo que alcanzan unos niveles de excelencia que se te olvida que están martilleando todo el rato el mismo riff: una tensión, una rabia contenida que acaba por explotar y un pequeño regustillo a Lumpy and the Dumpers sobre todo en la manera de arrastar la voz y recoger todas las putas pelusas del suelo. 

Discazo.

Mgrtn.





Tipex: S/T (LP, Flexidiscos)

A estas alturas ya no es ninguna sorpresa y cualquier aficionado al Punk de este país conoce perfectamente la existencia de este disco. Y es que estos valencianos lo colgaron en su bandcamp hace ya unos meses y nos ha dado tiempo a empollárnoslo mucho hasta que definitivamente ha salido en vinilo. Y eso que a mí no me gusta escuchar discos en el ordenador, pero con este hice una excepción. E hice una excepción porque engancha. Mi intención era escuchar un par de canciones para saber si debía comprarme el disco o no cuando saliese, pero acabé escuchándolo entero una y otra y otra y otra y otra vez.

Cuando les trajimos a Madrid, la primera vez que tocaron aquí, aún no tenían el vinilo pero en la sala (que se petó y se quedó gente en la calle) prácticamente todos nos sabíamos las canciones. 

Tipex practican un Punk sencillo pero ejecutado con precisión (con una batería perfecta) y fuerza, pero eso no basta para sobresalir, como han sobresalido ellos en la escena por encima de bandas ya consagradas incluso. El secreto está en hacer las cosas bien y con pasión, pero tampoco basta. Además tiene que gustar a la gente. Y eso es difícil de conseguir. Sobre todo gustar a tantísima gente de la noche a la mañana. Creo que la clave está en las melodías. 

El disco, con esa guitarra y ese rollito de melodías melancólicas puede recordar un poco a grupos como Nueva Generación, pero no suena para nada a Observers como aquellos. Aunque sí usan y abusan de guitarras brillantes con poca distorsión y de melodías tristonas, apagadas, que al final enganchan tanto como las melodías pop azucaradas, si sabes hacerlo bien. 
Una tristeza dulzona, un pesimismo omnipresente va reptando por el disco, pero te das cuenta solo a medias porque la energía, que derrochan a raudales, te hace bailar a la vez. Y, de repente, cuando menos te lo esperas, el disco termina y descubres que se ha ido transformando y se ha ido tornado en algo más alegre. Poco a poco las canciones han ido despojándose de esa melancolía del principio. ¿O siempre ha sido así? Da igual, quieres más, e, inevitablemente, tienes que ponértelo otra vez y luego otra y otra...

Y, aunque las primeras veces te hace gracia la voz, no es hasta que ya lo has escuchado unas cuantas veces cuando te das cuenta de que realmente la puta magia del disco reside ahí. Ese tono de voz es lo que realmente te engancha. Se escapa por completo de la típica voz femenina aguda y chillona y de la grave e impostada, es un estilo muy personal, que parece incluso anodino, desganado, pero que tiene una tonalidad, que a pesar de ser grisácea, te atrapa, te engancha y no te suelta. Una pasada.

Corre a pillarlo antes de que se agote.

P.D.
Mil gracias por el disco, Oscar.

Mgrtn.









No hay comentarios:

Publicar un comentario