Spits. 1 junio 2012. Sirocco. Madrid.
Pues sí, hoy voy a hacer un "especial" de los Spits, aprovechando que ayer tocaron en Madrid y que pillé unos discos suyos.
Los Spits son uno de mis grupos "actuales" favoritos, aunque, desde hace unos añitos les he ido cogiendo manía por su empeño en dejar relegados a un segundo plano los teclados (que vale que son breves y simplones y no aportan nada a las canciones, pero yo creo que eran parte de la magia del sonido de los Spits) y por dar más importancia a la guitarra y meter punteitos. Aunque son punteos de 3 segundos (el más largo) y no molestan demasiado; pero es que cada vez que echo la vista atrás y pienso en su disco debut me da rabia que ya no suenen así (aunque para ser sinceros, tampoco ha cambiado en exceso su sonido).
Y es que, el primer CD (no se reedito en LP hasta más tarde), es posiblemente uno de los 20 mejores discos de la historia del Punk para mi gusto. Los dos siguientes también me parecen muy buenos, pero, tras el impacto que supuso el primero, se quedan algo atrás en mi ranking. El cuatro ya no me gusta tanto, si lo comparamos con los anteriores (si lo comparamos con otros grupos actuales sigue siendo brutal). Y el quinto me negué a comprármelo cuando salió porque, tras escuchar varios singles intermedios que no me entusiasmaron mucho, comencé, como he dicho, a tenerles manía.
Pero bueno, toca reconcialización, con una de las bandas más subnormales, simplonas, descaradas y divertidas que ha dado el Punk en los últimos 20 años. Y todo es gracias al concierto que se marcaron ayer estos hijos de puta. Vale que de la banda original solo quedan los dos hermanos, vale que el teclado lo pusieron tan bajito que hubiese sonado exactamente igual sin él. Pero es que se tocaron (si no me fallan las cuentas) 7 de los 9 temas del primer disco. Así que tenían el triunfo asegurado conmigo.
Llenazo abosulto para ver a los Spits (con los anteriores grupos no entró tanta gente, y es que el calor empieza a hacer mella y a la gente le gusta más estar en la calle que otra cosa). Calor insoportable pues, en una renovada Sirocco aborrotada hasta la bandera. Y pogo en las primeras filas, recibiendo uno a uno todos los hits que se marcaron los escupitajos.
Me sorprendió especialmente el batería (físicamente una mezcla entre Stallone y Mario Vaquerizo), que tocó sin timbales, solo con la caja, el bombo, el charles y un plato. Y sonó de lujo. Lo cierto es que unos temas tan simples no necesitan más. Aunque si la batería no mete alguna diferencia, acaban sonando todas iguales. Y no nos engañemos, los Spits tienen solo una canción y la repiten unas 20 veces en cada concierto, jeje.
Lástima lo del teclado que no se oía una mierda, como ya he dicho. Pero no me puedo quejar de la selección de repertorio, tocando tantísimos temas de los primeros, teniendo como tienen 5 discos y un montón de singles y rarezas intermedias. Poder gritar, brazo en alto, I Hate Pussies o Black Kar me devolvió la vida. Y me quitó el sabor agridulce del último concierto en el Wurli (mucho menos lleno, hace ya 3 o 4 años, ¿no?) que me pareció muy roqueril.
Me lo pasé bien. Cuello destrozado y un brazo altamente dolorido. Eso es señal de que estuvo de puta madre. Gracias Nacho, por traerlos nuevamente. Y enhorabuena por el aniversario de Holy Cobra.
SPITS: "S/T" (V) (LP, In The Red)
Como ya es tradición, nuevo disco de los Spits sin título. El quinto si no contamos recopilaciones, directos y otras rarezas. Lo cierto es que hasta llegar a casa no fui consciente de que me había comprado el quinto disco. Tenía intención de pillarmelo, sí, pero no lo vi en el puestecillo. Al menos no con la portada que esperaba (la que reproduzco arriba), que es la oficial. Me pillé una edición rara con otra portada limitada a 100 copias (creo) solo para la gira europea, y pensé que se trataba de otra referencia, no del quinto disco.
Pros: El disco sigue manteniendo parte de la magia que les hizo grandes: canciones muy cortas y estúpidas, voces mongólicas muy graves y afectadas, y Punk más simple que un cubo.
Contras: Atrás quedaron los toquecitos con teclados molones (aunque haberlos haylos pero no tan molones) y de vez en cuando, como ya he repetido arriba, sueltan algún punteillo, que bueno, es aceptable, vale.
Las voces siempre han sido muy serias y siempre las han cantando al estilo "estoy aburrido" (lo que mola mazo), pero quizás aquí sean más serias que en los primeros discos. Quizás porque le faltan agudos para contrasrestar un poco, o quizás porque, tras oir tantos años la misma canción con la misma voz, y conocernos de memoria el truco, me da la imprensión de que han puesto el modo "piloto automático".
El disco en conjunto sigue estando por encima de la media actual, pero me resulta más dificil encontrar un hit. Y no es como en el primer disco que no había hit porque todos eran hits, si no porque tiendo a compararlos constamente con las de otros discos y me falta un Remote Control o un Nuclear Bomb por ahí.
Pero bueno, es un buen disco, que se deja escuchar 5 y hasta 6 veces seguidas sin parar y que no me arrepiento en abosoluto de haberlo adquirido. Ya quisieran muchos grupos de ahra grabar un disco así.
Mgrtn.
THE SPITS: "Erste Deutsche Original Aufnahme!" (12", Red Lounge)
Se me cayeron las bragas al suelo ayer al ver este disco en el puestecillo... Solo son cuatro canciones, pero joooooder, 4 de sus mejores temas (todas del primer disco) y cantadas en alemán. Nada más y nada menos que Tired and Lonely, Black Kar, Sk8 y Saturday Nite. Carpeta doble desplegable, foto de grupo rídicula dentro, las letras en alemán y ese aroma a "en menos de dos años va a costar 10 veces más en ebay", jajaja.
Y ya cuando lo escuchas, flipas. El tono de voz tan afectado de siempre queda un millón de veces mejor en alemán!!! La batería parece una caja de ritmos superochentera. Los arreglos de teclado se permiten licencias muy futuristas y también muy de los 80. Y la guitarra a veces cuela un solo cortito (cachis).
En conjunto todo suena más frío (en el buen sentido) y algo sintético (también en el buen sentido). Y les queda de putísima madre.
Si no fuesen unos gamberros y unos cachondos, son temas que hasta podrían molarles a los fans de Grauzone. Pero no asustéis los más ramonianos, es un disco que seguirá gustando a los fans de los de Queens por encima de todo. De hecho, piensa en unos Helen Love o unos Nazis From Mars y restales todo el infantilismo y la ñoñería (justo lo que les sobraba a esos moñas para sonar definitivamente Punk).
Flipante, en serio, estaría oyéndolo una y otra vez durante un mes. Que pena que sean solo 4 temas. Deberían hacer todo el primer disco entero.
Matrícula de honor.
Mgrtn.
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