Red Dons + La Urss + Glam. Sábado 23 abril 2011. Wurlitzer Ballroom.
A pesar del mal tiempo de estos días y de ser Sábado Santo, la poca gente que quedaba en Madrid respondió relativamente bien a la llamada de los Red Dons. Aunque un poquito más de gente no hubiese estado mal. Si no hubiese sido Semana Santa, me imagino que hubiesemos llenado el Wurli.
La música que hacen Glam no me gusta demasiado, así que no soy el más adecuado para juzgar su concierto. Me gusta mucho más lo que hacían Über, que era más simple, más directo, más sano, no usaban distorsión y estaban mucho más cerca del Punk. A mí el Hard Core tan extremo, con distorsión y punteos, no me entra, ya lo sabéis. Pero he de reconocer que tocaron con ganas, que el batería es una máquina y que tocar solo 15 minutos es una política que me encanta (me guste o no la música del grupo). Y también debo decir que, aunque no escucharé sus canciones en casa, en directo entran mucho mejor y no fue para nada un trago amargo.
La Urss, por enésima vez sobre el mismo escenario (tocan más aquí que muchos grupos de Madrid), demostraron lo de siempre: que no tienen rival en su estilo. Quizás la falta de público en el pogo hizo que no fuese uno de sus mejores conciertos. La historia de siempre: cuatro personas bailando no pueden crear el ambiente necesario. Una pena, pero es la tónica habitual en Madrid últimamente.
Quizás no debieron tocar tanto tiempo, siendo teloneros, pero, por otro lado, las canciones nuevas que nos fueron desgranando suenan muy bien y fue un placer poder escucharlas. Caminan hacia terrenos más oscuros, pero sin perder la intensidad y la fuerza Punk. La cosa promete.
Con Red Dons el asunto se animó un poco más. Los miembros de La Urss y de Glam se unieron a las primeras filas dispuestos a poguear, y al final nos juntamos unos cuantos y se montó una buena batallita, gracias también a las contínuas incursiones y a las provocaciones físicas del líder de la banda.
Sin duda alguna, el show de los Portland ha sido el mejor concierto de todos los que hemos visto en lo que va de año y, sinceramente, no creo que este año les supere nadie. Lo cierto es que los Red Dons lo tienen todo: canciones cojonudanebte buenas y una actitud violenta capaz de encender la mecha entre el respetable. ¿Qué más se puede pedir en un concierto de Punk?
Ya desde la primera canción, Douglas se metió, guitarra en mano, entre el público a armar gresca, y sus ataques fueron contínuos, sobre todo en aquellos temas en los que dejaba la guitarra y se limitaba a cantar. Por otro lado, la intensidad y la calidad de sus canciones nos hicieron vibrar de lo lindo, recordándonos en todo momento a unos Wipers muy cabreados.
Las dos grandes pegas fueron que la voz (una de las mejores del Punk actual, o quizás la mejor) se oía poco, y que no tocaron demasiados temas conocidos. Con la de hits que tienen, decidieron centrarse en temas nuevos que no conocíamos... Hubiésemos disfrutado mucho más con los temas que nos sabíamos. Entiendo que no quisiesen tirar de temas de Observers, pero no sé, podrían habernos deleitado con algunos antiguos de Red Dons, que tampoco son tan antiguos, ¿no?
Aún, así, como ya he dicho, fue el mejor concierto del año. Y el colofón final fue la invasión del escenario, propiciada por el propio Douglas, en los bises, en donde el caos y las volteretas se hieron dueños de la situación. Final de fiesta como hacía mucho que no se veía para culminar tan magno evento.
Gracias a Holy Cobra, una vez más, por traerles, y felicidades por estos 10 años al servicio del Punk que tanto hemos disfrutado.
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