jueves, 9 de noviembre de 2023

Críticas 283: Beef, Brorlab, Institute

 


Beef: S/T (LP, Feel It Records)

El proyecto en solitario de Takota Hortenberry de Cincinnati parece que reúne a unos cuantos amigos (y a su mujer en los teclados) en calidad de banda para sacar este, su primer LP, en Feel It Records.

Ya que salgan con un hacha en la portada y que luzcan esas pintas te puede dar una idea de por donde van los tiros. Si estuviésemos a mediados de los 90 me apostaría un brazo a que el grupo iba a sonar parecido a los Motards. Pero estamos en 2023, así que hay que revisar un poco los conceptos antes de apostar ese brazo.

Y, en efecto, hay que darle una capa de barniz Weird a la fotografía.
Se trata de un ejercicio de Punk cazurro, redneck si lo prefieres, sí, pero que no renuncia a las “nuevas” tendencias rarunas de la escena.

Suenan paletos, suenan borrachos, suenan incluso hooligans a veces, pero han tenido los oídos bien abiertos estos últimos diez años y saben darle ese toque de Punk de ahora. Vamos que suenan como si Toxin III se hubiesen fumado 20 porros y hubiesen entrado en el estudio de grabación con Martin Meyer a los controles.

A veces se ponen un poco rocosos de más, pero en líneas generales se mantienen sobre un colchón que amortigua sus tendencias “clásicas”, creando una atmosfera bastante molona e incómoda.

Buen disco. 

Mgrtn.




Brorlab: “Working out in heaven” (LP, La Vida Es Un Mus)

Discazo de esta gente de Amberes que lo tiene todo o casi todo.

Sacaron un 7” en 2020 y han permanecido en el limbo discográfico hasta que, este mismo año, LVEUM les ha dado la oportunidad de entrar en la escena por la puerta grande recuperando aquel disco íntegro en la cara B y añadiendo esta nueva y excelente colección de canciones totalmente desquiciadas, gamberras e incendiarias que van incluidas en la cara A.

Practican un Electro Punk bastante desestructurado y caótico que se me antoja como una mezcla entre unos Atari Teenage Riot con zapatillas de andar por casa mezclados con la excelencia y el Weird Punk de sus compatriotas Cocaine Piss o sus vecinos Forbidden Wizards (por citar dos bandas actuales de los Países Bajos con vocalista femenina).

Pero vamos que se me ocurren mil ejemplos más de mezclas imposibles, si no te gusta la comparación, jeje.

En su página de Discogs se describen como No Wave Electro Punk y dicen que usan un Casio, un bajo y una guitarra sobre unas bases programadas que lanzan directamente con el móvil, que sus canciones duran en torno al minuto y que sus conciertos rara vez superan los 10 minutos. Vale, pues si ya tenía ganas de verles en directo, ahora mucho más.

Volviendo al disco, es un atentado sonoro en toda regla con las dosis suficientes de locura y mala leche para joder a tus vecinos de buena mañana. Con unas bases desestructuradas, pero con bastante ritmo, muy imaginativas y una voz aniñada bastante flipante, que mejora cuando se pone más rabiosa y tira un pelín de garganta.

Como ya he dicho en la cara A tenemos las 7 canciones nuevas, grabadas en 2022 y en la cara B, las 8 que se grabaron en 2019 y salieron en 2020 bajo la etiqueta de Ultra Eczema.

Los temas nuevos quizás sean un poco más electrónicos y un pelín más largos, mientras que los temas antiguos son definitivamente más No Wave, más macarras, más concisos, más aberrantes... más primerizos, vamos. Y es aquí en donde la voz se torna más rabiosa, como ya he comentado.

Me quedo con la cara B, por si teníais dudas. Pero vamos que la cara A es también muy loca y muy flipante.

Sobresaliente. Genial. 

Mgrtn.



Institute: “Ragdoll Dance” (LP, La Vida Es Un Mus)

Cuarto LP de la banda (o sexto 12”, como prefieras), que se ha hecho esperar un poco. Y lo cierto es que cuando escuchas la primera canción, bueno o el disco entero, te encuentras con casi otra banda distinta a la que conocías. Se ve que en este periodo de parón discográfico han estado madurando un nuevo estilo.

Y creo que es un acierto, porque la verdad es que, revisando su discografía para “prepárarme” el excelente concierto que dieron en Barcelona el fin de semana pasado, tuve la sensación de que todos los discos eran bastante parecidos. Geniales todos, sí, pero empezaban a plagiarse a si mismos y había que huir hacia delante.

Y eso han hecho con este Bagdoll Dance que, por cierto, ya no se publica bajo la etiqueta de Sacred Bones (pese a que este disco es aún más Sacred Bones que los anteriores) y aterriza en LVEUM casi de forma natural, como si hubiesen sido siempre un grupo de esta escudería.

La edición americana corre a cargo Roachleg Records.

Como digo han dado un giro a su música y aunque lo básico, el Punk incómodo en constante tensión entre la rabia contenida y el pasotismo desganado sigue estando allí, se alejan del centro gravitatorio de bandas como Rudimentary Peni o No Trend, para enrarecerse más. Nos ofrecen su disco más raro, más marciano, más desubicado (en el mejor de los sentidos), con unas guitarras aún más protagonistas que abordan terrenos inexplorados y paisajes ora exóticos, ora imaginarios.

No me gusta todo, hay veces que se van mucho más lejos de lo que me gustaría, pero la mayor parte de las composiciones me parecen magistrales.
Mi tema favorito es Dopamine for my baby, pero no porque sea más Punk o menos raro, si no, quizás, porque es aquel en el que meten más zapatilla en el estribillo y resulta más directo. Porque es verdad que en un disco así, con tantos temas obtusos y esquivos, necesitas algo a lo que agarrarte para no perderte. En este sentido, como ancla, funciona muy bien también Uncle Sam’s hate, que es la más veloz y la más parecida a sus discos anteriores.

No obstante es una delicia perderse por completo dentro de este disco y sentir por unos minutos que estás en otro mundo.

Un LP muy valiente, muy creativo y que mejora con cada escucha, atrapándote con sus tentáculos perezosos pero firmes.
Fascinante. E imprescindible si buscas salirte de lo de siempre.

Mgrtn.

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