miércoles, 3 de mayo de 2017

Criticas 163: Ex-Cult, Generación Suicida, Theremonial



Ex-Cult: “Negative Growth” (LP, In The Red)

Tercera entrega de estos fulanos de Memphis. Esta vez el disco lo saca In The Red en lugar de Goner… Movida, movida… Jeje. Bueno, lo cierto es que es un disco que, por estilo, encaja perfectamente en ambas escuderías. El hecho de que Ty Segall lo haya producido es algo que, como comprenderéis me suda la polla a unos niveles astronómicos. Pero así es la vida, de payasos sobrevalorados está lleno el mundo y gracias a la fama de este energúmeno igual son más los que se acercan a escuchar a los Ex-Cult.

Estos chavales practican un Hard Core “moderno” bastante incómodo muy en la línea de Institute (por ejemplo), suavizando velocidades a base de Post Punk muy ruidoso y en ocasiones casi ritualista. ¿Cómo te quedas? Bueno, imagínate un cruce entre los Hüsker Dü más crudos y los Birthday Party más agobiantes. ¿Tampoco? Pues ponte el disco e intenta hacerte una paja, ya verás como te es imposible. Pues eso!!! Ahí lo tienes.

Distorsiones fuzz cochambrosas, una voz excepcional tan potente como desasosegante y una base rítmica tan húmeda y tan sólida como la bodega del Titanic configuran sin lugar a dudas unos de los discos del momento (con la portada más terrible eso sí). Un disco que te mantiene en vilo en todo momento para abofetearte después con un esturión crudo en plena cara. Además, lo defienden, como pudimos ver en el Fuzzville, con un directo arrollador que hace que la gente se vuelva loca y lo de todo (aunque supongo que las copitas de más y las putas drogas también ayudan).

Tremendo.
Mgrtn.

 


Generación Suicida: “Sombras” (LP, Sabotage, Doomtown Records, Drunken Sailor, Symphony of Destuction)

El disco es del 2016, pero lo he pillado ahora y merece la pena comentarlo, ya que no solo es una de las bandas “a seguir” de la actualidad Punk, si no que el disco es la puta polla.
Se trata del tercer largo de estos chavales latino americanos residentes en Los Ángeles. Y si bien es cierto que el disco no aporta nada nuevo con respecto a los dos anteriores y que se podrían intercambiar las canciones de cualquiera de los LPs entre ellos y no notaríamos casi la diferencia, se trata de un discazo acojonantemente bueno.

Siguen aplicando su misma fórmula de Punk crudo y melodías melancólicas, en la línea de Observers pero simplificándolos (menos es más) y rindiendo culto a Eskorbuto con sus letras en castellano (y con esos errores gramaticales que tan graciosos nos resultan). La fórmula funciona y de qué manera. No puedes parar de escuchar el disco en bucle otra vez. Son solo 19 minutos, pero valen más que dos horas de casi cualquier otro grupo actual.

Puestos a encontrar diferencias, en esta tercera entrega el grupo se muestra algo menos veloz y la producción quizás sea más sólida que en el segundo disco y menos sucia. Creo que esto les sienta bastante bien: si bajas un poquito el pie del acelerador este tipo de melodías entran mucho mejor. Y quizás sea por eso por lo que en este LP si veo hits potenciales (como por ejemplo “Criminal” el tema perfecto que abre el disco), como también los vi en el primer disco, mientras que en el anterior no encontré tan fácilmente los hits, pese a que todos los temas (de los tres discos) son molones a más no poder.

Lo cierto es que todos los temas me parecen muy buenos y para ser un tercer disco creo que supera con creces todas las expectativas, aunque sea a costa de repetir la fórmula una y otra vez y sonar a sus temas del 2012 constantemente.

Existe otra versión, con otra portada, que saca Going Underground y la versión CD corre a cargo de Vox Populi.

Flipante.
Mgrtn.
  



Javier Díez Ena. “Theremonial” (LP, Beat Generation, Discos Alehop)

Que estén involucrados juntos Alehop y Beat Generation en un disco solo puede significar una cosa: locura absoluta, compra obligatoria. Y así es en este caso. Quizás no sea la locura aberrante que hubiésemos esperado si el disco fuese de 1997, por ejemplo, pero se trata de una locura deliciosa, lo suficientemente extravagante como para que ambos sellos estén de acuerdo en sacarlo al mercado.

Theremonial es un disco íntegramente grabado con theremin, en donde todos y cada uno de los ruiditos, melodías, percusiones… están hechos con theremin. Con efectos o sin efectos, pero única y exclusivamente se usa este instrumento. No voy a quitarle mérito a esto, ya que me parece una proeza insólita, posiblemente sea el primer disco del mundo de estas características, y sin lugar a dudas el fulano este es un genio. Pero me voy a centrar en las canciones y en lo que trasmiten, que virtuosismos aparte, es lo que realmente importa, ¿no?

El disco tiene tres o cuatro estilos diferentes, pese a las limitaciones que, en principio, se le presuponen a este proyecto en el que solo se usa un instrumento. Los temas más oscuros son mis preferidos, tanto es así que no me importaría que todo el disco fuese en la misma línea que el tema que lo abre: Luna de Hiel. Una auténtica pasada que te atrapa y te sumerge en una hipnótica pesadilla. Ideal como banda sonora de alguna película sobre un barco fantasma. Los temas más marcianos también me gustan bastante, porque están plagados de ruiditos exquisitos y desquiciantes. Y puede que sean las canciones más “alegres” las que menos me gusten, pero también molan bastante.

El LP está plagado de atmósferas tenebrosas y fantasmagóricas, de pasajes inquietantes que a veces nos sumergen dentro de ese barco fantasma abandonado durante la Segunda Guerra Mundial que vaga cargado de óxido por las aguas más oscuras surcadas por las brumas, y otras nos transportan a exóticas islas misteriosas en donde antaño se practicaban ritos sagrados que no llegaremos nunca a comprender. A veces el escenario es una ciudad europea de entre guerras, con sus calles llenas de miseria y suciedad que contrastan con los ecos que aún resuenan de edificios otrora majestuosos, en donde sonaban locas orquestas de los años 20. También hay hueco para el surf, instrumental por supuesto, ya que en este disco no hay ni una sola voz, pero practicado, en lugar de las tradicionales tablas de madera, en extrañas plataformas flotantes (y zumbantes) que bien podrían provenir del espacio exterior.

En definitiva, un excelente disco en el que abundan los platillos volantes sobre las olas de Hawaii, misteriosas psicofonías de la vieja y decadente Europa, números de magia e hipnotismo y multitud de fantasmas, a veces traviesos, otras veces aterradores.

Sin lugar a dudas se trata del puto disco que tienes que poner a todas las visitas que vengan a tu casa. Compra obligatoria.

Mgrtn.

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