domingo, 27 de junio de 2021

Críticas 245: Manolo Kabezabolo, No Picky, Satélite

Seguimos con productos nacionales. Hoy tenemos dos reediciones de auténtico lujo y el segundo LP de Satélite. 


Manolo Kabezabolo: “Ya hera ora” (LP, Kasba Music) Pelos como escarpias. Al volver a escuchar estos temas.

En 1989 España era lo que era, una democracia joven con muchísimo tufo aún a décadas pasadas. Muerta y enterrada La Movida, aquel destello de modernidad que nos ayudó a sacudirnos mucha mierda viejuna, aún quedaba toda una herencia carpetovetónica que olía a rancio. Pero ya se había abierto el camino hacia la modernidad. Ya no había vuelta atrás. Y es en este contesto, cuando este joven cantautor de Zaragoza saca su primera maqueta, grabada de aquella manera en estricto directo. Artefacto que no se comercializó y que fue pasando de colega a colega a base de grabaciones caseras con doble pletina.

Poco después, en 1992, en la España de los JJOO y de la Expo, de Cobi y de Curro, mientras se ponía de manifiesto lo modernos que éramos y lo catetos que seguíamos siendo, Manolo Kabezabolo saca su segunda maqueta apadrinado por Berlín Records, esta vez sí con un precio de 400 pesetas (pero donde se anima a hacer duplicados también). Una cassette con 26 temas que incluye un directo de ese mismo año y algunos cortes antiguos grabados en el 89 que no estaban en la primera maqueta.

Poquito a poco, las maquetas, sobre todo la primera, están en todas partes y Manolo comienza a dejar de ser el secreto mejor guardado de la capital del Ebro para comenzar a hacerse “famoso” en la escena nacional en un momento idóneo.
Nuestro superhéroe del Punk retrata de manera magistral todo aquello en sus canciones. La España de “El cambio social”, del “Terrorismo Controlado”, un país en donde aún mandaban mucho los “Militares subnormales” y en donde la droga, el caballo, aún hacía muchos estragos
... Una fecha clave en la que “Tú vida cambió”. La tuya, la mía, la de Manolo, por supuesto y la de mucha gente que nunca jamás lo sabrá.

Y es que, cuando empezaron a circular esas cintas que sonaban a rayos en donde cantaba un tío que claramente estaba borracho, que no veía ni el micrófono y que aporreaba la guitarra pasándose por el forro conceptos como ritmo, tono, afinación, armonía... el Punk en estado puro volvió a ocupar el papel que le correspondía.

Además, trascendió incluso lo que era la escena Punk y llegó prácticamente a oídos de cualquier joven español interesado en la música “independiente”. Adelantándose a lo que ya se estaba cociendo a nivel internacional: el regreso del Punk al primer plano de la actualidad musical en todo el mundo.
Bueno, quizás Manolo no estuviese en primer plano, pero sin duda, estaba ahí y triunfó por méritos propios. Y en una época en la que aún no existía internet y mover un producto físico de estas característica suponía un esfuerzo adicional además al tener que grabar los fans las cintas de una en una.

En la cima de su popularidad, el sello de Punk GOR se animó a sacar el primer mítico CD del maño en 1995. Una primera edición (que atesoro con un cariño especial) que incluía nada más y nada menos que 30 temazos del que, por aquel entonces (para mí al menos) era el summum del Punk, un ídolo y un ejemplo a seguir. Y eso, a pesar de ser un “cantautor”, que , a priori, es algo bastante opuesto al Punk. Pero él era y será siempre el más Punk.

Y es que realmente te hacía pensar aquello de “si él puede hacerlo, yo también”. Ese es el auténtico mensaje del Punk de toda la vida y es cierto que si se cumple esta máxima con

alguien es con Manolo. Ponte tú a tocar las canciones de los Sex Pistols o Dead Kennedys con punteos y todo, je...
Pero una cosa es la pericia (o falta de pericia) musical y otra el talento y la gracia con la que se hacen las cosas. Y, ahí, Manolo es inigualable. Nadie lo ha hecho como él. Hacer de su principal defecto su mayor fortaleza... es un puto genio.

Inmediatamente, el CD se retiró de circulación por los putos derechos de autor de las 7 versiones que contenía el disco.
Recuerdo que la tragedia se mascaba ya cuando en un concierto oí a Manolo que decía “voy a tocar la los Pistols hoy, porque luego no me la van a dejar tocar”. Se refería al concierto en el que iba a telonear a los de Rotten (sí, tanta era su popularidad), pero que luego se acabó suspendiendo porque no se vendieron suficientes entradas anticipadas.

La cosa es que el CD volvió a salir ese mismo año en una segunda edición censurada que contenía solo 23 temas.
Y es esta edición la que ahora nos ocupa, ya que es la que ha sido reeditada en este vinilo para conmemorar sus 25 años, que en realidad son 26.

¿Qué molaba más la primera con las versiones de Sex Pistols o el descacharrante Véndemelo de Judas Priest? Sí, pero oye, que les jodan a las sociedades de autores y a toda esa mierda. Además aquí están sus temas, sus originales, sus incunables. Historia del Punk ibérico de pata negra.

Este artefacto recogía (y recoge) un montón de temas de las maquetas, pero la novedad era que estaban grabados con distorsión. Lo cierto es que los temas perdían por un lado la magia de esa guitarra gangosa de las maquetas, pero también es cierto que adquieren mayor fuerza y que todo el gracejo y la personalidad de Manolo está ahí, sin perder un ápice de autenticidad.

Clasicazos como El aborto de la gallina, Reptil-gusano, Un papel morao, Póngame un DYC, Sid Vicious Song, Otro pirulo, No puedo soportar... están todos aquí y volver a escucharlos de nuevo me ha puesto la carne de gallina. Y es, por mucho tiempo que llevase sin oír estos temas, me los sé todos de memoria de principio a fin. Son canciones que tengo ahí dentro para siempre y me imagino que a muchos de vosotros os pasará lo mismo.

Vale que igual es solo un tema generacional y sí que conozco a gente muy joven que escucha estas canciones ahora y que no acaban de pillarle el rollo, ni entienden la importancia que tuvo este señor en su momento. Pero estoy seguro de que también habrá chavales que no le conozcan que se sentirían fascinados por un producto tan asquerosamente Punk y a la vez tan entrañable y plagado de inocencia.

La cosa es que, por fin, se hace justicia y podemos escuchar estos temazos en vinilo. Ahora solo falta que alguien se anime a editar también en este formato las maquetas.

Gracias por todo, Manolo. 

Mgrtn.




No Picky: “Vampira, malísima y seductora” (LP, Wild Punk Records)

Aquí tenemos otra reedición de un disco con motivo, también, de un 25 aniversario. En este caso no se trata de los 25 años que han pasado desde que se publicó este disco por primera vez, si no del cuarto de siglo de vida de la banda.

Y es que el primer disco de estos malagueños (Here comes... Vibroboys!!!) salió en 1999, pero es cierto que no es tan representativo de la banda como este que ahora se reedita: aún cantaban en inglés y les tiraba aún mucho el Hard Core melódico.
Es en este “Vampira, malísima y seductora” cuando el grupo encuentra su estilo, pasándose al castellano y siguiendo la estela Punk Pop que ya en los 90 habían iniciado un puñado de grupos nacionales.

Una escena muy rica y fructífera que recuperaba a los Ramones, a los Nikis y a los Vegetales y que los pasaba por el filtro más enérgico de los 90. Una escena que se inició en la primera mitad de los 90 en Castellón gracias a Shock Treatment y a sus hermanos pequeños de Depressing Claim y que tímidamente empezó a extenderse por toda la península hasta que, a principios de siglo, el epicentro se traslada (gracias precisamente a este disco que nos ocupa) a Málaga.

Agotada ya la escena de Castellón, que estaba a otras cosas más roqueroides desde hacía años y palideciendo la escena madrileña, que pese a tener supervivientes muy notables comenzaba también a cambiar de rumbo, era el momento ideal para mirar hacia Andalucía. Y es que en 2002, cuando este CD irrumpe en la escena, con el estilo del grupo ya consolidado, suma fuerzas con el primer disco de sus paisanos, y primos hermanos, Airbag (Mondo Cretino, 2000) y Málaga pasa a convertirse en la capital del Punk Pop patrio. Porque, realmente, estos dos discos tienen una calidad indiscutible, muy superior a la media de lo que se hacía en otras ciudades en ese momento.

No en vano, el disco de Airbag empieza con la frase “Sábado de desmadre, tocan No Picky en el badulaque”.

Para mí, Vampira está a la altura de los dos primeros discos de Airbag (los maestros del género), del primero de Shock Treatment (los dioses y padres del asunto) y de los primeros de Depressing Claim y Fast Food (que me volaron la cabeza). Forma parte de ese pequeño club de discos perfectos a los que no les sobra ningún tema y que te sabes de memoria de principio a fin de tantas veces que los has escuchado.
(Sí, no he mencionado el segundo de Shock Treatment porque creo que ese disco no tiene igual).

Sin duda es un producto de una época y eso se nota. Una época con sabor a aquellos 90’s cuando Lookout Records reventó e impuso, junto a Epitaph, las normas del nuevo Punk melódico que iba a arrasar en medio mundo. Una época que en España (siempre llegamos tarde) se alargó más en el tiempo, hasta bien entrado el siglo XXI, cuando en California ya estaba más que acabado el invento.

Una época que todos los que la vivimos la disfrutamos de lo lindo. Y un estilo que reconozco que acabé cogiendo manía debido a la saturación que había y a la copia de la copia de la copia (lo típico). Pero, a pesar de ello, siempre ha habido discos que por mucha manía que le cogiese al rollo, destacan entre todos y siempre han sido y serán inmensos para mí. Discos como este.

Y es que, 19 años después, este disco sigue sonando igual de fresco y, aunque sea producto de una época como acabo de decir, es capaz de trascender a todo aquello y hoy suena de putísima madre y sigue estando vigente. Y ¡de qué manera!

La única pega que le pongo es que quizás grabaron demasiadas versiones: Ramones, Swinging Madallions, Esqueletos y una que compuso Diego de los Pirañas, que después grabarían ellos mismos también). 4 versiones en un discos de 12 temas y 1 bonus track, quizá sea excesivo. Eso sí, son todas impecables y tampoco sobra ninguna. Solo digo que podían haber metido, además, más temas suyos.

En cualquier caso es un disco perfecto plagado de melodías flipantes, mucha caña y mogollón de nombres de chica, cementerios, vampiros y esa sangre que corre a raudales y que tan bien queda plasmada en este vinilo de color rojo intenso.
Vamos, que a pesar del tener el CD original, me ha sido imposible resistirme a esta reedición (justicia vinílica que se llama, cuando se recupera un clásico que no llego a salir en este formato).

Y es que aquellos colmillos que vosotros me clavasteis, consiguieron enamorarme hasta hoy. Os quiero, chicos.

Mgrtn.




Satélite: “Otra era” (LP, Flexidiscos, 1 Minuto de Gloria, No Thanks!)

Cinco años han pasado ya desde que esta banda madrileña sacase su demo de presentación, que un año después se convertiría en su primer LP.

El título de este, su segundo LP, Nueva era, está muy bien colocado porque el disco salió hace unos meses, en esta nueva era post confinamiento, en este mundo extraño que nos toca vivir ahora, mientras intentamos volver a una “normalidad” que sin duda será distinta a todo lo de antes. Aunque, en realidad, hace referencia a sentirse de otra era, a no estar en el momento ni en el lugar correctos y la canción que da título al disco (y todas las demás) fueron grabadas en 2019, antes de esta movida, je. Pero vamos, que está muy bien colocado, ¿no? 

En cualquier caso, el disco también nos muestra una nueva era para la banda. Y es que se puede apreciar una evolución notable.

A ver, siguen haciendo Post Punk, del oscuro y siguen sonando a Satélite. Pero es indudable que es un disco bastante más maduro, más adulto si lo preferís. Un disco de consolidación, que se dice.
Aparte de un mayor dominio de los instrumentos y de un sonido más compacto y “profesional”, el cambio más palpable es el que ha sufrido la velocidad. Los temas se tornan todos más calmados y los ramalazos más Punk de su disco anterior, esos ataques de furia más anárquicos y violentos apenas tienen aquí reflejo. Tan solo en Nuevas Maneras podemos observar un poco de todo aquello: es el tema más veloz (al menos en una parte) y, por momentos, suenan un poco desmadejados. Pero no llegan a alcanzar los niveles Punk de antaño.

El resto del disco nada en un estado calmo, que ya venía apuntado en el LP anterior en muchos temas, y que la verdad es que les queda bastante de puta madre y hace que las tinieblas por las que han apostado se desarrollen de un modo más natural. Imaginad un paisaje rural del medievo en donde se ha realizado un aquelarre por la noche. Está amaneciendo y la niebla comienza a disiparse. Puede ser ese “Amanecer” que da título a uno de los temas. ¿Cómo os imagináis esos jirones de niebla? Pues tal y como los han dibujado: evolucionando lentamente. Si imagináis eso mismo a cámara rápida se rompe toda la magia.

Las influencias son obvias y palpables. Sigue habiendo mucho de Siouxsie y demás bandas británicas de la época. Pero es inevitable mencionar también a Décima Víctima. No solo por las letras en castellano, que ya estaban presentes antes, si no por tanto medio tiempo “bonito” y unas melodías vocales más claras y limpias.

El bajo se sostiene de pie solo, pero aún así la batería, con momento imaginativos muy chulos, nos ofrece un colchón bastante estable que la guitarra usa cama elástica para, a base de saltos, ir perfilando las canciones con pinceladas certeras. Todo ello con un riguroso sonido 80’s muy de libro, con sus usos y abusos.

Y dejo la voz para el final ya que es la que acaba de dar personalidad a la banda y hace muy identificable su sonido. Atrás deja Raya los gritos prolongados etéreos, casi atmosféricos y un tanto onomatopéyicos (para una supuesta raza alienígena). Como toda la banda, se calma más, y canta de un modo más reposado, menos estridente. Creo que la voz encaja ahora mucho mejor y las melodías fluyen con mayor naturalidad dentro de la canción.

Se pierde ese toque salvaje y un tanto caótico en aras de una armonía oscura, letanía del amanecer de esta nueva era.
Lo que si permanece es ese toque exótico, oriental, árido, misterioso
...

Un disco muy disfrutable que te sumerge en un "estado hipnótico" como dicen en una de las canciones. Enhorabuena, chavalas. 

Mgrtn.

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