martes, 30 de diciembre de 2025

Lo mejor de 2025

 

LO MEJOR DE 20225


Fuckin’ Lovers: “V” (7”, Discos Enfermos / General Speech)


Vampire: “What seems forever can be broken” (LP, Discos Enfermos / Phobia Records)


Twenty One Children: S/T (7”, Slovenly Recordings)


Kaleidoscope: “Cities of fear” (LP, La Vida Es Un Mus)


Superpuestas: “Noise de señoras” (LP, Delia Records, La Aguja Rock Bar, Suburban Relapse, Uterzine)


Straw Man Army: “Earthworks” (LP, La Vida Es Un Mus / D4MT)


Colegiata: S/T (12”, Discos Banana / Flexidiscos /Cuerdas Fuera Records)


Museo de Cera: “Ultra / Velo” (LP, JGC Producciones/ Sweet Grooves Records/ Discos Binarios / Grabaciones Centralistas / Chivani Records)


Haram: “Why does paradise begin in hell?” (LP, Toxic State Records)


Megarrollo: “Para rato” (LP, JGC Producciones, Discos Regresivos, 1 Minuto de Gloria)



Un año más tocaba hacer la lista de mis discos favoritos y aquí está. 

Aclarar, como siempre, que son solo discos físicos que tengo en mi casa y que he comentado en este blog. En esta ocasión solo he escogido discos de grupos actuales. Si no, si hubiesen entrado también reediciones o grabaciones rescatadas del siglo pasado, la lista sería muy distinta y los primeros puestos los encabezarían bandas del calibre de Swankys o Décima Víctima.


Volver a repetir, como todos los años, que soy consciente de que muchos grupos que posiblemente podrían entrar en esta lista se me han escapado, bien porque me ha sido imposible conseguirlos a tiempo, como el caso del de Dust Collector o el nuevo de Bad Breeding. O bien porque sencillamente tienen unos precios que los va a pagar su santísima madre.


Y sé que muchos discos también se habrán escapado a mi radar. Hoy es imposible enterarse absolutamente de todo y que no se te pasen cosas. De hecho, muchas veces es tal la saturación de novedades que desconectas un poco. 




Repaso a 2026.


El año pasado me quejaba de que, aunque salieron buenos discos, me sonaba todo un poco repetido, de ese agotamiento en la escena y en cada una de las subescenas. 

Y este año he tenido la misma sensación durante la primera mitad, pero es cierto que en estos últimos meses, y sobre todo este mes de diciembre, he empezado a ver brotes verdes y a recuperar un poco la fe. De hecho quiero pillarme mogollón de discos de esta última hornada del año que aún no he podido conseguir. 

A ver, no es que hayan surgido discos súper novedosos y distintos (después de todo en el Punk ya está todo inventado), pero sí que veo que hay discos más emocionantes o al menos que me han emocionado a mí. 


2025 no ha sido el mejor año de todos los tiempos para el Punk, ni mucho menos, pero creo que han salido buenos discos que han ayudado a afianzarse a grupos ya “consagrados” y otros de bandas nuevas que les auguran una carrera muy interesante.


En cuanto a tendencias o subescenas, seguimos más o menos como el año pasado. Poco o nada ha cambiado.


Siguen surgiendo bandas nuevas de la "rama única" en la que se ha convertido el Egg Punk, sin aportar nada nuevo (lo que es bastante contrario a la idea original del subgénero). Grupos que no hacen más que seguir copiando a las copias de las copias. 

No sé si empieza a verse ya cierto agotamiento y que estamos hablando de los últimos coletazos o son las ganas que tengo de que deje de salir el mismo grupo fotocopiado una y otra vez y se continúe innovando por terrenos menos explorados. 


Grupos de Weird Punk, que sí se podrían englobar dentro del concepto primigenio de lo que se empezó a llamar "Egg" hace 8 años, sí que salen bastantes y muy interesantes y variados. Pero es verdad que este año, aunque hay muchas bandas nuevas que azotan Youtube y Bandcamp, me he encontrado menos discos físicos a los que echar el guante. Son casi todos discos digitales...


Los grupos de Post Punk siguen pisando fuerte y demostrando que están aquí para quedarse. Y, para ser justos, es cierto que también hay mucha fotocopia, pero creo que no es tan descarado. No es lo mismo copiar un estilo que practicaron en su momento muchos grupos diferentes (copiar por tanto a distintos grupos), que copiar a un solo grupo en concreto, que cansa mucho más. Además hay bastantes bandas que usan el Post Punk para mezclarlo con otras ideas y el resultado siempre es más original, menos obvio. 


La escena Hard Core y derivados es la que más fuerte se encuentra y más alegrías nos da. Al menos a mí, que con los años cada vez quiero más y más ruido, más acoples y distorsiones tremebundas. De acuerdo en que tampoco se innova demasiado, pero hay tantas formas de ecualizar el ruido que me conformo con eso, je. 

Seguir destacando la excelente labor de LVEUM, siempre al pie del cañón y las golosinas que nos trae General Speech. 


Siguen sin aparecer demasiadas bandas de Punk más clásico y/o de KBD, y las que más se acercan, al final tiran por terrenos demasiado "rock" para mi gusto. Lo siento pero sigo sin comulgar con Amyl and the Sniffers (y similares), por muy guay que cante la chavala. 


Lo que sí que parece que vuelve a surgir con fuerza son estilos más 90’s. Todo es cíclico al final. Tanto en plan Rip Off Records / Punk RNR / Lo Fi, como tirando hacía terrenos más grunges. Los primeros me resultan un poco desgastados, sobados, sin ganas... y los que van más hacia el grunge creo que tienen más gracia por lo general, aunque a veces te encuentras cada bazofia que echa para atrás. 


Para acabar, ha sido un año de reediciones/rescates extraordinario, al menos en calidad más que en cantidad. Sobre todo en lo que concierne al Punk Post/Punk ibérico con los discos de Siniestro Total y Décima Víctima a la cabeza y, por supuesto, en el apartado de grupos japoneses (generalmente ultra ruidosos) con los excelentes trabajos de Death Side, Aunt Sally o las exquisiteces que nos trae siempre General Speech: Deef, Swankys, Frigöra



Precios abusivos.


Y, para finalizar, os dejo con una reflexión sobre los precios, en ocasiones, abusivos que están alcanzando los discos.

En 2025 se ha acabado de normalizar que un LP cueste entre 25 y 35 euros. De hecho, 25 nos resulta ya barato, teniendo en cuenta que otros discos cuestan 40 putos euros. Hemos llegado a un punto en el que un vinilo comienza a ser un artículo de pseudo lujo. 

De acuerdo, es evidente que todo ha subido: transporte, combustibles, aduanas, aranceles, alquileres… y eso afecta directamente al precio final de cualquier producto. Los discos, por supuesto, no van a quedarse al margen. 

En el caso de los discos de importación, sobre todo los de se traen desde fuera de la UE, es comprensible que los precios se disparen ya que existen unos costes reales difíciles o imposibles de controlar.

Lo que cuesta entender es que muchos discos nacionales se pongan a precios similares “por equiparación”, cuando los costes no lo justifican. 

Recientemente he participado en la fabricación de un LP (hacía tiempo que no lo hacía) y al comprobar los costes, me queda claro que, incluso en tiradas pequeñas, hay discos que podrían venderse bastante más baratos y seguir sacando un margen generoso. 

La tajada que se llevan los intermediarios, los gastos de distribución y, sobre todo, los costes fijos que tiene una tienda, evidentemente suben el precio. Y, sí, si miramos el caso de los tomates es mucho peor, qué duda cabe. Pero estamos hablando de discos de Punk y de sellos pequeños o autoediciones de los grupos. Estamos hablando muchas veces de DIY, con todo lo que ello conlleva. 

Cuando un disco que ha costado menos de 7 euros marca un precio final de 20 o 25, algo no cuadra. Sobre todo cuando estamos hablando de venta directa del sello o de la banda al público (sin intermediarios, sin aduanas, sin los costes que tiene una tienda). Más aún en conciertos, donde históricamente los discos siempre han sido más baratos.

Y es que muchos precios se inflan simplemente porque comparados con otros lanzamientos que llegan a los 30 o 40 euros, resulta hasta barato. Pero no son equiparables. Sobre todo si los comparamos con discos que han viajado desde la otra parte del mundo y tienen que pagar unos precios en aduanas y además se venden en un establecimiento que tiene que pagar los sueldos, el alquiler, la luz... Y fingir que ese precio es justo porque simplemente es algo más barato, no es honesto, ni coherente con una escena que siempre ha presumido de hacer las cosas de otra manera.

Sacar un disco no trata solo de decir: "aquí están estas canciones y cuestan tanto porque todo ha subido". Se trata también de ser honestos y de no castigar al comprador. El público que compra el disco o que acude a tu concierto (que esa es otra batalla, los precios de los conciertos) os está haciendo un favor. No sois dioses que les estáis ofreciendo el maná caído del cielo a unos desgraciados y encima vendiéndolo a precio de oro. Sin público no hay disco, no hay concierto y puede que ni siquiera grupo. El público es la escena y ellos son lo primero. Hay que cuidarles, no sablearles.

Así que reflexionemos un poco. Hay precios imposibles de bajar, sí. Pero también hay muchos que podrían ajustarse. Pensar más en quien compra los discos y menos en rascar unos euros de más. Que nadie se va a hacer millonario con esto. Eso se lo dejamos a los grupos mainstream y a los buitres de las multinacionales que los manejan. 


Bueno, después de esta chapa, me despido ya y a ver si el año que viene nos trae discos buenísimos y, si puede ser, más baratos. O que al menos no continúe esta escalada de precios de mierda.


Viva el Punk.


Mgrtn.



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