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La Urss: “Nuevo
Testamento” (LP, Humo)
Mucho ha llovido desde que en Hillside Strangler quedamos
alucinados con un puñadito de canciones que nos pasó Áfrico de su nuevo
proyecto con Jorge y que decidimos sacar en un split junto a otro de los grupos
que nos flipaba entonces: Coprolitos. Evolución, cambios de formación y, por
supuesto, siempre han ido a mejor. No hay duda de que son muchos años juntos
ya, muchas tablas, y que eso se nota, pese a que vivan en distintas ciudades.
Se nota en que cada disco nuevo es superior al anterior con mejores temas y con
mejor sonido. Y este disco no iba a ser menos. No acepte imitaciones.
Lo primero que llama la atención es la portada. Me gusta y
creo que con una idea tan simple y limpia representan perfectamente, de un
plumazo, el título. Hay mucha gente a la que no le ha gustado porque, y eso es
cierto, no tiene nada que ver con la línea estética seguida por el grupo. Sin
duda es un cambio y muy radical. Pero ¿desde cuándo eso es malo? Renovarse o
morir. Y creo que por ahí van los tiros. No solo la portada lo apunta, también
el título. Y es que podemos dividir perfectamente la trayectoria del grupo en
Antiguo Testamento (los discos anteriores) y Nuevo Testamento, que comienza con
este disco.
Lo segundo que llama la atención es que no solo abandonan la
línea gráfica que les definía, también abandonan la autoedición. Tras unas
primerizas referencias en sellos, la banda decidió editar sus propios vinilos y
autogestionarlo todo, y eso es algo que les honra. Como también les honra el
cambiar ahora de idea y formar parte de la escudería de una discográfica.
Aunque claro, corren el riesgo de ser tachados de “vendidos” por los talibanes
del rollo. Es lo malo de meterse tan hasta el fondo en el charco, que cuando te
sales, surgen las críticas. Pero creo que es un gesto valiente y acertado en
este, su Nuevo testamento, su nueva etapa. De nuevo: renovarse o morir. Y la
verdad es que de haber seguido con los dos pies dentro del charco no les
quedaba otra que morir, en una escena que está más muerta que viva. Una escena
moribunda que, por un lado, el menos politizado, cada vez es más escasa sin ese
necesario relevo generacional y, por el otro lado, tiene demasiados dogmas que
cumplir que acaban asfixiando a cualquier grupo que no esté 100% metido en el
panfleto.
Y quizás fichar por Humo signifique salir del charco en
parte, pero al tratarse de un sello “amigo” de la escena, la salida no es de
cuerpo entero. Aunque supongo que para algunos sí lo es, ya que Humo ya no es
Discos Humeantes. El sello también se ha dado un lavado de cara y ha salido de
su charco particular. Se han abierto a grupos más heterogéneos, a estilos más
comerciales y así lo demuestran el que apuesten por salas más grandes como El
Sol, salas a las que La Urss no podría aspirar. Y no ser por malos, que son los
mejores en lo suyo, si no por estar encerrados, como ya he dicho, en una escena
moribunda y con demasiadas reglas. Así que creo que han huido hacia delante
dando un valiente salto. O quizás solo sea un paja mental mía y no hay que
darle tantas vueltas.
Eso sí, pagar 15 euros (también en un concierto) por un LP
de un grupo nacional del rollo creo que es subirse un poco a la parra, cuando
estamos acostumbrados a pagar entre 9 y 12.
E, inmerso, como está este nuevo disco, este Nuevo
testamento, en tantas novedades, el contenido del mismo no iba a estar libre de
ellas. Y es que por primera vez nos enfrentamos a un disco de La Urss en donde
el Punk se encuentra en segundo plano. Se trata de una evolución perfectamente
lógica si echamos un vistazo a su carrera: de su pasión por grupos andaluces
como TNT o KGB, pasaron a adorar a destajo a Dead Kennedys, para después
empezar a darle un toque más personal, más suyo y con más raíces de su tierra,
a la par que iban oscureciendo su sonido hacia el After Punk. Y el resultado es
este nuevo disco, del que ya había ecos en su anterior trabajo, en el que están
completamente sumergidos en el After Punk, con un sonido mucho más intimista,
más Pop, con coros incluso muy melódicos (y melancólicos), sin abandonar por
supuesto todo lo aprendido por el camino, su sello personal y el toque de la
tierra. Tanto es así, que nos encontramos casi-casi ante un disco de Pop, con
algún pildorazo aún de Punk más enérgico, pero que abunda en temas más
calmados, cada vez menos veloces y más sensibles.
Como pega no me gusta algún tema que es demasiado Parálisis
Permanente, demasiado obvio. Incluso un vídeo que eligieron para presentar un
adelanto tiene demasiados ecos del de Autosuficiencia. Creo que tienen mucho
más que aportar cuando dan rienda suelta a lo suyo, a lo original.
Si fuese un disco de Punk diría que está demasiado pulido,
que le faltan aristas, que no raspa, que no hace daño al oído, pero
evidentemente estamos ante un disco de Pop o de After Punk o de Post Punk o de
cómo quieras llamarlo. Un disco con canciones muy buenas, muy cuidadas y que,
como todo lo que han hecho, supera la media y la mediocridad con mucho.
Ahora solo queda comprobar la reacción del público. De los
talibanes del Punk (entre los que me encuentro, por supuesto: yo seré siempre
del primer disco, jeje), de los talibanes del panfleto de turno y de los no
talibanes, aquellos que (qué suerte) tienen la mente más abierta. Y, por
supuesto un nuevo público al que sin duda llegaran con su Nuevo Testamento y
que seguramente acaben rindiéndose a la calidad de la propuesta.
Mgrtn.
Snor: “Scandinavian heartbreaker” (7”, Adult Crash)
Hace poco nos visitó esta banda de Malmö (Suecia) y no pudimos disfrutar a gusto de ellos por el pésimo sonido y ridículo volumen con el que sonaron. Podéis leer mi crítica en 1 Minuto de Gloria.
Se trata del segundo single de la banda que salió el año pasado y que se ha reeditado este mismo año en vinilo rosa (el primero es de 2016).
4 temas de Hard Core Punk, veloz en ocasiones y muy ruidoso todo el rato. Con un sonido muy gordo, mucha distorsión y mucha suciedad corrompiéndolo todo. Me encanta que los punteos de la guitarra consistan en pasar la púa trasversalmente por las cuerdas más finas sin ningún tipo de técnica ni de control. Y también que las baterías a veces parezcan tambores de guerra indios.
Pero sin duda lo que más me gusta es la voz de la cantante. La tía se deja la garganta pero no deja de marcar los agudos sin perderse en la guturalidad absoluta. Tiene un tono de voz con un color entre feo, desagradable y que recuerda un poco, en las partes más afónicas, a ciertos grupos del Riot Grrrl noventero. Mola mucho.
Mgrtn.
Warm Bodies: “S/T”
(LP, Lumpy Records)
Los había escuchado antes por internet y en su momento
decidí no comprarme sus singles. Cada vez los discos son más caros y hay tantos
que comprar que prefería no comprarme algo que no me convencía al 100%. Pero
después de verles en directo y FLIPAR, no me pude resistir y decidí comprar su
LP de debut, porque además lo traían baratito. A 10 euros, como debe ser en un
concierto; y no como esos hijos de puta que lo ponen a 15 o a 20 euros.
Esta banda de Kansas lleva rodando desde el 2016 y forma
parte activa de la super interesante escena Punk que se está cociendo desde
hace unos años en la zona de Missouri (ya sabes rollito Lumpy/St. Louis…). En
sus filas hay miembros de mil grupos: BB Eye, Alert! Alert!, Inquisition, Peace
Warrior, Metatone, Natural Man & Miss Lady, Shapeshifter… y solo he
mencionado unos pocos, porque podría llenar media página si los pongo todos.
Actualmente también comparten un miembro con Lumpy and the Dumpers, al menos en
directo.
Como he dicho, no me convencían del todo (y siguen sin
hacerlo) en disco, pero en directo nos dejaron a todos con las bragas empapadas
y en el suelo. Para mí el mejor concierto en lo que va de año (en unos días
colgaré una crítica del show en 1 Minuto de Gloria). La banda toca bien, suenan
muy locos y caóticos, pero a la vez firmes, contundentes y perfectamente
engrasados. Aunque, sin duda, la magia de sus directos la acaba de conseguir
Olivia Gibb con su actitud de loca agresiva y esa voz alucinante, tan Punk, con
esos gritos agudos flipantes. Podría competir perfectamente con la cantante de
Cocaine Piss, pero se nota que Olivia no está loca de verdad y no llega a ser
fagocitada por su papel del todo. Pero sin duda es una front woman de
primerísima primera división.
En el disco, por supuesto, la voz sigue siendo protagonista.
Usa el mismo tono infantil y repelente que en BB EYE (el grupo que tiene junto
a Martin de Lumpy, y que si no lo conoces no debes perderte por nada del
mundo), pero va más allá y adopta unos modos más Punk, más histéricos y unas
afonías, a veces, que vuelven a comprarla de nuevo con la cantante de Cocaine
Piss. y, de hecho, gracias a ella, a la
voz, puedo afirmar que me gusta bastante el LP. Aunque, como también he
adelantado antes, no acaba de convencerme al 100%. Pero no por la voz, si no
por la puta guitarrita de los cojones.
Y es que esa es la gran pega del disco. Me da igual que el bajista
y el batería sean buenos músicos y se empeñen en demostrarlo, pero no puedo con
la guitarra cuando se pone en plan súper rockoso. Me da mucha grima y además
hace que suenen a “rock clásico” algunos pasajes, cuando precisamente el estilo
de la banda huye de ello y se adentra más en terrenos rarunos, experimentales y
jazzísticos. Free Jazz Weird Punk creo que he leído en algún sitio y me parece
bastante acertado. Hay momentos de locura totales, en los que siguen sonando
compactos pese a ir cada uno por su lado, que son una pasada. Pero es que se
empeñan en meter unos punteos que suenan mucho a “guitarra rock”, que me
parecen terribles. Aún así, si logras abstraerte (muchas veces es imposible),
el resto me parece de sobresaliente alto. Dios mío, qué a gusto le cortaría las
cuerdas al guitarrista…
No sé, si al menos hubiesen tenido otra producción, con la
guitarra más en tercer plano… En el concierto no molestaba tanto el
guitarrista, al menos en primera fila (no sé atrás). De hecho, como ya he
dicho, el concierto fue increíblemente Punk y me flipó muchísimo.
En cualquier caso, me reitero un disco muy bueno en un 75%.
Mgrtn.
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