Vamos hoy con un monográfico de LA VIDA
ES UN MUS. Sin lugar a dudas uno de los sellos más activos e importantes del
Punk actual, un sello que ayuda a mantener viva una escena cada vez más rica e
interesante a nivel mundial.
Para mi gusto comparte podio de mejor
sello del mundo junto a Lumpy Records y a Total Punk. De hecho es bastante
curioso (o pensándolo bien, es perfectamente lógico) que los tres sellos
compartan (o se roben) grupos los unos a los otros. Lumpy and The Dumpers
tienen referencias en los tres sellos, Patsy se estrenan en LVEUM con este LP
(que comento más abajo) después de un par de singles en Total Punk…
Eso sí, LVEUM creo que ofrece más
variedad de estilos que la competencia, y tan pronto se marca un disco de Post
Punk oscuro a lo Belgrado como uno de Oi! a lo Rixe, como algo de Hard Core
extremo o de Punk vanguardista, o como algo del rollo Riot Grrrl o revival de
Punk ibérico. Y lo cierto es que, pese a la amplitud de miras, muy pocas veces
se equivoca y casi todo lo que saca últimamente me parece magistral
Y después de este rato de peloteo, vamos
con las críticas de tres de sus recientes referencias:
Haram: “When
you have won, you have lost” (LP, LVEUM)
Banda residente en New
York que nos visitó hace poco para deleitarnos con su
rabia y crudeza (puedes leer mi crítica para un Minuto de Gloria aquí).
Tras un single el año pasado para Toxic
State y tras las, hoy en día, inevitables cassettes pertinentes, fichan por
LVEUM en Europa para estrenarse con este gran LP de 10 canciones. La edición en
USA corre a cargo de Toxic State también.
Desde luego lo más llamativo de la banda
es que cantan todas las letras en árabe y lo cierto es que fonéticamente encaja
a la perfección con su estilo inmediato y grosero. Practican un Hard Core
bastante directo en donde predominan la simplicidad y una continua sensación de
suciedad que entra a empujones por tus oídos hasta llegar a mancharte el
cerebro. Quizás no sea la banda más rápida del género (tampoco es que vayan lentos),
pero gracias a eso sus canciones pueden deleitarse un poco más en reptar por el
suelo y en masticar un poquito la rabia, que siempre es más afectivo que tragársela
sin masticar.
En ocasiones suenan más clásicos, más 80’s,
y en otras se les puede emparentar con el Punk feista actual de Lumpy o de
Mystic Inane, sobre todo por ese sonido sucio que arrastra mogollón de mierda y
pelusas; pero sin duda la fonética árabe consigue que tengan un estilo propio
bastante distintivo, aunque no descubran nada nuevo.
En definitiva, es que es un discazo que
puedes escucharlo una tarde entera sin parar. Pocas veces se puede saborear tanto
un producto tan sucio y aparentemente carente de melodía, pero lo cierto es que
las guitarras consiguen cierto aire melódico que no tienen las voces y eso hace
que te enganche. En ese sentido, y también por cierta sonoridad francesa en el
acento, me recuerdan un poco a Rixe.
Muy molón, sí señor.
Mgrtn.
Lumpy and
the Dumpers: “…Those pikled fuckers” (LP, LVEUM) / (LP, Lumpy Records)
Cuando creías que este grupo (uno de los
más grandes del momento, si no el más grande con permiso de Cocaine Piss) no
podía darte más alegrías, después de un LP genial y un puñado de singles
magistrales, y después de un directo alucinante en el que flipamos todos
(puedes leer mi crítica para un Minuto de Gloria aquí), los de St. Louis se descuelgan con este segundo LP que pasa automáticamente
a situarse en el puto Top 1 de todas las listas.
Es más de lo mismo (punk a destajo), pero
además es algo nuevo. Lejos de quedarse anclados en su estilo de Punk ultra
bestia con toques rarunos, dan un paso más y convierten esos toques rarunos en
algo más marciano, más Post Punk / No Wave, más experimental (sin pasarse, eso sí),
con la ayuda de maquinitas que hacen ruiditos locos del espacio exterior. Vamos, que sin abandonar el Punk sucio, le dan
también al rollito de bandas como The Wad, Janitor Scum, BB Eye o Mr. Wax, por
citar bandas actuales (y geniales) del sello del propio Lumpy.
Y, por supuesto, el plato fuerte sigue
siendo la genial voz de siempre, que se arrastra reptando como una tenia
solitaria por la garganta para acabar regurgitando una papilla de caracoles
sobre tus oídos. Pura delicia.
¿Disco del año? Posiblemente. Creo que no
se le puede pedir más. Bueno, igual alguna canción más, que son solo 7 y algo
más cortas de lo habitual. Aunque, por otro lado, lo bueno, si breve…
Mgrtn.
Patsy: “L.A. Woman” (LP, LVEUM)
Que no te engañe el título, que este
disco no tiene nada ver con los Doors, pese al claro guiño, supongo que
irónico. La banda de New Orleans se viste de largo para ofrecernos un LP (o
quizás deberíamos decir un 12” EP, ya que, como el de Lumpy, son solo siete
temas) tras sus dos gloriosos singles anteriores, que me fliparon, la verdad.
El disco empieza con la fuerza que se
espera si has escuchado sus trabajos anteriores, Punk gritón a saco, pero te
vas dando cuenta de qué hay cierta evolución en la banda desde la primera
canción. Un sonido más limpio, más ordenado y el pie ligeramente levantado del
acelerador, para ofrecernos una apertura hacia determinados elementos un poco
más “vanguardistas”. Vamos, que fueron vanguardistas en el siglo pasado. Con un
ojo puesto en la Olympia de los 90 y bandas de la época tipo Slant 6 o Red
Aunts y el otro en la era Post Punk de finales de los 70 y primeros 80 dominada
por bandas como Kleenex o Slits. Acercándose, por tanto, también a grupos Riot
Grrrl británicos de ahora como Frau, Good Throb o Woolf, pero definitivamente
sonando bastante más americanas y sin abandonarse por completo al desorden
cacofónico de aquellas.
De hecho, según avanza el disco, te vas
dando cuenta de que van dejando bastante atrás sus singles de Punk más directo
y trepidante, que gritan menos, para ir centrándose cada vez más en este nuevo
estilo, que según pasan las canciones las emparenta con grupos como
Coathangers. Puede que todos estos elementos ya estuviesen presentes en los
7”s, pero ahora, al tocar algo más lento y más limpio, destacan más. Y
definitivamente hay una vena pop, un poco a lo Chin Chin, que antes no tenían y
que empieza a salir a flote, hasta que, en ocasiones, toma el protagonismo
absoluto.
No sé si es un disco de transición o no,
pero desde luego me gusta. Tiene un encanto naif muy disfrutable, bordeando
tímidamente el precipicio, sin llegar a caer de lleno en ninguno los posibles
escenarios que esbozan las canciones. Vamos, que no sabes si te encuentras ante
un disco “de género” o no, y según el surco que escuchas te llegas a plantear,
“¿y qué género”? Me gusta esa sensación que crea el LP de ingenuidad y
desconcierto a la vez. Y desde luego es bastante adictivo y pegadizo.
¿Qué prefiero lo que hacían en los
singles para Total Punk? Pues, sinceramente, sí. Pero este 12” está bastante
bien también y es de los que se quedan un buen rato en el plato, cosa que no se
puede decir de un disco con un estilo más sucio y agresivo, que enseguida te
ensucia los oídos y te obliga a descansar.
Mgrtn.
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