jueves, 28 de septiembre de 2017

Críticas 173: Unreleasables, Janitor Scum, Anarkia


Anarkía: “Censurado” (Rock SVB Discos)

SVB edita en vinilo de 7” los ocho temas de la cassette que sacó esta banda chilena en 1989.

Hard Core ochentero no tan acelerado y demencial como esperas, bastante fácil de corear y con buen sonido. Baterías machaconas, voz grave tirando solo a medias de garganta y riffs que se mueven entre el Punk y el Hard Core. Letras reivindicativas un poco infantiles y simplistas, pero que perfectamente encajaban en aquella época, y que son parte del encanto de este disco.

Aunque me esperaba algo más veloz y bestia del rollo HHH, GRB o Antidogmatiks, quitando el acento, recuerda bastante, con todos los vicios, virtudes y defectos, a sonidos del Punk ibérico de principios/mediados de los 80 (Desde Eskorbuto hasta Qloaca Letal pasando por Rip o los MG15 menos veloces), supongo que la fuente de donde bebieron.
Los temas tienen bastante pegada y resisten bien el paso del tiempo. Fáciles de escuchar e ideales para bailar con el puño en alto, ¿para qué quieres más? A mí me vale.

Mgrtn.




Janitor Scum: “Scenes from the grocery” (12”, Lumpy Records)

18 minutos pone en la portada y creo que no llega por unos segundos. Tras una maqueta y un directo en cassette, Lumpy records se fijó en esta banda de Alberta (sí, ya sabes, en Canadá) y las sacó… otra cassette. No, jajaja. Odio eso. Les sacó este vinilo en 12” que algunos definirían como LP y otros pues igual no. Son 9 temas, igual le falta uno para entrar en la categoría. Me la pela, en la estantería irá en la J y punto.

Estos chavales practican un Post Punk inconexo plagado de ruiditos, aberraciones sonoras y mucho caos por en medio, podríamos decir que son de la escuela de bandas predecesoras como Mr. California o Neon Hunk o podríamos decir que hacen mierda de la buena y ya.

Se puede decir que Lumpy saca dos estilos de música: saca a grupos de Hard Core Punk hiperbestias y sucios o a grupos de este rollo, de ruiditos marcianoides. Así que podemos decir que están en la estela de BB Eye, Mr. Wax o The Wad, todos ellos grupazos, a los que a partir de ahora añadiremos el nombre de estos canadienses.

Comparten con los tres anteriormente citados su gusto por el infantilismo Punk (que para mí fue iniciado por Bob en los 80), la robótica naif y los juguetes descacharrados, pero dan quizás un paso más y se muestran más eclécticos, mucho más. Por un lado le meten algo más de complejidad, pero sin llegar a ser The Minneapolis Uranium Club, claro, pero acercándose levemente, en ocasiones, (también por el tono de la voz) a composiciones de los siempre brillantes Yummy Fur. Siempre sin llegar a hacerles sombra, claro. Lo que ocurre es que después se cascan un tema ultra mongolo y te da la sensación de que andan a años luz del virtuosismo de aquellos y vuelves a pensar en la tomadura de pelo de Mr. California. Y, de repente, otro tema más serio, algo más artie… Te descoloca. Creo que debe haber varios compositores en la banda.

Y por otro lado, en algunas canciones, tienden más hacía melodías (las que tienen melodía) más pop, lo que hace que por momentos parezca una canción de Nazis from Mars, también por la voz de la cantante y las baterías electrónicas. Aunque luego, al final del disco se marcan el tema más pop de todos y vuelve a recordar a Yummy Fur, lástima que sea tan largo, porque en eso no se parece nada. Vamos, que dentro de la homogeneidad que confieren los ruiditos, son bastante eclípticos, como ya dije.
Me quedo de largo con los temas menos pop, tanto los más caóticos y simplones, como aquellos un poco más enrevesados, que quizás me gusten aún poquito más.
En conjunto el disco es una marcianada muy guapa y creo que posiblemente entre dentro de mi Top 10 de bandas actuales.
Mgrtn.






The Unreleasables: “Music for no brainers” (7”, Creature of the Night Records)

Cuarta entrega en forma de 7” de estos ingleses que nos sorprendieron (al menos a mí) en el 2010 con su EP de seis temas para P.Trash. Luego sacaron otros dos 7”s, en el 2011 y 2013, y hasta ahora habían permanecido en silencio. Hasta que el otro día me entro uno de ellos por Facebook y me dijo que habían sacado un nuevo disco y que había visto que yo había comentado sus anteriores en el blog. Daz tuvo la gentileza de enviarme un par de copias a casa, lo cual le agradezco un montón. Una de cada portada además. Mil gracias.

Como acabo de decir son dos portadas diferentes limitadas a 125 copias cada una. Veo que lo de sacar pocas copias no es algo que haga yo por capricho (o por snobismo que dicen algunos) con mi sello; la verdad es que la cosa está jodida a día de hoy para vender un puto disco. A no ser por supuesto que seas una estrella del anarcopunk anticapitalista y puedas mover tu material por cantidad de distribuidoras del rollo antisistema, jugando con los mercados (es decir que están metidos hasta las cejas en el sistema, je), sacando cantidad de copias que sabes que se van a vender (si no, no las sacas), pudiendo poner los precios muy bajos y así vendiendo más todavía. Vamos que no veo la diferencia entre lo que hace Cocacola (siempre a escala proporcional, claro) y algunos grupos/sellos de estos que claman contra el vil capitalismo.

Las portadas son ilustraciones a todo color y recuerdan bastante a aquellos dorados años 90 en los que estaban muy de moda este tipo de portadas y en los que campaban a sus anchas Kozik, Coop y toda una legión de imitadores/discípulos, que dieron imagen a las obras del Punk, el Garage, el RNR y otros géneros del momento. Hoy en día se lleva, sin duda, otro rollo y este tipo de portadas resultan un tanto anacrónicas; aunque supongo que la música del grupo (Punk noventero) en cierto modo también lo es. Hoy basta con hacer un garabato con cresta que parece dibujado por un niño pequeño (si eres del HC) o algo geométrico muy simple (si eres del post punk). Y no digo que el feísmo y la simplicidad no tengan su encanto (que lo tienen, pero no todo vale, claro), si no que antes había un trabajo de días detrás de una portada, de muchas, muchas, horas y hoy se hacen en 10 minutos (al menos la que se elige como definitiva, que suele ser la primera, je). Vamos que era un currazo y que hoy cada vez se estila poco en el género.

Pero vamos con las canciones, que me enrollo más que las persianas. El grupo empezó sonando mucho más sucio y desgarbado, algo patosos (como mola), y ha ido refinando su sonido hacía composiciones más contundentes, compactas y con mejor sonido, pero nunca han perdido su agresividad, ni velocidad. Vamos que han pasado de compararse a unos primeros Queers, mongolos, caraduras y muy primarios a asemejarse a unos veloces Nobodys, también mongolos pero con temas un poco más trabajados (tres acordes en vez de dos, tampoco te creas) y siempre con la incorreción por bandera, claro. Nunca han perdido su pasión por el Punk melódico tocado a toda hostia (lo que, por otra parte, les desmarca un poco de los grupos de rollo Lookout, mas anclados en el Pop) y siguen manteniendo su seña de identidad: esa voz casi caricaturesca desgañitándose (que no deja mucha hueco a melodías pop tampoco), flanqueada por unos coros femeninos también ultra gritones. Además las voces femeninas recuerdan mucho a los grupos del sello de Greg Lowery con chicas a las voces; lo que sumado a algunos riffs muy ripoffianos hace que por momentos parezcan totalmente de aquella escudería.


En su anterior trabajo firmaron uno de los mejores temas compuestos en esta década, I hate my nazi Girlfriend, un tema frenético y despiadado que no tiene contestación. Y creo que en este disco, 4 años después, sin sacar nada entre medias, repiten aquella fórmula ganadora para firmar seis pepinazos que poco tienen que envidiar a su tema estrella del 2013. Aunque claro, si no incluyes la palabra “nazi” en el título de una canción, el impacto siempre es menor, je.

El disco, sin perder el mongolismo en ningún momento, se compone de cuatro misiles hiperveloces y agresivos, en esa del Nazi Girlfriend, que los hace también incontestables. Y luego, dos temas (uno al final de cada cara) menos rápidos, que recuerdan a su primer trabajo y a bandas hoy olvidadas como Joey Tampon.

Para mí uno de los trabajos PUNK del año. Mil gracias chicos.
Mgrtn.

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