SUBSONICS. Viernes 19 de noviembre de 2012. Siroco. Madrid.
Entradas agotadas para presenciar el regreso triunfal de esta banda que nos conquistó a pulso en los 90, a base de temazos y de directos alucinantes. No sé si les llegué a verles en su momento 4 o 5 veces y la verdad es que siempre estuvieron geniales. Recuerdo sobre todo con especial cariño los conciertos de Trylobite (cuando la escena madrileña era otra cosa y estaba unida) y el de un Serie B en Pradejón. Ya los daba por muertos, pero de repente nos enteramos de que iban a tocar en Siroco y la verdad es que apetecía un montón verlos de nuevo y revivir aquellos maravillosos años. Y parece que no fui el único, ya que, como he dicho, se petó el Siroco. Y no solo de nostálgicos, también había mucha gente "nueva", aunque por el aspecto no tenían mucha pinta de ser de los que van a seguir viniendo a conciertos de este tipo en la ciudad, donde cada vez excasea más el público...
Sin duda Subsonics han sido uno de los platos fuertes del Funtastic de este año, pero como tocaban también en Madrid (y en media España), pues no emprendimos viaje a Benidorm. Además, hace un par de semanas tuvimos en Siroco también a Shanon and the Clams y a las Ardillas, así que la peregrinación a levante en busca de conciertos no fue necesaria. Por fortuna, ya que no hubiese podido ir tampoco, ya que tocamos GS1 en Sevilla el finde Funtasioso.
Ya aprovecho para comentar un poco estos shows, que no hice crítica por aquí.
Ardillas me fliparon al máximo. Punk desde Puerto Rico con sabor ibérico a tope. Entre Zoquillos (se cascaron un Nancy de lo mas trepidante) y los Eskorbuto más coreables, con una fuerza y un directo superpunk que deja en ridículo a todos los grupos nacionales del estilo. Que tengan que venir desde América a darnos lecciones de lo nuestro... Y sí, sé lo que estáis pensando. Y no, los Monjo no son mejores. Molan mazo, pero Ardillas se los comen con patatas, en serio. Me dijo el bajista que planean volver en breve, así que no os los perdáis. Cuando me ponga al día con las críticas de discos, comentaré también su LP, que me lo pillé ese mismo día.
Shannon and the Clams también estuvieron geniales. Grandes personajes los tres, muy frikis y con vestuario genial, aunque quizás demasiado distantes y/o tímidos con el público. Pero qué mas da, si el RNR que destilaron fue impecable. Desde la ternura de Buddy Holly hasta temas más Punk y más cercanos a grupos de los 90 como los propios Subsonics. Guitarrista excepcional, batería superefectivo sin tener que recurrir a virtuosismos (estos son los buenos), el bajo impecable, y la brillante voz de Shannon redondeó una velada perfecta.
Pero vamos ya con Subsonics. Al verles de lejos pensé: "están igual", pero cuando me acerqué cambié de opinión. A Buffi si que le han respetado los años (tampoco han pasado tantos), sigue siendo una chica muy guapa y sigue encandilando al público con su forma tan peculiar de tocar, la simpatía que irradia por los cuatro costados y su belleza natural. Además sigue teniendo una clase sobre el escenario que no se puede aguantar. Sin embargo Clay venía más tocado por el paso del tiempo. Sigue pareciendo un dibujo animado, pero parece que ha sido víctima de una mala operación de botox. Facciones demasiado rígidas y, por tanto, muecas horrosas, a lo que no contribuía muy positivamente su dentadura un poquito podrida. Pero bueno, quizás esto le haga aún más único... El bajista desconozco si es el primero o uno de ahora, con esa barba no estoy seguro, pero vamos lo que sí es seguro es que no era la chica que tuvieron una temporada con ellos...
Musicalmente estuvieron más que brillantes. Como son ellos. Solo ellos son capaces de sonar clásicos y a la vez originales. Que duda cabe de que son y serán siempre únicos e inimitables. Clay tiene una voz excepcional que hace que me encante todo lo que canta, incluídas las baladas (sobre todo las baladas), aunque bien es verdad que en los bises se pasaron juntando temas lentos. Y tiene ese toque de guitarra moviendo la muñeca a toda velocidad y con ese sonido tan chirriante y cálido a la vez, que enamora. Eso sí, los punteos no fueron lo suyo, jajaja. Metía la pata a menudo y se atropellaba mucho, pero eso tiene también su encanto y les aporta un toque raruno muy chulo, a la par que aumenta la estridencia de su sonido en esos pasajes. Buffi, como siempre: ritmos primitivos y sencillos y mucha creatividad a la batería. El bajo, aunque aparentemente está eclipsado por los otros dos monstruos, lleva también un peso muy grande en el grupo.
La pega que le puso todo el mundo al concierto es que se centraron en su último disco y en temas de discos relativamente recientes, en lugar de agasajarnos con los temas flipantes y que tenemos grabados a fuego en el cerebro de sus dos primeros discos. Tan solo tocaron, que yo recuerde, I made you a Clown.
No poder volver a oir en directo It's a long way Suzy to NYC, Everything is fallin apart, I'm in love with my knife o Heroin addict's beach party... la verdad es que fue un poco frustrante. Los temas nuevos son muy buenos y siguen practivando el mismo estilo y exprimiendo su fórmula mágica (que mola al instante sin necesidad de concerte los temas), pero no hubiese estado de más haber podido disfrutar de aquellas joyas que crearon en la primera década de los 90.
Pero bueno. Tocaron muy bien. Faltó el moco de Clay cayéndole kilométrico hasta el suelo, pero en general salimos con buen sabor en la boca. Gracias Francisco por acercarnos de nuevo a este grupazo.
Mgrtn
Y voy a aprovechar para copiar y pegar una crítica que hice para el zine Liquidación Total, que ya colgó valería allí en su momento, pero que me gustaría tenr también aquí ya que me moló bastante el debut de estos chavales. Y como se vieron también al show de Subsnocis, pues eso... cualquier excusa es buena, no?
SECCIÓN FEMENINA. 21 septiembre
2012. La Fax. Madrid.
Lo primero agradecer a Valeria la oportunidad que me brinda
para expandir “mi doctrina” fuera de mi blog, inmiscuyéndome en su territorio.
Ya sé que mi padre, en aquel mensaje en mi guarida secreta del polo norte, me
dijo aquello de “prohibido inmiscuirse en los asuntos de los humanos”. Pero, a
veces, no puedo evitar hacerlo.
Pues sí, ayer fuimos a presenciar el debut de esta nueva
banda, abriendo para Espermatozombies. Muy poquita gente, la verdad, pero
teniendo en cuenta el elevado número de ofertas musicales en la ciudad y cómo
está el patio últimamente (que no va ni dios a conciertillos de este estilo),
hacemos nuestras las palabras de Rut (Espermatozombies) cuando dijo “más vale
pocos y bien avenidos, que muchos hijos de puta”.
Siempre es grato saber que existe un nuevo grupo en la
ciudad, pero por otro lado ya estoy hasta la polla de ver nuevos grupos que
quieren ser los nuevos Eskorbuto, los hijos de RIP o los herederos del legado
de GRB o HHH. Por no decir que estoy hasta la coronilla del nuevo giro, que
viene aconteciendo ya desde hace unos añitos, de los grupos hacia el
“compromiso” político. Y es que, cada vez son más los grupos que hacen canción
protesta y se meten de lleno en la política o simpatizan de forma exagerada con
el sector más politizado. Me parece algo ridículo sobre todo cuando hace unos
años, esas mismas personas despotricaban del tema y no quería oír ni hablar de
mezclar música y política. Y no es que no estemos todos de acuerdo con sus
ideales, que lo estamos, es que el tema aburre mucho y, sinceramente, no
aguanto que me den discursos. Prefiero pensar por mí mismo. Menos panfleto y
menos “la sociedad me aplasta” y más Punk, coño.
Por fortuna, sabía de antemano, conociendo a dos de los
miembros, que este no iba a ser un grupo protestón, ni el vigésimo noveno
intento del gran ejercicio de estilo “soy más hardcore que tú”. Aunque, por
otro lado, me habían dicho que era un rollo más garage y, la verdad, eso me
echaba un poco para atrás. Pero había que verlo. Y, ciertamente, me
sorprendieron bastante. Hace tiempo (quitando la excepción de los Penetración
sorpresa) que no me sorprendía (válgame la redundancia) en directo ningún grupo
nuevo de Madrid.
Mas que un rollo garage, llevan un rollo de Punk y RNR en la
línea Desechables y/o de los grupos de los 90 amantes del Lo Fi. Y eso siempre
es bien recibido, al menos por mí. Vale que el rollo Desechables está un poco
superado y tuvo su momento (y tuvo su momento 2 con el revival de finales de
los 90), pero lo cierto es que, pasada la borrachera de aquel revival, quizás
sea esta la ocasión de recuperarlo. O al menos de volver a escuchar a grupos
que se acerquen al estilo sin que una mueca de aburrimiento nos surja en la
cara. Y más cuando la banda tiene una propuesta tan simplista, directa, fugaz
y, sobre todo, tremendamente amateur. Con ese toque de inocencia que ya se ha
perdido y con dos chicas gritando como cerdos en el matadero.
No es porque sean colegas, pero realmente me gustó bastante.
Siempre da gusto sentir una bofetada de frescura en los morros, cansado ya de
tanto profesional amargado de las 6 cuerdas y de tanto “músico” intruso en el
Punk. “Músicos” que luego son tildados de basura por la gente que de verdad si
son músicos, que todo hay que decirlo.
Pero la cosa no solo queda en una versión gamberra de
Desechables. De hecho, durante el concierto fueron cambiando de estilo, pasando
por alguna pieza que recordó a Ultrasónicas, por descaro sobre todo, hasta
llegar a un estilo más 90tero, que gracias a las voces agudas y chillonas me
recordó una versión menos ñoña ( y gracias a no llevar un Farfisa ni teclado
alguno: nada 60’s) de las míticas Brentwoods.
Mención especial merece el hecho de que el guitarrista
tocase con guitarra de fabricación casera, a lo Ulan Bator Trío. Hecho que
ayudaba también a que no se quedase en un segundo plano, eclipsado por los
gritos de las féminas. Siempre es muy visual que cante la batería y lo haga de
pie (y con esa furia), pero sin duda alguna la que me robó el corazón fue la
bajista. Con ese aspecto de chica formal y tímida, despuntó tremendamente
cuando tenía que meter alaridos. Parecía que se iba a quedar a medio gas, en
plan super tímida (que también tiene su encanto), pero le echó morro y ganas y
rompió unas cuantas copas con su timbre (Nota: dramatización del que escribe,
jeje).
En definitiva: concierto corto (como mandan los cánones),
temas cortos y rápidos (punk) y bastantes errores celebrados por la audiencia.
¿Qué más quieres? Yo estoy servido. Aunque un poco de mal rollito y agresividad
para con el público podría hacerles ganar muchos enteros. De momento me declaro
fan desde ya!!!
Mgrtn.
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