sábado, 19 de septiembre de 2020

Críticas 233: Ghoulies, Kohti Tuhoa, Rudimentary Peni


Ghoulies: “Flat Earth” (7” Cuerdas Fuera)

Tras el exitoso 7” de Prison Affair, el sello catalán Cuerdas Fuera vuelve a la carga con otra pieza de Egg Punk de libro. Se trata de 8 de las 11 canciones que estos australianos han sacado este mismo año en formato “maqueta digital”.

Ya hablé largo y tendido sobre ello en mi artículo sobre Egg Punk, pero creo que toca volver a reincidir un poco en que (sea correcto o no el nombre) se trata de un estilo bastante consolidado dentro del underground Punk actual y que, mientras en un principio cada grupo sonaba de una manera, al final ha acabado creándose (como pasa con todos los estilos, porque, si no, no lo serían) un sonido con unas pautas genéricas y muy características. Vamos que la inmensa mayoría de las bandas que salen tienden a sonar muy parecidas entre sí.

Los Ghoulies, siguiendo esta tendencia, se han fijado en sus hermanos mayores y nos ofrecen un buen puñado de pepinazos en donde el Synth Punk, por un lado, y la locura raruno/robótica por otro, campan a sus anchas. Así, por su urgencia, suenan a Neo Neos, por su sonido y tipo de canción nos recuerdan a Coneheads o CCTV, por su infantilismo naif nos traen a la memoria a  los BB Eye y, sí, algún toquecillo suelto puede recordar a unos Uranium Club menos sesudos. 

Aunque si nos fijamos en la esencia, se trata de unos Spits acelerados y modernizados. 

Como ha venido pasando en todos los estilos que se ponen de moda, esto no es más que el aviso de que la gallina de los huevos (nunca mejor dicho) de oro se está acabando y es cuestión de tiempo el que, tan pronto como surgió, el estilo acabe desapareciendo, para, dentro de vete a saber cuánto años, alguien lo vuelva a recuperar (en el caso de que siga existiendo el Punk para aquel entonces). 

Así que creo que debemos disfrutar del Egg Punk (o como quieras llamarlo) mientras dure, porque realmente es de las cosas más apasionantes que han pasado dentro del Punk en los últimos tiempos y, al menos a mí, me mola bastante.


Así que, pese a su falta de originalidad (o precisamente por ello) este es un buen disco, muy bueno, para ello. Para disfrutar del estilo en su máximo esplendor. Con 8 pedradas que van directas a la cabeza. 8 pelotazos de un minuto y poco que lo ponen todo patas arriba sin tomar prisioneros. Tan absurdos como el terraplanismo que predican y divertidos como pocos, los Ghoulies son ideales para bailar sin parar en un concierto de esos de no más de 30 personas (suponiendo que se pueda volver a bailar y a presenciar un concierto de un grupo extranjero de estas características en el país).


Me gusta bastante el aire fantasmagórico con el que empiezan el disco y que aún en la segunda canción sigue presente, así en plan “somos los Ghoulies, tío, uuuuuhhhh”. Aunque luego lo pierden, pero es cierto que igual en las 8 canciones hubiese resultado excesivamente empalagoso.

Yo que tú lo compraba. 

Gracias nuevamente a Cuerdas Fuera por todo.

Mgrtn. 




Kohti Tuhoa: “Ela Touudesta” (7” La Vida Es Un Mus)

Después de volarnos la cabeza con su LP del año pasado (el tercero de su carrera), estos fineses repiten etiqueta para regresar dispuestos a reventarnos lo que queda de nuestro sistema auditivo con este EP de 5 canciones.

Mientras en su LP dejaban hueco para explorar, en algunos temas, una faceta un poco más “calmada”, más Punk, aquí, en este 7” , aunque sigue habiendo retazos de eso, se centran un poco más en el HC más veloz y sin cuartel. Aunque, desde luego, no regresan a su primera etapa, mucho más de Finlandia, con aquellas distorsiones que se comen todo.

Aquí siguen sonando enrabietados y salvajes como Sial y la voz, con esa deliciosa semiafonía (muy marca de la casa) sigue recordando a grupos como Runt e incluso Effialtis en su tema menos rápido.

Me molesta algún dibujo de guitarra demasiado jeviata, pero son muy fugaces y no me llegan a amargar el disfrute de este colosal single que suda rabia concentrada.

Genial, de nuevo.

Mgrtn.




Rudimentary Peni: “The Chances” (7” Sealed Records)

7” de una sola cara y una sola canción. Un capricho que rescata esta canción “perdida” de la mítica banda británica de los 80, que tantos orgasmos nos ha dado y que es responsable de que bandas como Institute o Kaleidoscope nos ofrezcan hoy unos discazos de Punk incómodo de los que te dejan el culo torcido.

Al parecer este tema solo fue publicado en un CD (2009) que acompañaba al libro The Haunted Head del mismísimo Nick Blinko. Y, por supuesto, esta edición en vinilo contiene unas ilustraciones, como no podía ser de otro modo, de exquisito mal gusto.

Y si quieres que el caprichito sea aún más sibarita puedes optar por la versión limitada a 300 copias en vinilo blanco. 

El tema en sí es una especie poesía gótica recitada con voz profunda y tenebrosa sobre una base tan lenta y pesada que resulta asfixiante. Si consigues que no te robe todo el oxigeno igual tienes fuerzas para levantarte y pinchar el disco otra vez. 

Puede ponerte lo pelos como escarpias o puede no decirte nada, eso ya es cosa tuya. A mí me hipnotiza y me gusta bastante. Es como cuando te recreas en tu propio sufrimiento y en el fondo estás tan a gusto que no quieres salir de ahí.

Solo para fans. O no…

Mgrtn.





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