Después de que en abril suspendieran el concierto que tenían
programado en el Funhouse, por enfermedad de la cantante, y tras llevarnos un
gran chasco por no poder verles, uno se plantea si esa enfermedad era algo
mental o no, porque tras poder verles definitivamente hace un par de semanas en
Madrid, pudimos comprobar que esta chica, al menos en directo, está
completamente loca.
Fue una lástima que EL MEJOR GRUPO DE PUNK DE LA ACTUALIDAD
(sí, has leído bien), nos visitase dentro del marco del festival Primavera
Club. Y no solo lo digo porque el público de este rollo sean unos modernazos
del copón, si no porque gran parte del público al que este grupo podría haber
atraído de haber tocado en una sala normal, en un concierto normal, no se
enteró de que venían. De hecho yo miré la programación del festival de puta
coña, dos días antes y me llevé el sorpresón. Allí estaban, el último grupo del
día (de unos 8 o así), a última hora, en la sala pequeña: los putos Cocaine
Piss!!! Por suerte las entradas de un día eran baratillas (15 euros más los
putos gastos de gestión-timo de siempre). Aunque la verdad es que hubiese
pagado hasta 50 euros por verlos solo a ellos, ya que el resto del festival me
importaba muy poco. Pero eso sí, al César lo que es del César, gracias al
Primavera Club por acercarnos esta puta maravilla.
Una puta maravilla que se encontraron de puta chiripa los
supervivientes de última hora del festival (bastantes menos que los del grupo
anterior, de cuyo nombre ni quiero ni puedo acordarme, y que tocaron también en
el escenario pequeño) e imagino que muchos menos que los que fueron a ver a los
grupos anteriores en la sala grande. Creo no equivocarme si digo que a ver a CP
exclusivamente solo fuimos tres personas, tres. Pero mereció la pena, vaya que
sí. Uno de los mejores conciertos que he visto en esta última década, pese a
que había poco público y es el público el que hace de un concierto bueno, uno
superior. La gente sencillamente lo flipó (lo flipamos) con estos belgas. Y en
especial con la hipnótica y superloca cantante. Una pasada, de verdad.
El grupo tiene un primer LP sacado en el 2015, un par de
singles del año siguiente (todos los tengo ya en busca y captura) y luego estos
dos discos que comento hoy, que son los que les compré a ellos tras el
concierto (yendo con ellos a su furgoneta eso sí, porque ni puesto de merchan,
ni pollas): el LP es de 2016 y el EP de este mismo año.
Dos pegatinas en las fundas de los discos identifican la
música en ellos contenida como Riot Grrrl Punk y como Noise/Punk,
respectivamente. Y sí, puede definirse así, no cabe duda. Si obviamos que igual
para ser una banda de Riot Grrrl tiene que haber mayoría de chicas o alguna
norma estúpida de esas, ya que aquí la cantante es mujer, pero el resto son
hombres. Pero yo creo que simplemente podrían decir PUNK, así con mayúsculas y
está perfectamente definido. Porque si a día de hoy hay algo Punk, algo
provocador, chocante, ruidoso, contracorriente, es esto. Los grupos que hacen
Punk 77 hoy deberían calificarse de Revival Punk, además es algo que vende
hasta en El Corte Inglés y está completamente absorbido y asimilado por la
sociedad que ya no se escandaliza ante ello.
Podría dejar la crítica aquí, pero me imagino que alguno
querrá leer un poco más sobre la música que hacen, ya que, para ser justos, aunque
se pueda definir como PUNK a secas, hay ciertos matices a tener en cuenta,
jeje.
Las canciones son auténticos ataques de histeria, con
altibajos, rozando la velocidad HardCore en ocasiones y machando los medios
tiempos en otras.
Los gritos y el fraseo/hipo de la cantante son un flipe y un
incordio a la vez. No solo tiene un tono de voz muy particular, si no que está
totalmente loca. Sin duda es el rasgo más sobresaliente de su sonido, y sí,
suena a Riot Grrrl 90’s, pero también tiene un toque propio, original, que se
distancia un poco del rollito Olympia. Es un poco como si la cantante de Raooul
se hubiese hecho adulta, pero siguiese siendo muy locatis.
Las guitarras, la mayoría de las veces, se pegan de hostias
con lo que podríamos llamar armonía, y consiguen sonar sucio y asqueroso a la
par que potente, y suelen ser muy disonantes y molestas. A veces recuerdan a la
parte más Punk del Grunge, con referencias muy 90’s en todo momento.
Y la batería es la que pone un toque de cordura a todo esto
y hace que esa vena noise no se vaya definitivamente a la mierda y abandone el
Punk, e incluso el Postpunk, para adentrarnos en movidas más vanguardistas.
The Dancer es un disco más homogéneo, tanto es así que las
14 canciones son bastante parecidas entre sí. La forma de cantar de ella, pese
a que las guitarras se esfuerzan en distanciarse entre temas, aglutina
demasiado el producto en una primera escucha como para distinguir muchos de los
matices que diferencian las canciones. Pero aún así (o precisamente por ello),
es mejor disco que el otro, más directo, más cañero, más de identidad de grupo,
más declaración de intenciones. Me parece la puta polla, la verdad.
Pinacolalove, aparte de ser un picture precioso, es bastante
más caro (por eso mismo) y solo tiene 8 canciones. En ambas caras están
repetidas las mismas 8 canciones, de hecho. Y solo 5 de ellas son de Cocaine
Piss.
Siguen la misma línea del disco anterior, pero de vez en
cuando meten algún toque, como baterías atronadoras hiperrápidas, que hacen que
el disco sea menos homogéneo. Aunque tampoco os esperéis muchos cambios con
respecto al anterior.
Completan el disco tres versiones de CP realizadas por tres
artistas diferentes. Los tres se llevan a su terreno los temas y los sacan
completamente de contexto, tanto es así que no suenan para nada a los
originales. Onmens apuesta por una movida más electrónica (muy loca también y
mola), mientras que Lord Hicks y Tommy La Menace (me imagino que one man bands
ambos) se tocan los temas solo con guitarra en plan acústico. No deja de ser
curioso y los temas no pierden ese toque de locura, pero definitivamente rompen
bastante con el resto del disco.
Pues eso, el mejor puto grupo del momento.
Mgrtn.
Control Freaks: “No Action” (7” Bachelor) / “Don’t mess with
Jessica” (7” Bachelor)
Tras su brillante debut en Slovenly, el nuevo grupo de Greg
Lowery nos sorprende con dos nuevos singles en Bachelor. Singles que ya
estrenaron en su reciente gira europea, tocando ambas caras A y la versión de
Protex, que yo recuerde.
Parece que en ambos artefactos dejan un poco de lado el
estilo Rip Off/Supercharger y la voz femenina protagonista de Sherrilyn para
adentrarse en terrenos más power poperos, más del rollo británico/irlandés de
finales de los 70. Muy en la línea de Protex o de Rudi.
Tanto No Action como Don’t mess with Jessica son dos temas
propios en esa línea, plagados de estribillos pop muy coreables. La primera es
un medio tiempo y la segunda se acelera algo más.
En las caras B tenemos sendas versiones: la siempre
brillante I can only dream de Protex (gran elección) y el Rock’nRoll or Run de
los Rousers. Ambas, como siempre que Greg hace una versión con alguno de sus
grupos, muy respetuosas y más que correctas.
Ahora queda preguntarse. ¿Estamos ante un cambio de estilo o
se trata de dos singles aislados y en el siguiente LP volverán al Punk estilo
Rip Off Records? Quedamos a la espera.
Mgrtn.
The Screaming Abdabs : “We don’t wanna” / City Ram Wandy:
“Revelations” (LP, Wallaby Beat)
Puta maravilla que nos llega rescatada desde el más absoluto
underground del Sidney de finales de los 70.
The Screaming Abdabs fueron un grupo de Punk de esos efímeros
que grabaron una cassette (en directo en el Paris Theatre de Sidney en el 78,
en este caso) y no sacaron nada más, para permanecer olvidados para siempre. Al
menos musicalmente porque la imagen de su cantante, Carmel, fue inmortalizada
en varias obras prestigiosas de fotógrafos de la época y su imagen aparece en
publicaciones como In the Gutter o Sisters under the skin. De hecho yo me pillé
el disco por la portada al ver las pintas de la chavala.
Su sonido, qué duda cabe, es Punk (mucho), pero las guitarras a medio camino entre el desafine y la estridencia, y la inquietantemente estridente y
cacofónica voz de Carmel (como si asesinasen a una ardilla de dibujos
animados), hacen que pensemos enseguida en bandas de un poco más vanguardistas del estilo de
Suburban Lawns. No obstante, hay cierto deje rocanrolero (a veces muy presente), que por otro lado, dado lo naif y cacharrero del asunto, hace que pensemos en alguno de los grupos de Billy Childish. Aunque por supuesto todo es bastante más primitivo y no llega ni a la rareza exquisita de los Lawns, ni a la genialidad Lo Fi de Childish.
Así que cuando llega el momento de definir sus composiciones como arte o bien como una tomadura, creo que la mayoría de la gente se inclinaría por lo segundo. Sobre todo se les ve el plumero cuando abordan una versión del Surfin Bird y parecen unos niños de 10 años tocando unos instrumentos rotos. Arte o mierda pura, su sonido es una "genialidad" que se puede emparentar con las primeras e inexpertas obras de las Slits, con la discografía de Kleenex o, por irnos más adelante en el tiempo, podrían haber sido precursores de bandas como Phantom Pregnancies (de haber sido un grupo conocido y al alcance, claro).
Así que cuando llega el momento de definir sus composiciones como arte o bien como una tomadura, creo que la mayoría de la gente se inclinaría por lo segundo. Sobre todo se les ve el plumero cuando abordan una versión del Surfin Bird y parecen unos niños de 10 años tocando unos instrumentos rotos. Arte o mierda pura, su sonido es una "genialidad" que se puede emparentar con las primeras e inexpertas obras de las Slits, con la discografía de Kleenex o, por irnos más adelante en el tiempo, podrían haber sido precursores de bandas como Phantom Pregnancies (de haber sido un grupo conocido y al alcance, claro).
Así que, ya sabes: Punk destrozando el RNR clásico, gritos infantiles, afonías, guitarras muy
incómodas y muchas ganas de molestar. Deliciosamente irritante.
En la otra cara tenemos a City Ram Wandy, el batería de los
Screaming Abdabs. Las dos primeras canciones pertenecen a su 7” Walking the dog
(Emi Custom Records, 1979) en donde el tío va de one man band y las cuatro
restantes pertenecen al EP Project X (Emi Custom Records /Revelation, 1979 ) y
se supone que toca con su banda, ya que el disco se firmó como City Ram and The
Mystics, pero realmente es él con otro chiflado llamado Ja Mystics.
Se trata de versiones de clásicos destrozándolos o, mejor
dicho, reinterpretándolos artísticamente. O bueno, destrozándolos, jajaja.
En el primer single en solitario se marca un par de
versiones de oldies de RNR (Rufus Thomas y Chuck Berry), y suena muy al rollito
Hasil Adkins pero con un toque más artie.
En el EP suenan mucho menos rockabilly para asemejarse a lo
que hacían Better Beatles (versiones arties de los Beatles hasta quedar
irreconocibles), y se despacha temas de los Rolling Stones, Neil Young y
Captain Beefheart. Pero se hace algo coñazo (no me extraña, dados los grupos
escogidos) y no tiene la gracia que tenían Better Beatles.
Me quedo de largo con el primer 7”. Y por supuesto me quedo
también con la otra cara, la de los Screaming Abdabs, que es más mi rollo.
El insert es un desplegable en papel de periódicos con reprucción
de entrevistas en el fanzine Spruts y detalles técnicos del disco.
Mgrtn.
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