jueves, 7 de octubre de 2010

(un)know pleasures

 Sin duda alguna, una de las mejores portdas de todos los tiempos. Puede que la mejor.

Peter Hook. 7 octubre 2010. Rock Kitchen. Madrid.

Sabíamos a lo que nos exponíamos cuando compramos nuestras entradas (carísimas + comisión de Tick Tack Timo). Sabíamos que íbamos a ver al bajista de Joy Division repasando el Unknow Pleasures y algun temilla suelto anterior. Pero claro, acudimos pensando que quizás, sólo quizás, podría tratarse de algo más... No fue así.
No me esperaba una sala llena de skin heads dispuestos a partirse la cabeza en el pogo. Eso es parte de la historia del Punk, o quizás sólo de una historia contada en una película... Pero sí esperaba un poquito más de tribus urbanas, aunque fuesen sólo un puñado de siniestros. Ni uno se presentó a la cita. Parece que todo el público gótico se está reservando para el show que darán Fields of the Nephilim (y con Las Novias!! Toma ya, jajaja) este mismo mes. 
La sala estaba llena hasta la bandera pero de gente normal, sin pintas, y/o, como era previsible, de Fibers (muchos de los cuales conocen a Joy Division a raíz de leer entrevistas a Editors y otras bandas modernas que petan los festivales veraniegos, y que citan siempre a los ingleses en primer lugar al hablar de sus influencias).
Como digo, sabíamos que se trataba sólo de una actuación del bajista de Joy Division, y queríamos al menos verle tocar el bajo, que es lo suyo. También sabíamos que no se iba a aparecer Ian Curtis en el último momento e iba a cantar los temas; esa labor la iba a realizar el mismo Peter Hook. Pues, según parece, cantar y tocar el bajo no es algo que sepa hacer Pedrito Garfio a la vez. Su instrumento lo llevaba colgado de adorno, y en todo el show no tocó más de 4 notas. Era su hijo, armado con otro bajo, el que sí se dedicó a tocarlo de verdad. ¡Vaya chasco! O sea que ni siquiera íbamos a tener la ocasión de oir a Hook al bajo. La cosa cada vez se alejaba más del concepto Joy Division....
Aún así, la banda estuvo correcta, muy competente, con buen sonido y momentos de intensa apoteosis, quizás, eso sí, demasiado épicos para lo que se supone que deben ser unos temas de J.D. De hecho, tiraron demasiado de guitarreo roquero, lo que sumado a los poco afortunados juegos de luces de la sala y al "entuasiasmo" del público que parecía estar más en un concierto de Oasis que de otra cosa, contribuyó a generar una sensación demasiado cálida en ocasiones. Y yo siempre he pensado que estar en un concierto de J.D. sería algo muy frío, congelado, con estalactitas cayendo de vez en cuando para cortar la piel del público (qué poetico estoy).
Hook no cantó mal, aunque tampoco transmitió nada especial (la sombra de Ian es muy alargada). Y el repertorio, que también lo conocíamos, fue el esperado; aunque siempre conservas la esperanza de escuchar "Walked in line" (la gran ausencia), "Novelty", "Ice Age" (está si que la ha tocado en otros conciertos)... Por suerte, sí pudimos disfrutar de "Warsaw"  o "Leaders of the men", aunque, para mí gusto, les faltó velocidad. 
Pese a algún momentazo como "She's lost control", que revolucionó al público un poco más, en líneas generales el set principal fue un poco soporífero, y no fue hasta los bises cuando consiguieron una mayor participación por parte de la muchachada, que bailó entuasiasmada sobre todo el inevitable "Love will tears apart" y la brillante "Transmision".

No me quedé, por supuesto, a la pinchada posterior de Peter. Viendo cómo había tocado el bajo, seguro que se limitó a ponerse los cascos, mientras su hijo cambiaba los vinilos. O hasta puede que fuesen CDs, como los que ponía el DJ que nos dio la tabarra antes de la actuación del grupo (pese a que puso un tema de los Pistols, entre todo el revival del Manchester más hortera).

Haciendo balance, le pediría a la organización que me devolvise por lo menos la mitad de la entrada. Aunque, por las caras de felicidad de la peña, muchos de los presentes hubiesen pagado aún 10 euros más.
Mgrtn.

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