Bueno, bueno, bueno, por fin a la venta el esperadísimo split de debut de estas dos bandas madrileñas. Un disco que grabaron durante las pasadas navidades y que ahora, un año después, por fin ve la luz. Y lo hace de la mano de una mirada de sellos. Vamos que el premio gordo ha estado muy repartido este año.
Por una cara tenemos a la veterana banda de Coslada Killing Rajoys. Ya era hora de que consiguiesen plastificar algunas de sus canciones, ¿no? Para tan magna ocasión han escogido sus temas más emblemáticos y cañeros. No cabían todos sus hits en una cara de un 7” y se han quedado fuera algunas baladas de esas que nos tocan la patata. Pero sus pepinazos más cañeros están aquí: Zisma Social, Mucha Tontería, Lesbianas Anoréxicas, ¡Qué la lío! Y, por supuesto su himno Tricolor.
Temarracos todos para cantar con el brazo en alto y bailar Pogo sin parar a vez que te partes el ojete con las letras y las ocurrencias de esta peña.
Sí, señor, una auténtica gamberrada que no dejará a nadie indiferente. Con el Gran Dani en una inconmensurable forma repartiendo estopa a diestro y siniestro, en un registro más Punk y cabreado de lo habitual.
Queremos un LP entero ¡ya!
Y la cara opuesta, tenemos a Polilla. La banda que se creó para acompañar a (el también grande) Alvarito. Si lo de los Killing Rajoys lo podemos calificar de gamberrada, aquí tenemos que hablar de disparate sónico. No saben cantar, tampoco saben tocar, pero le echan un morro espectacular.
Es verdad que esperábamos algo mucho peor e inaudible, como acostumbran a ofrecer en sus directos, pero han conseguido darle forma a unas canciones a medio camino entre la tomadura de pelo y el “Art Punk” más ruidoso. Un cóctel que combina angulosidad, caos,
y desfachatez y que además suena como una puta pedrada en la sien.
Muy locos los coros, con todos los miembros del grupo alternando frases y con la participación incluso del Gran Dani en un tema.
Las letras, aunque más simples que las de sus compañeros de split, también descacharrantes. “Voy en bici, teatro pollo”. Con juegos de palabras así, no sé como no ganan el Nobel de literatura.
Muy TOC!!!!
Compra esta puta mierda, que son sólo 300 copias y dentro de un ello su precio se va a multiplicar por 10.
Termina Aitor.
Deef: 脳 (LP, General Speech)
La verdad es que General Speech no deja de darnos alegrías. Si ya disfrutamos a tope con la reedición de las casetes de Die Owen, ahora tenemos aquí esta putísima maravilla.
¿Qué tienen los grupos de HC japoneses de los 80 para molar tanto? Pues que lo llevan todo tan al extremo y que se salen los hijos de puta.
Este LP incluye todo el material que grabó la banda de Sapporo en 1982. Los 11 temas de la primera casete y que llevaba este mismo título. Los tres temas que colaron en un cinta compartida con otras bandas. 4 canciones inéditas de un EP que no llegó a salir.. Y, en la cara B, 15 temas que grabaron en directo el mismo año, según pone, en un estudio de su ciudad.
Son todo temas cortos de puro HC Punk atropellado, vibrante y bastante vacilón. Una auténtica delicia para los que disfrutamos como yo del ruido y las cosas simples. Inmediatez y mucho Punk.
Me encanta la voz de los primeros temas, aguda, seca, rabiosa y bastante flipante, para nada gutural como suelen acostumbrar este tipo de grupos.
Cuando abordan los temas del EP que quedó inédito la voz tira más de garganta, pero también mola muchísimo.
Ya en la cara B, el sonido, como era de esperar, se vuelve más ratonero al ser un directo. Pero es que casi mola más que los temas de estudio. Tupa tupa tupa Arrrghhh Arrrghhh.
Aquí la voz vuelve a tirar de garganta, llegando a desgañitarse en algunos momentos. Los temas están más acelerados y la sensación de caos y mongolismo es mayor.
Puede que sea una de las grabaciones en directo que más me hayan gustado, la verdad.
Me ultra flipa.
Deseando pillarme el LP que recoge la segunda casete del grupo, Real Control (1984).
Alucinante!!!
Mgrtn.
Nasty Party: S/T (LP, Take the City Records)
Hace un montón vi una publicidad, creo que en Instagram, con una canción de este grupo y la verdad es que me gustó bastante. El tema era Celebration y acompañaba a un vídeo con siniestros de los primeros 80 haciendo bailes raros e hipnóticos.
Me apunté el nombre del grupo para ver si encontraba algún disco. No lo encontré.
Más tarde, vi otra publicidad en la que anunciaban un inminente disco y volví a retomar el interés. Pero nada, no salía el disco.
Hasta el otro día que pasé por Chopper Monster y lo vi en las estanterías, además a un precio muy bueno, así que lo pillé.
Pese a ser un grupo australiano, el artefacto lo saca el sello madrileño Take the City Records, lo que explica que lo encontrase en una tienda de la ciudad.
Bueno, pues saltándome el puñado de discos que tengo por oír (algunos desde hace dos años), me lo puse enseguida. Lo cierto es que, aunque sólo había escuchado un tema, le tenía muchas ganas.
Ni siquiera me había molestado en buscar su bandcamp. Ahora que lo tengo delante (el bandcamp) veo que desde 2020 hasta hoy el dúo de Sidney ha sacado 4 singles digitales con tres canciones cada uno, menos el último de ellos que incluye cuatro.
Vale pues todos esos temas, los 13, están prensados en este vinilo.
Lo cierto es que me decepcionó un poco al principio, pues me esperaba que todas las canciones fuesen como Celebration. Además, el tema sin ver el vídeo mola un poquito menos. Ya os digo que ese vídeo me parece increíblemente hipnótico.
Me decepcionó también porque esperaba un disco más Post Punk en la línea de esa canción y la verdad es que el disco abunda más en el Punk clásico y se atreve también con el Power Pop más acelerado y algo de New Wave. Y no es que me guste más el Post Punk que el Punk, simplemente que esperaba otra cosa.
Pero bueno, seguí escuchando el disco y he de reconocer que es bastante redondo y casi todos los temas son muy buenos. Alguno de los del último single me gustan menos y es verdad que al final se hacen un poco pesados, porque se vuelven más serios o esa impresión me da.
Se trata, sí, de un ejercicio de revival, sin aportar algo realmente nuevo, pero las canciones son muy buenas y la voz del tío me parece la hostia.
A veces, son muy clásicos y con melodías muy pop, recordándome un poco a grupos como Not Amused o Escalator Haters. Otras veces me recuerdan a grupos de revival KBD tipo The Stitches o The Briefs, momentos que me gustan más, la verdad.
No sé por qué pero me recuerdan más a grupos de revival que a los originales. Pero a grupos de primer orden, que conste.
Eso sí, sigo quedándome con Celebration, que es el puto hit. Eso no se lo quita nadie. Y con los pocos temas, como People on the Street o Sturm and Drag, que tiran un poco más hacia el Post Punk. Aunque, que conste, nunca llegan a ofrecer un tema 100% Post Punk, siempre acaban volviendo al Punk más puro en un momento u otro.
En definitiva, doy la compra por buena y se lo recomiendo a todo el mundo que quiera pasar un rato agradable escuchando buen Punk antiguo hecho con ganas y cuidando mucho los detalles.
Mola.
Mgrtn.
Hassan K. / Edi Pou: S/T (LP, October Tone / Extra Normal / Cheap Satanism Records / Gandula)
Marcianada de las buenas.
Hassan K., según Discogs, es un one man band persa que mezcla folklore y tecnología. Si lo llego a leer antes posiblemente no invertiría ni medio segundo en escucharlo, jajaja.
Por suerte estuve en el concierto que dieron en el Fun House hace poco los dos fulanos que comparten este 12” e, inevitablemente, me lo compré.
Hassan lleva tocando desde 2010 y antes de este artefacto ya tenía en su haber tres LPs más y un CD, ademas de algunos álbumes de esos digitales.
Sus canciones son hipnóticas y trepidantes. Practica una suerte de surf instrumental un tanto desestructurado que nos pasea por el lejano oriente en una alfombra mágica, muchas veces cabeza abajo. También mete, de tanto en tanto, algunas bases y arreglos electrónicos bastante disruptivos.
5 canciones que van a mejor según avanza el disco, que acaba en alto y te dejan con muchas ganas de más. Muy adictivo y muy muy bueno.
Edi Pou, por su parte, nos regala cuatro temas también muy bizarros, pero mucho más electrónicos y definitivamente más urbanitas. Se trata del proyecto en solitario de Eduard Pou, el que fuese miembro de los loquísimos Za!
Una batería espectacular (es su instrumento y la toca de puta madre) arrasa con secuencias techno en espiral y con pasajes de electrónica rupturista. Tralla Hard Core, sonidos arcade 80’s y algún espacio para percusiones tribales que acaban conduciendo, inevitablemente, a que el oyente caiga en trance.
Todo ello aderezado con unas locuciones robóticas, retrofuturistas que ponen letra a las canciones.
Bastante recomendables ambas caras.
Mgrtn.
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