sábado, 27 de febrero de 2021

Críticas 240: Alambre de Puas, Maldicion, Ignorantes

Después de un receso de dos meses, vuelvo a la carga, aunque creo que iré con bastante calma este año, al menos durante los primeros meses.

Me suelo tomar este descanso a principios de año porque me doy un palizón en diciembre haciendo la crítica de todos los discos que aún tengo por escuchar para que puedan entrar en el ranking de lo mejor del año.
Luego, estoy un tiempo sin comprar novedades y me dedico a los discos “antiguos”, no comentables en el blog. Aprovecho para comprar cosas que me faltan y para escuchar discos que tengo acumulados aún por escuchar, que son bastantes.

Y la verdad es que tengo una pila bastante grande de discos por escuchar fechados entre 1956 y 2019, así que, como ya he dicho, estos primeros meses iré con bastante calma. De hecho no pensaba empezar tan pronto con novedades, pero un paquete que me ha enviado mi amigo Sandro (MIL GRACIAS) con los lanzamientos más recientes de su sello (Rock SVB) es lo que me ha despertado del letargo.

Vamos hoy con tres de ellos y, en la siguiente entrada, comentaré los que me faltan junto a lo nuevo de los Morbo.



Alambre de Púas: “Venganza” (K7, Rock SVB Discos)

Este grupo chileno ya sacó en 2019 una casete para el mismo sello y, el año pasado, repitió con esta otra cinta que tiene una portada chulísima.

Practican un Hard Core Punk bastante simple (como debe ser) en donde le dan mucha más importancia al sonido podrido que a la velocidad, aunque también hay temas veloces.
La verdad es que gracias a la distorsión que le meten suenan a mierda rebozada en basura, a óxido, a gargajos con sangre, a cristales rotos muy sucios en donde se refleja una rata muerta.

La voz, cargada de rabia contenida, no se queda atrás y está más rota y más podrida de lo que puedas imaginar. De hecho, no solo no se queda atrás, si no que se convierte en la absoluta protagonista. Eso, sí, al cantante, que debe hacer gárgaras con alambre de púas (je), le doy un añito más antes de que tenga que pasar por el quirófano,

Coge el pútrido sonido de Pack, añádele la tirantez de los temas más tensos de Rudimentary Peni, quítale cualquier artificio innecesario y multiplícalo todo hasta rozar la caricatura y ahí lo tienes. Un brillante ejercicio 110% Punk.

Muy buenos. Mgrtn.




Ignorantes: “Larga vida a la inconsecuencia” (7”, Rock SVB Discos)

También desde Chile nos llega el último artefacto de este dúo que, desde el 2015, acumula en su haber 4 o 5 casetes previas entre albúmenes, EPs, splits y recopilatorios.

Ya en la intro se encargan de avisar de que no hay innovación sonora ni progreso en el manejo de los instrumentos y que tampoco lo habrá en sus posteriores lanzamientos. Así

que, como se puede apreciar, tienen las cosas muy claras. Evolucionar es de jevis, es lo que pienso yo.

Practican un Punk de sonido acartonado no excesivamente veloz pero muy machacón y bastante abrasivo. Una batería muy simple y primitiva se encarga de encarrilar el asunto, mientras la guitarra consigue un sonido sucio e hipnótico que mola un montón.
Aunque, sin duda, es la voz, rota y desagradable en grado sumo, la que acaba de dar color (marrón oscuro) al producto.

En definitiva, Punk con mayúsculas, destartalado, muy básico y muy sincero. Molan!!!! 

Mgrtn.




Maldición: S/T (7”, Rock SVB Discos)

Este disco es más antiguo. Fue prensado por primera vez en 2017 por Tobi Records en 7”, el mismo año que salió también en casete de la mano de Misfortune (sellos chilenos ambos). No obstante, en 2019 Rock SVB lo reeditó cuidando mogollón, como siempre, las portadas en serigrafía y las ya habituales funditas de tela también serigrafiadas.

Se trata de la única referencia de esta ruidosa banda de Santiago de Chile. Seis cortes de Hard Core crudo, veloz y sanguinario. No toman prisioneros.

Suenan, además, muy oscuros, muy a mazmorra. Y, aunque es cierto que la guturalidad del cantante y los agudos de la guitarra quedan amortiguados por el abuso de efectos y todo el eco que arrastran las canciones, eso contribuye a darle ese toque terrorífico y mohoso que, sin duda, es el punto fuerte del disco.

Algunos pondrán la pega de que no sé sabe ni en qué idioma cantan, como suele pasar con todos estos productos de tratamiento sonoro tan extremo. Para mí no representa un problema. Cuando escucho este tipo de música no lo hago por las letras, si no por el placer de sentir como el ruido golpea mis tímpanos. Para los interesados, vienen las letras en el interior de la carpeta. Y, sí, cantan en castellano, je.

Buena bofetada para joder a tus vecinos a cualquier hora del día. Mgrtn.