miércoles, 29 de septiembre de 2010

TURBOGRUNGE


 Este disco tuvo la culpa...

El festival Turborock, que se ha propuesto devolvernos a los dorados 90 de una patada, en Madrid se ha dividido en tres fechas con 3 o 4 bandas por día, en lugar de concentrar casi 20 grupos en 2 días como se ha hecho en Valencia y Cantabria. Lo que quiere decir que nos hemos perdido a 10 bandas, pero sinceramente, en Madrid no necesitamos que toquen OTRA VEZ Sex Museum, los Chicos o Los Coronas. 
Lo realmente interesante del cartel sí que ha pasado por la capital. Concretamente a mí sólo me interesaban 4 grupos, y he tenido la suerte de que tres de ellos tocasen juntos ayer.
Me he quedado sin ver a Redd Kross, que los hubiese cambiado por YFF, pero bueno... (A los Muffs es que ya le ví hace un año y pico en el Sol, así que no estaban dentro de mis prioridades. Aunque visto lo visto, los hubiese preferido ver otra vez...). 
Bueno, vamos al grano, ayer mismo juntos en el mismo escenario:

The Meanies + Young Fresh Fellows + Mudhoney. 28 de septiembre 2010. Kitchen Room . Madrid.
Flashback del bueno. Los allí presentes adquirimos un boleto para volver atrás unos 15 años en el tiempo y revivir nuestra etapa más Grunge. ¡Qué tiempos! Eso sí, nos costó la broma más de 32'7 euros. Entre que era caro y la puta comisión que se llevan los de Tic Tac Timo... Por favor, promotores, no trabajéis con estos ladrones!!! Aunque muchas veces (no digo que este sea el caso) los ladrones  tienden a apoyarse entre sí. 
En cualquier caso, después del pastón invertido, al  menos yo no conseguí revivir aquella época, pues no acabé de meterme de lleno en el asunto. Tan sólo durante el "suck your dry" de Mudhoney se me puso un poco la carne de gallina. El resto de la velada la pasé entre espectante y aburrido. Y con mucho cansancio: 4 horas de pie aguantando los temas más ladrillo fue matador.
He de añadir que a los tres grupos ya les había visto con anterioridad y en su mejor momento, en los 90, así que tampoco esperaba sorpresas. No obstante el recuerdo que tengo del concierto de los Meanies del 95 es tan glorioso que tenía la esperanza de volver a sentir ese cosquilleo. (Los otros dos grupos tampoco me impactaron mucho en directo en su momento, aunque si soy fan de sus primeros trabajos y quería darles una nueva oportunidad).

No se hicieron esperar mucho los Meanies que salieron a escena con tan sólo 15 minutos de retraso, pese a estar la sala casi vacia. Paulatinamente se fue llenando, mientras los australianos descargaron un repertorio que no acabó de convencerme. Demasiados temas que no conocía más centrados en el Grunge más jeviata que en el Punk melódico de sus inicios. Aún así, cayeron algunos temas de mis discos favoritos, pero quedaron muchos en el tintero (como suele pasar con grupos que llevan 21!!! años tocando). Ni siquiera el "10% weird" me sonó del todo bien, yo creo que porque estaban ecualizados para dar prioridad a sus temas más rocosos. Pese a todo, si hubiesen contado con el apoyo masivo de un público que acudió casi exclusivamente a ver a Mudhoney, hubiesen dado el mejor concierto de la noche. Ellos pusieron empeño y el cantante, aunue no se mostró tan bestia e hiperactivo como en los 90 (cuando tenían uno de los mejores directos del mundo), lo intentó, hasta tirándose al público; pero cuando no acampaña la audiecia y sólo una decena de seguidores vota con tus canciones en una sala para 300-400 (puede que mas) personas... De todos modos, fue grato verles de nuevo y escuchar esos gritos desgarradores acompañando todas sus canciones.

Luego les llegó el turno a los Young Fresh Fellows, que de Young y de Fresh tienen más bien poco. Soy admirador de sus temas más powerpop, en los que creo que brillan con luz propia, y sabía que no todo su repertorio se centraría en ellos, dado lo dilatado de su carrera, pero pensé que gran parte del repertorio sí sería powerpopero. No fue así, los de Seattle tocaron todos los palos (demostrando eso sí que son músicos excepcionales): desde el RNR al Soul, pasando por el Blues, el Garage y hasta alguna pieza de Rock duro. Demasiado batiburrillo de estilos para mi gusto. Parecían una orquesta de pueblo y sus pintas ayudan a ello aún más. Eché en falta, como digo, un huevo de canciones, aunque alguna cayó de las buenas. Poco más que añadir. Fue el momento más duro y soporífero de la velada para mi gusto. Ni siquiera la dedicatoria a Conrad Uno me hizo revivir los "locos" 90, sobre todo teniendo en cuenta que la banda se empeñó en celebrar los 60, como digo.

Y para acabar la noche, los inventores del Grunge: Mudhoney. Comenzaron con set en el que Mark Arm sólo cantaba, que me pareció bastante intenso y con tintes muy oscuros. No estuvo mal, pero fue cuando cogió la guitarra cuando empezó el recital 100% Grunge que revolucionó a la mitad de la sala con el primer acorde. Muraco de sonido, distorsiones gruesas, acoples ruidosos y una densidad casi axfisiante. Sólo faltaban los gorros de lana y las camisas de leñador (pocas había) para ambientar el Seattle de los primeros 90. A mí, lógicamente, me gustaron más los temas más cortos y rápidos y en concreto los himnos desgajados del "Superfuzz Bigmuff"; y me aburrí un poco con los temás más llorones. Pero hay que reconocer que dieron un buen concierto, que no perdió intensidad en casi los 90 minutos que duró. Ayudaron a ello, por supuesto, los exaltados fans que movían sus "melenas" (pocas melenas quedaban ya entre el público de "nostálgicos carrozas", entre los que me incluyo) celebrando cada cambio de pedal de distorsión. Aceptable, pero demasiado cansado tantos grupos tocando tantos minutos...

Valorando el precio de la entrada, creo que voy a exigir a la organización que me devuelva al menos 17 euros.
Eso sí, necesito rápidamente una cura de desintoxicación, que tengo los oídos saturados de punteos virtuosos y ruidos zumbantes. Necesito algo simple estúpido y conciso ya!!! Espero hacerlo mañana en el concierto de No Bunny.

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